Pese a que la Asociación del Fútbol Argentino decidió hace dos semanas extender hasta 2030 el contrato que le otorga los derechos de transmisión local al gigante The Walt Disney Company -que viene de comprar Fox y fusionarla con ESPN-, la operación enfrenta obstáculos considerables. Revelado ayer por elDiarioAR, el primero y más importante es el criterio que el presidente Alberto Fernández ya le transmitió a sus ministros: las empresas deben desinvertir para cumplir con la ley y evitar la posición dominante que hoy exhiben. Se suma ahora un segundo y es el dictamen de 35 páginas que la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia le elevó a la secretaria de Comercio Paula Español el 5 de noviembre pasado.
Pese a que el presidente tiene funcionarios que promueven un acuerdo con Disney a cambio de la cesión de derechos de televisación, el informe -que toma como punto de partida la ley 27.442 de Defensa de la Competencia- aporta una larga lista de evidencias que sugieren una intervención estatal en el sentido contrario.
El texto es una ampliación de un primer documento presentado en marzo del año pasado, que incorporó después información de la “megafusionada”, cuestionamientos de la competencia y denuncias de cableoperadores. Los cableoperadores, entre ellos Alberto Pierri, de Telecentro, cuestionan la operación global que cambió por completo el mapa de la televisión paga en Argentina.
La compra de Twenty-First Century Fox Inc por Disney derivó en un conglomerado que hoy concentra el 64% del mercado de señales deportivas por operador de televisión paga. Fox Sports, Fox Sports 2, Fox Sports 3, ESPN, ESPN 2, ESPN 3, ESPN+ y ESPN Extra pasaron a tener un sólo dueño. Con sus tres señales deportivas básicas, Fox ocupa el 32,7% del mercado de televisión paga y, con las cuatro de ESPN, Disney concentra otro 31,3% del mercado. Por fuera, sólo existe TyC (32,4%) y DeporTV (3,5%).
De acuerdo con el dictamen de Defensa de la Competencia: “La operación trae como consecuencia que la empresa fusionada contaría con 7 de las 9 señales deportivas básicas y con casi dos terceras partes del total del rating de señales deportivas, además de la señal Fox Sports Premium que transmite partidos de la Superliga Argentina de Fútbol. Se deduce también, que, como consecuencia de la operación, el número de competidores pasaría de tres a dos”.
Las consecuencias de esa transformación son múltiples y se verifican en distintos terrenos, donde se acumulan los cuestionamientos y denuncias de empresas como Telered Imagen S-A -propiedad del Grupo Clarín y dueña de TyC-. Teléfonica, Telecentro y DirecTV. En una verdadera pelea entre gigantes, Fox y Disney buscaron argumentar en su favor que se enfrentan el poder de negociación de los principales operadores de televisión paga -Cablevisión y DirecTV-, quienes reúnen el 70% de la audiencia.
ESPN y FOX SPORTS tienen la tajada principal de su negocio en la transmisión de eventos deportivos internacionales de alta relevancia. La Copa Libertadores (FOX), la Copa Sudamericana (ESPN) y la Recopa Sudamericana, la Champions League (FOX e ESPN), la Europa League (FOX e ESPN), la liga inglesa (ESPN), la liga española (ESPN), la liga italiana (ESPN), la liga francesa (ESPN), la liga holandesa (ESPN), la liga belga (ESPN) y la liga alemana (FOX), además del básquet de la NBA (ESPN), los torneos de tenis Grand Slams y del circuito ATP (ESPN), los torneos de automovilismo como Fórmula 1, Fórmula 2 y Fórmula 3 (FOX), y torneos de rugby como el Mundial y el Seis Naciones.
En base a ese poderío incomparable, no sólo pueden ganar la disputa de fondo con otros gigantes como Turner Internacional -que pretendía quedarse con el 100 % de los partidos del futbol local- sino también imponer condiciones en las negociaciones con cableoperadores.
Ante la Comisión de Defensa de la Competencia, las empresas distribuidoras ratificaron que las señales deportivas son muy relevantes debido a la transmisión de eventos deportivos en vivo, que los usuarios consideran fundamental para incluir en la grilla de señales.
Entre sus conclusiones, el informe apunta un dato clave en el marco de la batalla del gobierno contra los precios en el año electoral: “El incremento sustancial de la concentración como resultado de la operación implicaría un aumento significativo en el poder de mercado y de negociación de las empresas, con la posibilidad de potenciales aumentos de los precios de las señales y de los abonos que pagan los consumidores finales”, dice.
Además, remarca que, dado que las empresas comercializan sus señales de manera paquetizada, el aumento de poder de mercado en las señales deportivas podría trasladarse al resto de sus señales de televisión paga en detrimento de los consumidores, que también por esta razón podrían ver incrementado el valor del abono de televisión paga y podrían recibir una oferta más reducida, menos variada y con productos de menor calidad.
Por último, la “paquetización” mencionada podría evitar o retrasar el surgimiento en Argentina de nuevos operadores y/o de nuevas formas de comercialización de señales de televisión paga, como ser el “skinny bundle”, servicios de streaming, OTT, impidiendo o demorando la competencia y la innovación en el mercado de televisión paga.
El informe concluye sosteniendo que “la operación de concentración económica notificada tiene la potencialidad de restringir o distorsionar la competencia, de modo tal que puede resultar perjuicio para el interés económico general, en relación con el mercado de señales deportivas de televisión paga”.
Con la firma de su presidente Rodrigo Luchinsky -además de los vocales Balbin Griffa Díaz, Pablo Lepere y Guillermo Pérez Vacchini-, la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia incluye una mención al índice de Herfindahl-Hirschman (IHH) como otro indicador que mide la concentración del mercado y considera que una operación puede no ser problemática desde el punto de vista de la competencia si el mercado resultante presenta un valor inferior a los 2000 puntos. Para el Departamento de Justicia y la Comisión Federal del Comercio de Estados Unidos, los valores superiores a 2500 puntos son característicos de un mercado altamente concentrado.
La fusión de Disney arroja un valor post operación del IHH que asciende a 5166 puntos lo que muestra un mercado altamente concentrado. Es por eso por lo que recibió cuestionamientos en Estados Unidos, México y Brasil, que ordenaron la desinversión de activos. El dictamen especifica que el 23 de septiembre de 2019, el Departamento de Justicia de Estados Unidos acordó con las empresas la desinversión de todos los activos asociados a 22 señales deportivas regionales que pertenecían a Fox, 21 de las cuales fueron adquiridas por el grupo multimedios Sinclair Broadcast Group. La red regional correspondiente a Nueva York fue adquirida por un conjunto de inversores, entre los que se encontraba la propia Sinclair, los NY Yankees, Amazon y Redbird Capital.
En el caso de México, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) aprobó la operación sujeta a desinversiones y condicionamientos. Ordenó la desinversión de todos los activos relacionados con la provisión y el licenciamiento de los canales deportivos de FOX (FOX SPORTS) y prohibió que DISNEY provea y licencie los suyos (ESPN) con los de FOX y adquieran o produzcan contenidos deportivos en conjunto.