Christie Dashiell en Buenos Aires: la voz del jazz afroamericano llega a Bebop Club para celebrar el Día Internacional del Jazz

Christie Dashiell canta desde que tiene memoria. En su casa en Carolina del Norte, donde creció rodeada de instrumentos, voces y ritmos, la música no era un pasatiempo: era la lengua materna. Su padre, el bajista Carroll Dashiell Jr., le enseñó los fundamentos del jazz y del groove antes de que pudiera escribir su nombre. En esa casa, el soul, el gospel y el rhythm and blues no competían: convivían. Esa convivencia, hoy, es la esencia de su estilo.
El próximo miércoles 30 de abril y jueves 1 de mayo, Dashiell llega a la Argentina para presentarse en Bebop Club, en dos funciones por noche, como parte de la celebración del Día Internacional del Jazz. Lo hará acompañada por un grupo de músicos argentinos reconocidos en la escena local: Mariano Loiacono, Sebastián Loiacono, Ernesto Jodos, Mauricio Dawid y Sergio Verdinelli.
Con una voz cálida, técnica precisa y un fraseo que recuerda a las grandes vocalistas del género, Dashiell es una de las artistas más destacadas de la nueva generación del jazz vocal afroamericano. Su recorrido combina formación académica rigurosa —es egresada de la Universidad de Howard y de la Manhattan School of Music— con un desarrollo artístico fuertemente anclado en la improvisación y en el cruce de tradiciones. Su paso por el conjunto vocal Afro-Blue y su participación en el programa televisivo The Sing-Off la dieron a conocer en un ámbito más amplio, pero fue su primer disco, Time All Mine (2016), el que la posicionó entre las voces más sólidas del circuito.
“Mi trabajo se basa en las raíces de la música negra estadounidense. Hay una narrativa ancestral en lo que hacemos: nuestras canciones hablan de libertad, de dolor, pero también de alegría y de resiliencia”, dijo Dashiell en una entrevista reciente con WBGO, la radio pública de jazz de Nueva York. En su nuevo álbum, Journey in Black, explora esa narrativa desde una mirada contemporánea. Con temas propios y arreglos que rinden homenaje a sus referentes, el disco es una declaración de identidad: artística, política y espiritual.
La producción del disco fue apoyada por Chamber Music America, y contó con colaboraciones de nombres como Shedrick Mitchell, Marquis Hill y Dianne Reeves, esta última en rol de mentora artística. “Dianne me enseñó a no tener miedo de mostrar quién soy, incluso cuando no encajo del todo en lo que la industria espera”, comentó Dashiell.
Además de su carrera como solista, ha participado en proyectos con Wynton Marsalis, Sweet Honey in the Rock, la Jazz at Lincoln Center Orchestra y el colectivo discográfico Blue Note, entre otros. Como docente, da clases en tres universidades: Temple, Howard y el Distrito de Columbia. La pedagogía, para ella, es otra forma de preservar y transmitir la historia del jazz.
Su presentación en Bebop Club marca su debut en Argentina. Y lo hace en el marco de una fecha cargada de sentido simbólico: el Día Internacional del Jazz, instaurado por la UNESCO para celebrar esta música como herramienta de diálogo, respeto y encuentro entre culturas. En un presente global atravesado por tensiones sociales y divisiones políticas, la voz de Dashiell aparece como un recordatorio del poder del arte para construir puentes.
Las entradas ya están a la venta, con localidades desde $25.000. Se esperan noches intensas, con una artista que no solo canta: cuenta, reza y conversa a través de la música.
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