Nacionalizar la campaña porteña para limar a Javier Milei. En la última curva de rumbo a las generales del 14 de noviembre, esa será la estrategia del larretismo en la Capital. Machacar con la idea de que el voto estratégico para perjudicar al Frente de Todos tiene un único destino posible: optar por la boleta de Juntos por el Cambio. En concretísimo, si la boleta cambiemita subiera 3 o 4 puntos respecto a lo obtenido en las PASO, la coalición opositora podría rascar una banca para diputados nacionales más en la ciudad.
El despliegue de ese speech evitará centrarse en la figura de María Eugenia Vidal. La hoja de ruta amarilla indica repartir el peso de la campaña entre otros candidatos, como el economista Martín Tetaz, el exministro aliancista Ricardo López Murphy y el lilito Fernando Sánchez. La división de roles será también geográfica: Tetaz recorrerá el sur de la Capital; López Murphy, el norte: y Sánchez, el centro. El lilito cuenta con un incentivo extra para agrandar el 48,79% que sumaron las tres listas de JxC que compitieron en las primarias: es el octavo aspirante de la boleta. Si la coalición repitiera ese porcentaje, reteniendo los puntos alcanzados por los tres espacios, Sánchez se quedaría afuera del Congreso. Necesita superar los 50 puntos para entrar.
¿Cómo lograrlo? Por dos vías. Una es que suba la participación de votantes en la zona oeste y norte de la Ciudad. Según el rastrillaje del team larreteano, ahí todavía hay jugo electoral para exprimir: sobre todo, personas de más de 60 años que no fueron a votar el 12 de septiembre y, se supone, son público casi cautivo del cambiemismo.
El otro punto es explotar el voto útil grietero en perjuicio de Milei. Así lo sugieren las encuestas que hizo la consultora Aresco para el oficialismo porteño. Según esos estudios, un 15% de los 11 puntos que obtuvo López Murphy en la PASO se iría a Milei. En compensación, un 14% de votantes del libertario Milei analiza cambiar hacia Vidal. Pero a la vez a la exgobernadora quizás le cueste retener lo sacado por ella misma en las primarias: un 4% de su base de apoyo mira con agrado la propuesta de Milei.
Aun en un escenario optimista para Horacio Rodríguez Larreta, JxC bajará su performance parlamentaria respecto a las legislativas de 2017. El frente opositor pone en juego 10 de las bancas que había conseguido hace cuatro años: 8 de Cambiemos y 2 de Evolución, el espacio de Martín Lousteau. Si bien los diputados loustoistas entraron al Congreso por la puerta de la oposición, hoy forman parte de JxC. Y en especial, son aliados del larretismo. El Frente de Todos podría quedarse con tres diputados. Libertad Avanza de Milei, con dos. Y el Frente de Izquierda está a un paso de alcanzar una banca. Opositor a Larreta hasta 2017, ahora Lousteau mira el 2023 con ilusión personal. Cuenta con dos opciones en el menú: ir por la sucesión del alcalde porteño o animarse a pelear por la presidencia.
Tras la ola cambiemita de las PASO, abundan las especulaciones optimistas en JxC. Con un ojo y medio puesto en el proceso que empezará el 15 de noviembre, el día posterior a las legislativas, los radicales enumeran cuatro precandidatos a presidente. ¿Quiénes? Facundo Manes, Gerardo Morales, Alfredo Cornejo y Lousteau.
“Vamos a llegar a 2023 con la gente convencida de que hacen falta las reformas. Pero si no es así, podemos implementar una consulta popular al respecto ”, explicó el economista y candidato a diputado por la Capital Martín Tetaz. La afirmación de Tetaz se dio en el ciclo “Medio Término: Rumbo a las elecciones”, organizado por la Cámara de Comercio de Estados Unidos en Argentina (AmCham). Frente a periodistas y empresarios, el candidato radical dio detalles sobre su mirada de la situación política y económica.
“Se adelantó todo. El 2023 se dio en 2021. Y vamos a gobernar con mayoría en ambas cámaras. No es como pasó en 2015, que Mauricio Macri gastó los dos primeros años en sumar gobernabilidad ”, afirmó exultante. No es el único dirigente cambiemita que percibe esa modificación del sentido común en favor de las reformas de mercado. Si en la campaña de 2015 Macri escondía su agenda ideológica, en el 2021 Larreta blanqueó su intención de terminar con las indemnizaciones por despido. Y lo hizo antes de ir a las PASO. El empleo registrado a la baja desde hace una década amortigua el impacto antipático de ese discurso.
AF