El gran apagón: qué es el cero absoluto

Lo que parecía imposible ocurrió. Millones de usuarios españoles y portugueses se quedaron sin luz este lunes en toda la Península Ibérica a partir de las 12.32, hora española. Transportes colapsados, caos circulatorio, telecomunicaciones caídas, protocolos de emergencia activados en hospitales, acopio de víveres en supermercados. Nerviosismo en las calles y en los hogares, con España sacudida por el mayor apagón de su historia reciente, cuyas causas están aún por esclarecer.
Este insólito episodio, provocado por una “oscilación muy fuerte en los flujos de potencia de las redes”, según explicó en una comparecencia el director de Servicios a la Operación de Red Eléctrica de España (REE), Eduardo Prieto, se ha debido a “una pérdida de generación muy importante” que ha provocado la desconexión del sistema eléctrico ibérico con Francia ante la “ausencia de tensión total”. En concreto, el Gobierno lo achaca a la “súbita desaparición” del 60% de la energía que se estaba produciendo, 15 gigavatios, durante un lapso de apenas cinco segundos.
El sistema que comparten España y Portugal, prácticamente una isla energética respecto al resto de Europa, ha “colapsado llevando a una situación de ausencia de tensión”, indicó Prieto, que no quiso entrar en las causas: “Nuestra principal prioridad es reponer el suministro” y “habrá tiempo para analizar con todo detalle”, indicó.
Este proceso de cero absoluto, como se le denomina en el sector, y consiguiente colapso del sistema eléctrico en todos los nudos de la red, “absolutamente excepcional y extraordinario”, en palabras del directivo de REE, impide recuperar el suministro de un momento para otro. Los niveles de tensión deben restablecerse de manera paulatina, manteniendo siempre el necesario equilibrio constante entre oferta y demanda, mediante unos planes de reposición previamente definidos por REE, la dueña de la red de alta tensión y operador del sistema, con el resto de agentes del sector, y apoyándose en las interconexiones y en las centrales de gas (ciclos combinados) e hidroeléctricas.
Recuperación gradual
Esto explica que las primeras zonas en recuperar de manera gradual el suministro eléctrico en esta caótica jornada fueran algunas áreas del sur de España y de Catalunya, las más cercanas a los sistemas eléctricos de Francia y Marruecos, gracias a las interconexiones con esos países. También se pudo ir restableciendo el servicio de forma más rápida en las regiones que tienen un parque potente de generación.
A media tarde del lunes se había recuperado el servicio de manera gradual en algunos puntos de Catalunya, Aragón, País Vasco, Asturias, Navarra, Castilla y León y Andalucía y, más tarde, en algunas zonas de Madrid. Esta región es conocida por ser un sumidero energético que depende de la electricidad que produce el resto de España.
Como explicó REE, la recuperación paulatina por el norte y el sur peninsular en primera instancia ha sido “clave para atender progresivamente el suministro”. “Es un proceso que conlleva la energización paulatina de la red de transporte a medida que los grupos de generación se acoplen”.
Pasadas las 21.00 horas había 9.200 megavatios (MW) repuestos, un 35,1% de la demanda prevista a esta hora, según REE. “En las próximas horas está previsto que este proceso pueda continuar”, propagando tensión en diversas zonas a medida que haya generación disponible para “recuperar a normalidad en todo el territorio”, indicó el directivo.
La pérdida de suministro eléctrico exterior obligó a la parada total de las centrales nucleares, declaradas en situación de prealerta de emergencia por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN). A media tarde del lunes las de Almaraz (Cáceres) y Cofrentes (Valencia) ya lo habían recuperado.
“Este apagón tendrá importantes repercusiones en las políticas energéticas de la Unión Europea. Si bien el sistema ibérico ha demostrado su capacidad de recuperación, el incidente refuerza la necesidad de acelerar las inversiones en interconexiones eléctricas entre países miembros y en sistemas de almacenamiento energético que puedan proporcionar respaldo en situaciones de emergencia”, apunta en un texto publicado en The Conversation la catedrática de Historia e Instituciones Económicas Mar Rubio.
Las causas de esta situación extraordinaria se esclarecerán en los próximos días y pueden ir de una caída de la generación renovable a un ciberataque, un accidente fortuito o un problema de sobrecarga en las redes.
El presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, apuntaba en las primeras horas de esta crisis sin precedentes en España a un ataque informático como posible origen. Pero desde Bruselas la comisaria y ex ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, decía no tener datos para poder hablar de un boicot o un ciberataque. No se descarta “ninguna hipótesis”, decía horas después el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que en una declaración institucional a media tarde afirmó que no había todavía “información concluyente sobre los motivos”. Ya cerca de las 23.00 horas insistía Sánchez en que no se descarta ninguna posible causa.
Este cero absoluto, un escenario que la presidenta de Red Eléctrica (REE), Beatriz Corredor, había descartado en varias ocasiones, se produjo cuando poco después de las 12.30 el consumo instantáneo rondaba los 25.184 megavatios (MW). La demanda se desplomaba en picado hasta los 12.425 MW, frente a una demanda prevista de cerca de 27.000 MW.
Tras esa virulenta oscilación se desconectó en cascada el sistema eléctrico peninsular, en un episodio que también tuvo un reflejo puntual en algunas zonas del sur de Francia. El primer ministro luso, Luís Montenegro, apuntó a España como origen del problema.
Con el excepcional incidente de este lunes se ha materializado el gran apagón que Corredor descartaba, por ejemplo, en noviembre de 2021: “No tenemos ningún indicio objetivo que nos alerte de un problema grave de suministro”, decía la ex ministra hace poco más de tres años.
Entonces, meses antes de la invasión rusa de Ucrania, y con la crisis energética en Europa ya en marcha, Corredor subrayaba que España tiene “uno de los sistemas eléctricos más seguros y evolucionados del mundo”. No estaba sola. Entonces, media docena de expertos del sector eléctrico calificaban la hipótesis del gran apagón de “imposible”.
Entre ellos, el expresidente de REE Jorge Fabra, que este lunes confesaba en RNE que un cero nacional es una situación “de muy complicada gestión”. “Esto es lo más grave que yo he visto”, decía el también ex consejero del CSN y la Comisión Nacional de la Energía (CNE).
El apagón masivo y la declaración de crisis de electricidad llevó al Gobierno español a dar traslado de la situación a la Comisión Europea mediante la Representación Permanente y el Electricity Coordination Group, así como directamente a los Estados miembros vecinos y a la red europea de Gestores de Redes.
La vicepresidenta del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, el secretario de Estado de Energía, Joan Groizard, y la Dirección General de Política Energética y Minas se desplazaron tras el apagón al CECOEL (Centro de Control de Electricidad) de Red Eléctrica, durante la coordinación de las actuaciones para recuperar el suministro. Posteriormente la vicepresidenta participó en las reuniones del Consejo de Seguridad Nacional y la Dirección General de Coordinación y Planificación Energética se reunió en el CECOR (Centro de Coordinación) del Ministerio del Interior.
A las 20.35, estaban reestablecidas 350 subestaciones de 680 (51%). El 35,1% de demanda energética estaba “atendida” (9.146 MW), según explicó Aagesen en su cuenta de la red social Bluesky. A las 22.00 horas, el 43,28% de demanda energética estaba atendida (11.899 MW) y se habían reestablecido 421 subestaciones de 680 (62%, según Transición Ecológica). A esa hora, un 68% de los clientes de Iberdrola habían recuperado el suministro energético.
En el caso de Endesa, la eléctrica con la mayor red de distribución en España, a las 19:15 horas, se había recuperado el suministro de cerca de 3,5 millones de clientes, más de un tercio de los gestionados por su filial, e-distribución en Aragón, Cataluña, Andalucía y parte de Extremadura, sus zonas de distribución.
Por su parte, Naturgy indicó que “se encuentra en permanente contacto y colaboración con las autoridades que gestionan la crisis para coordinar la respuesta a esta situación”. “Todas las instalaciones críticas de la compañía han aplicado los planes de contingencia correspondientes para garantizar la seguridad de equipos y personas”.
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