Segundo aviso masivo en cinco meses

La calle volvió a hablar: cómo se vivió la movilización en las inmediaciones del Congreso

elDiarioAR

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La segunda edición de la movilización en defensa de la universidad en lo que va de mandato de Javier Milei volvió a ser masiva y dejó un mensaje contundente en las calles a favor del financiamiento del sistema educativo gratuito en la Argentina. La circulación en la mayoría de los accesos laterales a la plaza y la señal en los celulares no fueron un inconveniente esta vez, a diferencia de la primera edición, hace cinco meses, cuando se congregaron a casi medio millón de personas, según reportaron por entonces universitarios.

De cualquiera manera, la movilización de este miércoles volvió a ser masiva y así lo demostraron las imágenes aéreas que mostraron los canales de televisión y distintos medios de comunicación. También el reclamo pareció ser más contundente que el anterior, tratándose de una decisión deliberada —aunque hasta esta noche aún no concretada— del presidente de la Nación, Javier Milei, de vetar una ley del Congreso que les otorga a las universidades públicas un mecanismo permanente de actualización presupuestaria para que ningún gobierno ponga en riesgo su funcionamiento; y a una altura del año en que la inflación ha sobrelicuado los ya magros sueldos de los docentes y no docentes.

“¡Hay que darle tiempo a Milei! Okey: 9…8…7…6…5…”, Jorge sostenía un cartel hecho por él mismo en medio de la plaza para reclamar por la universidad pública. “Vine en abril, pero como es sordo, hay que venir de vuelta”, advirtió contra el Presidente, cuando las inmediaciones del Congreso están desbordadas hasta en las calles aledañas por la marcha federal universitaria.

Alumnos, docentes y rectores se movilizaron en defensa de la universidad pública en las principales ciudades del país, en lo que fue un evento masivo con epicentro en la Plaza del Congreso. Los manifestantes lograron repetir la foto del pasado 23 de abril. Aún así, el Presidente tiene previsto firmar en las próximas horas veto de la Ley de Financiamiento Universitario.

El ruido de la marcha fueron cánticos contra la Casa Rosada, alentados con bombos y redoblantes. “A ver, a ver, quién dirige la batuta, si les estudiantes, o el Gobierno y la yuta, yuta…”, fue uno de los latiguillos de la tarde. En la protesta además se conseguían pañuelos azules en favor de la universidad, remeras de la UBA y sticker con el slogan “yo defiendo la educación pública”.

La protesta de cara al Palacio Legislativo fue multipartidaria y multisectorial. Banderas de centros de estudiantes, de sindicatos docentes y no docentes, se mezclaron en la plaza con la CGT y el gremio de la economía popular UTEP, la izquierda, el radicalismo y el peronismo. También el cruce generacional fue transversal: estudiantes y docentes conviven con jubilados, familias con niños y personas en soledad, como Jorge.

Susana y Osvaldo están casados, viven en la Ciudad de Buenos Aires y son médicos jubilados. “Egresamos de la Facultad de Medicina hace 50 años. Él en el '75 y yo en el '74”, cuenta ella, que llegó con un pañuelo azul atado a sus cabeza con frases en defensa de la universidad pública. “Tenemos tanta pobreza y tanta ignorancia que por eso nos gobierna un cómodo”, responde él. Sobre la importancia de la UBA, creen que se trata de una de las últimas prestaciones del Estado “con prestigio” y un catalizador para achicar las diferencias sociales: “Siempre buscó favorecer a los que menos tienen”. A su vez, pese a la magnitud de la convocatoria, ambos son pesimistas sobre la posibilidad que la protesta tuerza la mano del Gobierno. “No, no creo que cambie”, lamentan.

Entre los dirigentes que estuvieron presentes se destacaron la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner (desde el Instituto Patria, ubicado a metros del Congreso); el senador radical Martín Lousteau, que encabezó la columna del radicalismo; el excandidato presidencial Sergio Massa (Frente Renovador), que se mostró tomando mate en medio de la multitud y en un momento hasta se abrazó con Guillermo Moreno —exadversarios de la interna peronista—; el líder camionero Pablo Moyano, el piquetero trotskista Eduardo Belliboni y del exjefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta.

El Gobierno jugó fuerte para encajonar la marcha federal universitaria frente al edificio del Congreso. Con la intención de que la multitud que esperaba congregarse esta tarde no apareciera en las fotos tan junto al edificio parlamentario, la Casa Rosada desplegó un operativo de seguridad con un sinfín de efectivos y vallas alrededor del Palacio Legislativo. No ocurrió lo mismo en la manifestación de abril pasado, cuando el protocolo antipiquetes de Patricia Bullrich fue sobrepasado totalmente por la cantidad de personas que se movilizaron. Esta vez la ministra no quiso quedar en ridículo, y directamente decidió cortar el paso al tránsito.

El vallado policial se extendió por las arterias aledañas al Congreso, principalmente en el cruce de las avenidas Entre Ríos y Rivadavia. También estaba cortado el tránsito en el cruce de las calles Yrigoyen y Combate de los Pozos. Además había vallas en Combate de los Pozos y Riobamba, y había posts policiales en Rivadavia y Ayacucho. Las Fuerzas de Seguridad permanecieron dentro del vallado, sin contacto directo con los manifestantes.

Entre diciembre y agosto de 2024, el Gobierno nacional llegó a recortar hasta en un 30% las transferencias a universidades nacionales, según datos de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC). A esto se suma que la propuesta del Presupuesto 2025 plantea que las universidades reciban el año próximo unos 3,8 billones de pesos en su conjunto, la mitad de los 7,2 billones que exigen desde el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), la entidad que agrupa a los rectores de las universidades públicas.

Como en todas las movilizaciones, los influencers y blogueros libertarios, pieza central en el esquema militante del oficialismo, volvieron a estar presentes en la marcha universitaria y de corte opositora. Uno de ellos fue Fran Fijap, quien fue atacado a empujones cuando intentaba colarse en la filas del radicalismo, donde marcharon, además de Lousteau, el diputado Martín Tetaz, el senador Pablo Blanco y el exsenador Luis Naidenoff.

“Le estaba haciendo una pregunta Lousteau, me sacaron, me quisieron pegar y casi me roban”, denunció Fijap ante los medios allí presentes, entre ellos, elDiarioAR. La situación se extendió durante unos minutos más debido a la insistencia del youtuber, cuya actitud y presencia fue tomada como una precaución. La situación no pasó a mayores luego y, al final, fue corrido definitivamente por los propios simpatizantes presentes del radicalismo.

Varios manifestantes, consultados sobre si el mensaje logrará dar el brazo torcer al rumbo educativo del Gobierno, que hasta ahora se ha mostrado inflexible, se mostró pesimistas en diálogo con elDiarioAR. “El mensaje es claro, pero la verdad que la veo bastante difícil por la forma de confrontar del Gobierno, teniendo en cuenta cómo vienen manejando las cosas y toda esta cosa de que parece que todo es una burla tras burla tras burla”, cuestionó Daniela, quien trabaja en comunicación institucional.

La movilización concluyó pasadas las 5 de la tarde, con un acto en que se leyó un documento en contra del gobierno de Milei, a cargo de la presidenta de la Federación Universitaria Argentina (FUA), Piera Fernández, quien reclamó que el Presidente “promulgue la ley” de Financiamiento Universitario, que sancionó el Congreso.

Esta vez el escenario de la marcha tuvo una ubicación atípica que no pasó inadvertida: el lugar desde donde se leyó el documento oficial fue montado sobre el margen de la plaza en la calle Sáenz Peña de frente al palacio legislativo, en un aparente mensaje para los legisladores en el objetivo de que insistan en el proyecto de financiamiento, en caso de veto.

Además, el paisaje del escenario también cambió respecto de la foto de abril, que mostró mayormente a líderes sindicales. Esta vez eran mayormente jóvenes dirigentes estudiantiles. Una postal más fresca. Tras las palabras de Piera Fernández, la desconcentración se produjo en paz y sin reportes de inconvenientes ni de detenidos.

Fue el segundo aviso fuerte de la calle al gobierno de La Libertad Avanza: una señal de que la universidad pública es una institución que para los argentinos es cercana a lo intocable.

Con información de Manuel Casado y Deleo