La primera de las mujeres mapuche liberada y sobreseída tras el desalojo Entrevista

Andrea Despó: “Un milico nos dijo ‘al piso mierda o las matamos’, le dije que era un viejo nazi y respondió ‘a mucha honra’”

Bariloche —

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Andrea Despó escribió, dirige y actúa en una obra de teatro. Interpreta a Doña María Epul de Cañuqueo, una reconocida machi -líder espiritual y religiosa del pueblo mapuche. Como Doña María, Andrea vive en Chubut. Y en su sangre y en su ascendencia, en sus antepasados también hay una machi.

Desde hace más de 15 años con la obra recorre la Patagonia, gana premios, pero sobre todo se relaciona con comunidades, personas y experiencias mapuche a lo largo de todo el sur.

Andrea internalizó su pertenencia al pueblo mapuche durante la adolescencia en su Trelew natal, y la profundizó cuando se fue a estudiar a Neuquén. Dice, sin embargo, que el momento de mayor vínculo con sus ancestros lo tuvo cuando nació su hija.

El martes 4 de octubre estaba en la comunidad Lafken Winkul Mapu en Villa Mascardi terminando su tratamiento con la machi Betiana. Pero más de 150 miembros de la Policía Federal irrumpieron en el territorio y la llevaron detenida, junto a otras seis mujeres.

La obra de teatro se llama “Sueños de agua”.

Este 12 de octubre, la Coordinadora del Parlamento Mapuche de Río Negro organizó una movilización por las calles céntricas de Bariloche en “defensa del territorio”, reclamando la liberación de las seis mujeres que permanecen detenidas tras el desalojo de la comunidad en Villa Mascardi, y pidiendo una mesa de diálogo para el abordaje del conflicto en el sur. La movilización fue encabezada por mujeres mapuche.

Integrantes de diversas comunidades, organizaciones sociales, gremios enrolados en la Central de Trabajadores y Trabajadoras de la Argentina (CTA), partidos de izquierda, vecinos y vecinas participaron de la convocatoria que finalizó con discursos en el Centro Cívico de la ciudad.

La bandera que encabezó la marcha decía “Nunca más balas - Nunca más cárcel por defender el territorio”, a la que se sumaron dos telas blancas escritas con aerosol que señalaban: “Retorno ahora de nuestra machi Betiana a su rewe” y “Lof Lafken Winkul Mapu resiste”. 

Al finalizar la marcha y ocho días después del desalojo, Orlando Javier Carriqueo, vocero de la Coordinadora del Parlamento Mapuche, denunció la continuidad de un delito de lesa humanidad contra el pueblo originario, “desde la Conquista del Desierto hasta nuestros días”.

Planteó que el operativo organizado por el ministerio de Seguridad que conduce Aníbal Fernández y la formación de un Comando Unificado para actuar en la zona constituyen una acción de “terrorismo de Estado”.

“Es un gobierno nacional y popular que se dice defensor de los derechos humanos, pero para los indios no hay derechos humanos”, aseguró.

Andrea Despó canta, baila en “Sueños de agua”, utiliza unos pocos objetos, representa el despojo material que rodea la vida de la machi María Epul de Cañuqueo en el paraje Cerro Negro. “La puesta teatral rescata en su esencia esta historia y también condiciona su espacio y búsqueda estética a conceptos propios de la cosmovisión mapuche, para la que hombre-tierra-naturaleza-universo constituye un solo ser”, según escribió para presentar la obra.

Andrea cree que hombre-tierra-naturaleza-universo son un solo ser, y dice que para el pueblo mapuche es “muy importante que la machi esté bien”. La machi a la que se refiere es Betiana, integrante de la comunidad desalojada, madre de un bebé de pocos meses. A ella fue a verla el fin de semana anterior al desalojo, para que la ayude, la sane física y espiritualmente.

Durante el desalojo se quedó junto a otras mujeres frente a la casa de la machi, y “llegaron más milicos, nos rodearon, nos decían que nos tiremos al piso, la machi decía que le dejen sacar las cosas del bebé, a ella le tiraron un gas adentro de su casa”.

En 2017 Betiana se levantó como machi luego que el pueblo mapuche no tuviese, durante décadas, una líder espiritual al este de la cordillera. “Eso significa mucho”, dice Andrea a elDiarioAR, es “el retorno de nuestra cultura, nuestra fuerza, nuestra fortaleza, nuestra espiritualidad, y el cuidado de la mapu (tierra). Es muy importante”.

Un genocidio. Orlando Carriqueo dijo que lo que sufrió el pueblo mapuche fue un genocidio. Y que los asesinatos de Rafael Nahuel en 2017 y de Elías Garay en 2021 son continuidad de esa política de exterminio que comenzó durante la Conquista del Desierto, a fines del siglo XIX.

Ante el micrófono y durante diez minutos de alocución de Carriqueo giró en torno a un “pacto” entre los Gobiernos nacional y provincial que permita “crear las condiciones para profundizar las políticas extractivistas”. Pidió, en ese sentido, “que se levanten los permisos de cateo mineros, que haya consultas” a las comunidades. Dijo además estar en contra del desarrollo de los proyectos de hidrógeno verde en la Meseta de Somuncura.

Pidió finalmente la “devolución del sitio sagrado de la machi, el rewe, eso es importantísimo. Es una de las condiciones para sentarnos al diálogo”, dijo.

Andrea Despó encabeza la marcha de este 12 de octubre, un día después de recuperar su libertad. De las siete detenidas fue la primera en ser sobreseída y liberada. Dice ante el micrófono del acto que sufrieron “tortura psicológica” durante el encierro en las celdas de la Policía de Seguridad Aeroportuaria en Bariloche y en la cárcel de Ezeiza, que recién al quinto día de detención les informaron de qué delito están imputadas, que las palparon, desnudaron, que durante más de 12 horas de detención no pudieron tener contacto con su abogada.

¿Dónde estabas cuando comenzó el operativo de desalojo?- preguntó elDiarioAR. 

Nos estábamos preparando para el gillipun, ceremonia de comienzo del día, estaba dispuesta para partir a mi mapu en la costa de Chubut, y estaba esperando a la machi que iba a salir a hacer ceremonia. Empezaron a sonar los kul kul (instrumento mapuche) de aviso y empezamos a sentir disparos, y de repente muchos corrieron, nosotros estábamos esperando a la machi, y se sintieron los gases muy cerca. Fue entre las 7,30 y las 8, fue rapidísimo. Los gases empezaron a caer muy cerca nuestro. Entraron por la tranquera de la comunidad y los costados. Yo corrí hasta el rewe porque sabíamos que lo teníamos que resguardar y cuando agarraron a las otras lamien (hermanas) se llenó de milicos que nos decían ‘al piso o disparamos al piso o disparamos’, de hecho dispararon, no gases sino tiros, nos empujaron. Uno de ellos nos trató de una manera muy despectiva. Un milico nos dijo ‘así que a ustedes así les gusta vivir, al piso mierda o las matamos’, y yo le dije que era un viejo nazi y me dijo ‘a mucha honra’, y los demás lo estaban frenando porque me agarró del brazo y quiso tirarme.

Detuvieron a las mujeres, ¿qué pasó con los menores?

Algunos niños, pichis, salieron corriendo. Y ahí los perdimos. Los más pequeñitos, de cuatro años para abajo se quedaron con nosotras. Nos obligaron a bajar a la tranquera donde supuestamente estaba la jueza, y nunca estuvo. Nos empujaron hasta la ruta. La jueza y la fiscal aparecieron dos horas después, junto con la defensora de niños, porque los milicos decían que les iban a sacar los chicos a las lagmiens. Cuando se hace presente la jueza le pregunto dónde estaba la orden de desalojo y por qué apareció dos horas después de esta represión. Y me dijo ‘yo soy el papel’. De qué se nos acusa, le pregunté. ‘Secreto de sumario’, me respondió. No nos dijo nunca nada.

“Estado fascista vos sos el terrorista”, “las tierras robadas serán recuperadas”, “que se escuche, que se escuche, este territorio es de la Nación Mapuche”, “no estamos todas, faltan las presas”, cantan los y las participantes de la movilización.

Una intermitente nevisca acompaña la marcha por las calles céntricas de Bariloche. Turistas y estudiantes en viaje de egresados fotografían a los mapuche con sus ropas tradicionales, sus instrumentos, su wenufoye (bandera) que ondea al revés, con el rojo arriba. “El Estado nos vuelve a declarar la guerra, el rojo significa sangre”, explica Carriqueo a este medio.

Entre foto y foto algunos turistas aplauden.

Andrea Despó termina su mensaje ante quienes marcharon. Finalmente está a punto de viajar a Trelew para reencontrarse con su familia. Tal vez la próxima función de “Sueños de agua” incluya una escena del desalojo, un viaje en el tiempo que una la historia de la machi María con las órdenes de tirarse al piso, la persecución, los niños llorando, la defensa del rewe, los gases, los tiros, los kul kul sonando.