El despoder lo puso locuaz. Mauricio Macri ya casi no especula en sus declaraciones públicas. No maquilla ni disimula sus opiniones, a riesgo de caer en el sincericidio. El expresidente revela que, en plena barranca abajo de la economía en 2018, cortaba a las siete de la tarde para desenchufarse con una serie de Netflix. Y asegura que la pandemia es una gripe apenas agravada. Como aconseja el Arte de Vivir, esa especie de filosofía con aire new age que él practica: si sucede, conviene. Con esa mezcla de desparpajo y desdén por las certezas de la vieja escuela política, llegó bastante lejos. Y ahora, alejado del estrés diario de La Rosada, tiene menos motivos para impostar. O al menos así lo entiende el newman boy de 62 años.
En su última aparición mediática en Radio Rivadavia, eligiendo a conciencia a sus entrevistadores, Macri blanqueó su agenda ideal para las legislativas: que María Eugenia Vidal sea candidata a diputada en la provincia de Buenos Aires. Y algo más: que Horacio Rodríguez Larreta ordene el ajedrez amarillo para evitar una pelea fraticida en las PASO.
El expresidente quiere eludir que las primarias sean leídas como una puja por el liderazgo de Juntos por el Cambio entre él y Rodríguez Larreta. Así serían inevitablemente interpretados los choques entre Vidal y Patricia Bullrich en la Capital, y el de Diego Santilli y Jorge Macri en la Provincia. El subtexto del pedido incluye una ofrenda de bandera blanca hacia Rodríguez Larreta: no adelantar el parricidio contra el fundador del PRO. A cambio, Macri se muestra como una suerte de león herbívoro y reconoce que el alcalde porteño está ubicado en la pole position cambiemita para el 2023.
“Creo que Larreta está muy bien posicionado para presidente en 2023, pero hoy hay que jugar el 2021. Hoy tiene que lograr un consenso para evitar las PASO. Y sino, ayudar a que las PASO sean constructivas, ese es el camino que tenemos que trazarnos”, le dijo a Eduardo Feinmann.
Macri les pidió “generosidad” a todos los dirigentes de Juntos por el Cambio para “no poner sus proyectos personales por delante en este momento, el momento será el 2023, pero no hay 2023 sin 2021″. ”Lo importante en este momento es que en esta elección, la más importante desde la vuelta de la democracia, Juntos por el Cambio esté parado, compacto y firme para defender la república“, expresó.
Sobre el pedido de Miguel Ángel Pichetto para que sea el primer candidato a diputado en la Ciudad de Buenos Aires, aseguró: “No hace falta que haga eso; yo me corro de cualquier lugar de competencia personal, no me interesa”. Y agregó: “Espero poder ayudar a que evitemos internas innecesarias y, donde sean necesarias, que sean constructivas, que nos agreguen volumen, pero hay que entender que lo más importante es el equipo”.
Vidal, sin embargo, ya no reconoce liderazgo alguno sobre si figura. Ni el de Macri, ni el de Rodríguez Larreta. La exgobernadora definirá su futuro electoral en función de un criterio único: el de su propia conveniencia. Tal cálculo la coloca más cerca de postularse en la amigable Capital. Por eso le tendió un puente a Patricia Bullrich, durante una charla por zoom que compartió con Elisa Carrió. Fue el lunes pasado, durante el seminario de “Formación teórica y práctica de la acción política” que protagonizó con Carrió.
Vidal destacó el papel que tuvo la exministra de Seguridad en 2019: “Le puso el cuerpo después de un momento difícil”. Y afirmó que “las mujeres entendemos el valor de la unidad de una sociedad que nos pide que pongamos un límite al Gobierno y consolidemos una alternativa de esperanza”. El abrazo de oso vidalista apunta a que Bullrich baje a ser tercera en la boleta de diputados porteños, para ahorrar el choque violento que podría generar una PASO.
En la Provincia, Larreta y Santilli pusieron en marcha un operativo contención parecido. El destinatario es Jorge Macri. ¿El mensaje? Que decline a competir contra Santilli en una PASO. El intendente de Vicente López contaba con el aval de su primo Mauricio. Pero el resto de los intendentes amarillos lo están dejando cada vez más solo en su aventura de desafiar al vicejefe de Larreta.
El lunes por la noche, Larreta y Santilli visitaron Lanús junto al intendente local Néstor Grindetti. También estuvieron el de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, Guillermo Montenegro (Mar del Plata), Julio Garro, de La Plata, y Héctor Gay de Bahía Blanca, más el diputado Cristian Ritondo. Jorge Macri faltó.
“Esto no es detrimento de Jorge. Pero él tiene que entender que acá nos jugamos 2021, no el 2023. Y tenemos que elegir al mejor candidato para esta vuelta. Jorge puede ser candidato a gobernador tranquilamente en 2023”, comenta uno de los mandatarios. Y augura: “Jorge va a terminar aceptando. La historia nos da la razón. En 2017, Esteban Bullrich le ganó a Cristina Kirchner la legislativa. Y en 2019 perdimos como en la guerra. Ahora necesitamos una lista de unidad de todo el espacio”.
AF