“El concepto que va a regir nuestro gobierno va a ser el concepto de orden”. Con ese eslogan de telón de fondo, Patricia Bullrich se ubicó en el atril del Foro Llao Llao para exponer ante los empresarios más poderosos del país. El clima templado en el interior del exclusivo hotel de Bariloche contrastaba con los menos de cinco grados que hacían el exterior, que parecían menos por un incesante viento patagónico. Era el momento de la cena y la ex ministra de Seguridad había aterrizado hacía pocos minutos en la emblemática ciudad turística, acompañada por una comitiva muy reducida, principalmente con su asesor económico de cabecera, el diputado Luciano Laspina.
Bullrich expuso media hora antes de enfrentar las preguntas del acaudalado auditorio. En la primera fila tenía a Eduardo Elsztain, dueño del Grupo IRSA y del hotel, rodeado de las demás figuras empresariales que están detrás del “foro de Davos” vernáculo: desde el fundador de Mercado Libre, Marcos Galperin, a Verónica Andreani, de la tradicional marca de correos. En total unos cien empresarios viajaron hasta esta ciudad para el evento que se organiza desde 2015 y que este año es cita obligada de los presidenciables, principalmente de la oposición.
Según supo elDiarioAR –las charlas son a puertas cerradas para la prensa–, la ex ministra hizo una introducción general “sobre el Estado de derecho”, poniendo en valor “el imperio de la ley”, uno de sus latiguillos de campaña. “Yo los conozco a todos ustedes”, les dijo a sus oyentes, y recordó que tiene un recorrido en la política de varias décadas, además de que conoce el paño de manera académica: es politóloga de profesión.
Entonces fue cuando desgranó su propuesta de gobierno basada en tres ejes, atravesadas por el “orden” como concepto unificador: planteó que en la Argentina tiene que haber orden económico, en seguridad y a nivel social, fundamentalmente en educación.
En el plano económico, Bullrich repitió los lineamientos que había desplegado la semana pasada ante el campo en La Rural: allí dijo que el país necesita un ajuste urgente, con el levantamiento del cepo inmediato. Su cerebro en esa política es Laspina, que además trabaja en tándem con Dante Sica, ex ministro de Producción macrista, y Ricardo López Murphy, diputado de Juntos por el Cambio y exministro de Economía. La ahora ex titular del PRO insistió en la necesidad de “sacar el cepo”, alentó que haya una “reforma laboral” y habló de una “descontaminación impositiva”.
Con respecto a la seguridad, su área de expertise, planteó sin titubeos que tendrá “mano dura” contra los que violen la ley. Y puso dos ejemplos bien disímiles: la problemática de narcotráfico en Rosario –en su momento envió 3000 gendarmes a la ciudad santafesina– y el debate por el territorio mapuche en Villa Mascardi –localidad muy cercana a Bariloche donde el año pasado hubo una represión feroz contra mujeres mapuches y sus hijos–. “El Estado es soberano y donde no rige la ley hay que poner orden”, expresó Bullrich, según recogió este medio.
Por último se refirió a la necesidad de que haya una reforma educativa, avanzando con una nueva regulación. Planteó la posibilidad de que cualquier profesional, luego de hacer un curso de pedagogía, esté habilitado para dar clases.
Así como en La Rural ganó el “aplausómetro” sobre otros expositores que hubo en esa misma jornada, como su rival interno Horacio Rodríguez Larreta y el libertario Javier Milei, esta noche de lunes también recogió varios aplausos de los más ricos de la Argentina. Concluyó la intervención con su idea de que el próximo gobierno necesita principalmente tener valores como “coraje” y “valentía”.
La agenda
Bullrich cerró la primera jornada del Foro Llao Llao y se quedará hospedada en el hotel hasta este martes. Tiene en agenda varias “bilaterales” a solas con los empresarios durante la mañana. Curiosamente, está muy próxima a Milei, que también llegó a Bariloche en la noche del lunes para disertar durante el almuerzo de hoy. Por la noche será el turno de Larreta, mientras por la tarde se sucederán las presentaciones de Gerardo Morales y María Eugenia Vidal. Sin figuras del oficialismo a la vista –el presidente Alberto Fernández y el ministro Eduardo “Wado” de Pedro fueron invitados pero no asistirían–, los presidenciables opositores viajaron al sur para rendir examen ante el centenar de hombres y mujeres de negocios.
“Hemos comprobado que el modelo de encuentro y diálogo es el más efectivo para generar impacto social. A partir de la experiencia del Foro han surgido iniciativas como potenci(a)rgentina, Argentina Debate, el Observatorio Argentinos por la Educación y muchos otros proyectos de transformación propositiva para nuestro país. Sólo un encuentro de opuestos nos permite aprender y avanzar en la dirección correcta”, dijo en la previa al evento Eduardo Elsztain, presidente de IRSA y uno de los principales armadores del foro. Otro de los cráneos son Galperin y Martín Migoya, de Globant. Aunque hay en la agenda también paneles sobre geopolítica, Inteligencia Artificial y hasta hablará el juez de la Corte Ricardo Lorenzetti –con una ponencia titulada “La importancia de las Instituciones para el desarrollo”–, el debate central está tomado por las elecciones.
“Acá hay cien votos, pero en todo el país somos cuarenta millones”, comentó uno de los principales empresarios durante la tarde de este lunes, mientras esperaba con ansias el arribo de los presidenciales, e incluso la confirmación –aunque sea a último momento– del jefe de Estado. “Pensamos entender quién es el más valioso de los que expondrán. Este año la política está compitiendo. Es más la demanda política que la de los empresarios”, planteó el hombre de negocios que cuenta con más de mil empleados en su grupo.
“No nos sentimos jueces ni evaluadores morales”, expresó por lo bajo sobre la expectativa que tenía por las ponencias de los precandidatos, pero concluyó con una clave –según su mirada– que tendría que ofrecer el próximo gobierno: “El país está en un momento muy sensible y con muchas demandas, pero también oportunidades. Reconstruir la confianza es muy necesario”.
MC