Gastón Manes fue el anfitrión de la cumbre posterior al triunfo electoral. Tras los festejos y el subidón de la victoria, llegó el momento de realizar el análisis de mesa chica sobre lo que se viene para la UCR. En la casa del Manes abogado, ubicada en Recoleta, se reunió parte de la jefatura radical. El encuentro se concretó el lunes al anochecer. Estuvieron el gobernador Gerardo Morales, el senador Martín Lousteau y el diputado bonaerense y presidente del partido en la Provincia Maxi Abad. El neurocientista Facundo Manes pasó fugazmente por la casa de su hermano mayor.
Los cinco varones habían estado en Jujuy el domingo. Los del AMBA habían viajado especialmente para mostrarse unidos en la foto de un triunfo cantado de antemano: el del oficialismo de Morales en las legislativas de Jujuy. El caudillo del norte domina a piacere el pulso de su provincia. La oposición se compone de un peronismo dividido que no le hace ni sombra. Con Milagro Sala bajo prisión domiciliaria y con apoyo menguante de la Casa Rosada, no existen figuras que le hagan de contrapeso. El fuego de la jefa de la Tupac Amaru se fue diluyendo desde 2015: en las legislativas de 2013, el espacio político de Sala había sacado 33 puntos. El domingo pasado, el Frente Unidad para la Victoria, mini-coalición que reivindica a Sala y a la Tupac, apenas alcanzó los 5 puntos.
Pese a su enfrentamiento con Milagro, Morales tiene diálogo fluido con Alberto Fernández y una suerte de alianza táctica con Sergio Massa. En adelante, el gobernador jujeño contará con una mayoría holgadísima en la Legislatura provincial. Le responderán 31 bancas sobre 38: 27 propias, más las cuatro referenciadas en el vicegobernador de Morales, el peronista Carlos Haquim, a su vez cercano al massismo. A partir de los 42 puntos obtenidos, el moralismo se quedó con 18 de los 24 diputados en juego.
El lunes por la noche, la visita exprés de Manes cumplió su objetivo: el neurólogo y autor bestseller les (re)confirmó a sus correligionarios que será candidato a diputado. Tras una década de coqueteo con la posibilidad de saltar al rush electoral, tentado desde el radicalismo, el PRO, el lavagnismo y hasta el kirchnerismo, Facundo Manes ocupará un lugar en una boleta. Y se postulará por el partido en el que empezó a militar junto a su hermano durante la primavera democrática. Ambos Manes se entusiasmaron con el alfonsinismo estudiantil de Salto, un pueblo agropecuario de 30 mil habitantes.
El 12 de septiembre, Facundo Manes competirá en una PASO contra el amarillo Diego Santilli, la esperanza bonaerense de Horacio Rodríguez Larreta. En la cita del lunes, la cúpula radical acordó hacer el anuncio formal entre el viernes y el sábado próximo. Y ya empezó a definir detalles de la campaña en la Provincia. Eligieron profundizar un discurso de centro, inclinado hacia el progresismo, que contraste sutilmente con el speech y la experiencia fallida de Mauricio Macri. Para reforzar esa identidad buscarán sumar dos figuras prácticamente sueltas: Margarita Stolbizer y el expresidente de la Cámara de Diputados Emilio Monzó, un “PROperonista” errante que no encuentra su lugar en la grilla de la oposición.
“Manes oxigena la politica y aporta para elevar el debate público sin descalificar y con más contenido”, lo elogia Stolbizer ante elDiarioAR. Así, confirma a la pasada que su incorporación a la boleta radical es más que probable.
Además intentarán sumar a la lista al intendente de San Isidro, el radical Gustavo Posse, quien primereó a Manes y anunció que irá por una banca desde la Provincia. Para tentar a Posse, previamente tendrán que cicatrizar las heridas que dejó la interna radical bonaerense. En esa votación interna, Posse se cruzó de forma áspera con Morales y Mario Negri.
“Lo de ayer me hizo pensar, Facundo Manes y Martín Lousteau son potenciales candidatos a presidente, y sería un honor acompañarlos si así fuera; me hizo pensar que puede haber un radical como candidato a presidente”, se ilusionó el gobernador Morales. Así lo afirmó en radio La Red.
Aunque fue un sostén explícito del proyecto cambiemita entre 2015 y 2019, ahora Morales quiere jubilar Macri y sacudir al radicalismo de su letargo. Se le anima a Horacio Rodríguez Larreta para pelear por la presidencia en 2023, tanto para él como para Lousteau o Manes, pero íntimamente no descarta ser el candidato a vice de alguno de los tres. Para bajarse habrá tiempo. Mientras tanto pechea al PRO y pretende una UCR menos adocenada. La popularidad de Manes potencia ese entusiasmo. Si bien el potencial electoral del neurocientista todavía es una incógnita, desde hace décadas que el radicalismo no cuenta con una figura de peso en la Provincia. Manes cuenta con el apoyo del aparato de la UCR. Además arrastra una agenda de contactos con empresarios, intelectuales, famosos, dueños de medios de comunicación y hasta con el papa Francisco. El experimento de su postulación empezó formalmente.
AF