Sobre la hora, entre tensiones y resistencias, Roberto Feletti lanzó el plan de congelamiento de 1432 productos. Su debut, como nuevo secretario de Comercio Interior, estuvo cruzado por una apuesta que tuvo dos componentes: la urgencia del Gobierno por frenar los aumentos y remarcaciones que se registraron en septiembre y se aceleraron en octubre, y el desafío de, contra reloj, lograr un acuerdo con el mundo empresario.
Feletti buscó un punto de entendimiento que derivó el martes al atardecer en la firma de una resolución de congelamiento, retroactivo al 1 de octubre y hasta el 7 de enero, medida que formó parte de un “acuerdo parcial” con algunos sectores de la producción y la comercialización -algunos como Molinos Río de la Plata se opusieron abiertamente, al punto que de los 130 productos objetados, 68 son de esa firma- y que tiene por delante el otro desafío: lograr que la disposición se haga efectiva.
Ante el recelo empresario, la carta oficial es que funcione el dispositivo de control. Como el universo más crítico, no solo por la fiscalización sino también por el impacto inflacionario, es el conurbano, Feletti se reunirá esta tarde con el gobernador bonaerense Axel Kicillof, el ministro de Producción de la provincia Augusto Costa y un grupo de intendentes del Gran Buenos Aires para avanzar con los operativos de control.
El encuentro será a las 17 horas en La Plata. El flamante funcionario quedó al frente de la negociación, su primera prueba de fuego, que estuvo cruzada por el momento político del Gobierno. En Casa Rosada tradujeron como “desafío” la actitud de Molinos y de Daniel Funes de Rioja, titular de la COPAL, que antes de la reunión del martes emitió un comunicado crítico de la propuesta oficial.
“Es para ponernos a disposición desde la provincia y con los principales intendentes del AMBA del nuevo secretario para el control de precios”, explicaron a elDiarioAR desde la provincia. Costa, ministro de Producción, que ocupó el cargo de Feletti durante el tramo final de la gestión de Cristina Kirchner, mientras Kicillof era ministro de Economía.
Como ministro de Producción bonaerense, de Costa depende el dispositivo de fiscalización, que se coordina con los grupos de inspectores que tienen los municipios, y se pondrá a disposición de Feletti para desplegar controles en los próximos días. Ese sistema se activó durante la pandemia cuando se registró una escalada de precios. Funcionaron, sobre todo, en las grandes cadenas de venta -los hipermercados- y en los supermercados de cercanía -los super chinos-, que concentran el grueso de la comercialización minorista.
La presencia de Kicillof, anunciada desde la provincia, aporta un doblez político: el gobernador ha planteado antes la necesidad de políticas para el control de precios y, como en todas las mesas de arena del Frente de Todos, la inflación aparece como uno de los principales problemas que tuvo su impacto negativo, junto a otros factores, en las elecciones.
Sobrevuela, además, un clima de pulseo entre el sector empresario y el gobierno de Alberto Fernández, que está vinculado con el momento político. De ahí que Kicillof, además de Costa, participe en la reunión programada para esta tarde, como un mensaje de respaldo a Feletti que, al menos en la pública, negoció casi en soledad con los empresarios. El martes, día clave, Fernández estaba en Chubut con su parte de su gabinete, entre ellos Matías Kulfas, el ministro de Desarrollo Económico. Juan Manzur, el jefe de Gabinete, estuvo en Rosada, monitoreó la negociación pero no se involucró directamente.
“El Presidente le definió el marco de acuerdo a Feletti que negoció dentro de esos parámetros”, explicaron en Gobierno.
El 3,5 de inflación de septiembre, sumados al repunte de octubre -que según el gobierno registró una suba del 2,5% en las primeras dos semanas- forzaron la intervención de Feletti, que llegó al cargo para reemplazar a Paula Español, que días antes de dejar Comercio Interior había autorizado un aumento.
PI