La jueza federal María Eugenia Capuchetti decretó este domingo el secreto de sumario en la investigación sobre el atentado contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner mientras investiga por qué se borró el contenido del teléfono celular que se secuestró al atacante, Fernando Andrés Sabag Montiel, tras el intento de homicidio, informó a elDiarioAR una fuente directa del expediente.
Fue un fin de semana tenso en el Juzgado Federal número 5. El sábado, Página/12 publicó que cuando los peritos intentaron abrir el teléfono celular del agresor, apareció la leyenda “teléfono reseteado de fábrica”, lo que implicaría que se borró toda la información del dispositivo. El error ocurrió tras un fallido intento de la Policía Federal para desencriptar el dispositivo y su traslado a la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), según informó ese medio.
Capuchetti citó este domingo a los peritos de ambas fuerzas de seguridad que intervienen en la causa a declarar como testigos. Si bien se logró extraer el contenido de la tarjeta SIM y del chip del dispositivo -y este se encuentra bajo análisis-, restaba acceder y extraer el contenido del aparato.
Una hipótesis era que los peritos de la Federal, sin la contraseña, intentaron acceder con varios intentos fallidos que derivaron en el reseteo del teléfono, pero una perita de la PSA lo descartó ante la jueza, aunque sí puede haber sido por impericia de los peritos o por un borrado remoto, según la declaración a la que accedió elDiarioAR.
Camila Dafne Seren, una de las peritas interrogadas, dijo ser técnica de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), especializada en dispositivos móviles e inalámbricos, y es quien tuvo el peritaje del teléfono a su cargo, luego de que la Federal fallara en la pericia y la jueza derivara el teléfono a otra fuerza.
Seren suele peritar unos 3.000 teléfonos por año desde 2015, aseguró en su declaración testimonial. Explicó que la extracción de datos y análisis de los teléfonos suele realizarse con una herramienta forense denominada UFED, entre otras.
La jueza quería saber al menos dos cuestiones centrales: por qué el teléfono quedó inutilizado o formateado de fábrica y cómo recuperar su contenido. La perito afirmó que el sistema que utilizan las fuerzas -también lo utiliza PFA- no podría haber formateado por error o intencionalmente el teléfono “pero sí puede que se produzca algún error como el de Warning de letras rojas” (sic). “Ha habido muchos casos, dependen el modelo del teléfono y compatibilidad de ese modelo con la herramienta” forense que utilizan, aseguró.
“Puede pasar que al momento de realizar la extracción de datos haya una interrupción de esa comunicación con la herramienta y genere esa falla”, afirmó, “debido a que el equipo no tiene cargada la batería”, por “fallas en el funcionamiento de la carga o datos”, por “cable defectuoso” para la conexión entre el teléfono y la herramienta forense, o bien por “incompatibilidad con el teléfono”.
“Manualmente, tocándolo (al dispositivo) no puede suceder esto, siempre tiene que ser a través de una herramienta”. “La herramienta -dijo la perita- es la que modifica esa partición de sistema que hace que el teléfono produzca ese error”.
Tampoco puede producirse de manera remota. “Resulta necesario que el equipo de comunicaciones -el celular- se encuentre conectado mediante el cable de conexión a la herramienta”. Ni siquiera sería posible vía wifi, sostuvo.
Posibles causas
Sobre el formateo de fábrica del teléfono, la perita descartó que el borrado del contenido haya sido por ingresar varias veces claves erróneas porque se logró extraer la tarjeta SIM del dispositivo. Pero sostuvo dos posibilidades sobre qué pudo haber causado el borrado: un mal procedimiento por parte de quienes intervinieron en la extracción de datos en la pericia; o por un borrado remoto configurado por el usuario, sea Sabag Montiel o cualquier otra persona con acceso al teléfono desde un cuenta de Google, por ejemplo.
Si el teléfono era manejado desde una cuenta de Google, es posible consultar a dicha compañía si existió un ingreso remoto al dispositivo para programar un formateo de fábrica o borrado remoto. De lo contrario, sólo a través del dispositivo en poder de la Justicia no podría determinarse desde dónde se ordenó el borrado remoto.
ED