Con la victoria en primera vuelta consumada, el domingo a la noche Sergio Massa cruzó abrazos en el Complejo C con Emilio Pérsico, jefe de Movimiento Evita, y Daniel “Chucky” Menéndez, de Somos-Barrios de Pie. “Hubo felicitaciones mutuas”, apuntó una fuente. Ya en la semana, el ministro-candidato intercambió mensajes de texto con los cabecillas de las agrupaciones territoriales: avaló que los movimientos sociales relancen hoy su campaña hacia el balotaje, pero pidió como condición que mantengan la estrategia debajo de la espuma. No está planificado ningún acto popular ni foto conjunta. En su búsqueda por los votos del centro, Massa acelerará todo lo que pueda su “deskirchnerización” hacia el 19 de noviembre.
En ese marco, y en homenaje a Néstor Kirchner por un nuevo aniversario de su muerte, el Evita y Barrios de Pie reúnen hoy a su tropa para encarar el último tramo de la campaña electoral. Son las dos organizaciones más importantes de la UTEP, el gremio de la economía popular que también integran otras como el MTE de Juan Grabois o la Corriente Clasista Combativa de Juan Carlos Alderete.
El Evita junta entre este viernes y mañana a su Consejo Federal como puntapié inicial de su estrategia “barrio por barrio, casa por casa” para pedir el voto por Massa. Con la misma intención casi artesanal, Barrios de Pie hará hoy mil asambleas barriales en simultáneo, en la previa a recorridas que serán “puerta a puerta” para volantear por el candidato de Unión por la Patria. Profundizarán la narrativa de que es Massa o “un salto al vacío”, además de que buscarán aprovechar a su favor el pacto de Javier Milei con Patricia Bullrich y Mauricio Macri y la fractura de Juntos por el Cambio.
“El escenario es favorable por la crisis política de JxC y sus inconsistencias evidentes, pero no hay que relajarse. Vamos a defender el liderazgo de Sergio en la campaña”, anticipó Menéndez a elDiarioAR.
El Evita se concentrará hoy en el Predio Néstor Kirchner de Villa San Luis, en Florencio Varela. Se esperan unos 300 representantes de todo el país, entre figuras internas como Pérsico, la intendenta de Moreno, Mariel Fernandez, los diputados Leonardo Grosso y Eduardo Toniolli, el exjefe de Gabinete Juan Manuel Abal Medina o la legisladora bonaerense Patricia Cubría, que disputó con Fernando Espinoza las PASO en La Matanza.
“Es fundamental profundizar la campaña a nivel nacional, llevar la propuesta de Sergio Massa con mucha humildad, expresando que la fuerza opositora es un salto al vacío, que se manifiesta con odio, violencia y promueve el sálvese quien pueda”, planteó Gildo Onorato, miembro de la mesa ejecutiva nacional del Evita, quien además abonó la línea que abrió Massa el domingo: “Tenemos que convocar a la unidad nacional. Se inicia un nuevo ciclo político en la Argentina con el fin de la grieta y un recambio generacional que nos obliga a planificar y pensar la argentina de los próximos 20 años”, agregó.
Más allá de las estrategias visibles, en las agrupaciones hay consenso de que en esta etapa no haya una una foto conjunta con Massa, algo que sí ocurrió antes de la primera vuelta, con actos propios o en conjunto con la CGT: las orgas llegaron a concentrar frente al Congreso para acompañar la eliminación de Ganancias. Y antes de las PASO las organizaciones invitaron a Massa a un acto en Ferro, donde prometió el “monotributo productivo”, histórico reclamo de la UTEP.
“Entendemos que la agenda de Massa es buscar ampliar la base de sustentación con otros sectores”, aseguró una fuente territorial con contacto directo con el ministro-candidato. El mote de “kirchnerista” no es taquillero si quiere establecerse en el “centro” y pedir votos de, por ejemplo, los radicales huérfanos por la derrota de JxC y que ahora se sienten traicionados por Macri y Bullrich.
“Cada espacio va a seguir aportando desde su lugar. No creo en esta etapa un nuevo acto de Sergio con los movimientos”, planteó un importante referente del Evita a elDiarioAR. Otra fuente que conoce el paño entendió que justamente fue ese el activo de la campaña de Massa para el repunte que logró entre las PASO y la primera vuelta: “No hubo kirchnerismo en la campaña. Por eso ganó”. En esa estrategia los movimientos sociales fueron un socio silencioso del ministro-candidato, y ahora lo serán mucho más.
MC/JJD