Habrá siga siga en el Ministerio de Desarrollo Productivo. Al menos por ahora Daniel Scioli mantendrá a los funcionarios que trabajaron bajo el mandato de su antecesor Matías Kulfas, quien dejó una carta bomba en su despedida. El exgobernador bonaerense viajará a Brasilia para ordenar su salida de la embajada. Y la semana próxima asumirá en su nuevo rol de ministro. En los últimos meses, Scioli se había convertido en un pivote entre el presidente y la vice.
En mayo, se había reunido con Alberto Fernández y Cristina Kirchner en el lapso de 48 horas. De paso por Buenos Aires, el ex motonauta alternó entre el Senado y la quinta de Olivos, llevando su prédica de optimismo y paz. Fue poco después del acto que protagonizó la vicepresidenta en el Chaco. “Hablé con Cristina y con Alberto. Ya lo dijo ella, aquí no hay pelea. El propio ministro de Economía, Martín Guzmán, marcó un camino hacia el futuro que tiene sus etapas y grandes obstáculos, como la pandemia. El Estado hizo un gran esfuerzo y se ve la recuperación del país”, afirmó Scioli por entonces.
El exgobernador es un sobreviviente de las internas peronistas desde hace casi tres décadas, cuando saltó a la política de la mano de Carlos Menem. En adelante no tiene en agenda modificar la estructura del ministerio que, hasta el sábado pasado, condujo Kulfas.
No existen definiciones aún sobre el futuro de los funcionarios de primera línea del ministerio. Un fuerte gesto de continuidad sería no remover a dos espadas de Kulfas. ¿Quiénes? El secretario de Industria, Economía del Conocimiento y Gestión Comercial Externa, Ariel Schale; el de la Pequeña y Mediana Empresa y los Emprendedores, Guillermo Merediz. Schale tiene diálogo fluido con Scioli. Y fuentes del ministerio apuestan (y a su vez desean) el siga siga de la estructura vigente.
La designación del embajador en Brasil tampoco implica un giro político radical en el equilibrio de fuerzas dentro del Frente de Todos. “Con nosotros tiene una relación estupenda”, afirman cerca del ministro de Economía Martín Guzmán. En marzo pasado, Guzmán y Scioli compartieron gira por París. En la capital de Francia firmaron la adhesión de la Argentina a la Agencia Internacional de la Energía, dependiente de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
“Hay una línea de identidad en él: se sube a cargos cuando los demás se quieren bajar. En 2001 apostó por Adolfo Rodríguez Sam. En 2003, en vez de ir como candidato en la Ciudad se la jugó como compañero de fórmula presidencial junto a un ignoto Néstor Kirchner. Si bien tiene un espíritu medido, hace apuestas audaces”, analiza un dirigente de histórica cercanía con Scioli. Se refiere a que, en un contexto de crisis política y económica, preservarse en la embajada de Brasil era una opción más segura y conservadora.
Respecto de la posibilidad de anotarse para la carrera presidencial en 2023, su ex funcionario opina que es una chance improbable mientras Alberto Fernández mantenga su plan de ir por la reelección. Resume: “Quiso ser en 2015 y todavía anhela ser presidente. Pero a la vez es respetuoso de las formas institucionales”.
Hace dos semanas, en el Ministerio que conducirá Scioli se concretaron una serie de modificaciones. La Subsecretaría de Economía del Conocimiento pasó a tener rango de Secretaría, incluido el ascenso de María de los Ángeles Apólito. El área de Desarrollo de Proveedores y Compre Argentino subió a Subsecretaría.
Hubo más cambios de organigrama. Se creó la Coordinación Nacional de Empresas Públicas Industriales (CONEPI) y el Consejo Nacional de Desarrollo Siglo XXI (CONADE XXI). La CONADE apunta a impulsar el llamado Plan Argentina Productiva 2030, cuyo Director Ejecutivo es Daniel Schteingart.
A fines del año pasado, Scioli aseguró que el proyecto de construcción del gasoducto entre Vaca Muerta y Brasil es “la obra binacional más importante de la historia”. Y calculó que podría concretarse hacia fines de 2023.
“Tenemos grandes proyectos por delante a punto de concretarse, entre ellos, el gasoducto que permita llegar con el gas de la Patagonia a la frontera con Brasil. La veo como la obra binacional más importante de la historia”, señaló a Télam Radio.
El ex candidato a presidente por el Frente para la Victoria en 2015 sostuvo que “Argentina tuvo con Brasil unos 52.000 millones de dólares de déficit comercial en los últimos 15 años”, y planteó que “la manera de que podamos encauzar esto es que podamos exportar cada vez más energía, porque sabemos que son cifras muy importantes y en este caso va a también a retroalimentar el circuito virtuoso de inversiones que necesitamos para Vaca Muerta”.
En las últimas horas, el titular de la Confederación General Empresaria de la República Argentina (CGERA), Marcelo Fernández, celebró la llegada de Scioli. “Esperamos que siga con las políticas que se vienen desarrollando en el Ministerio”, sostuvo Fernández. El empresario además afirmó que los industriales esperan que Scioli le dé continuidad a las políticas de “subsidios de tasas y de apoyo a las pymes”.
AF/MG