El factor Milei profundiza la grieta entre las principales fuerzas políticas en disputa en las elecciones de Santa Fe

Rosario, Santa Fe —
3 de septiembre de 2023 00:01 h

0

Omar Perotti y Maximiliano Pullaro votarían a Javier Milei en un eventual balotaje por la presidencia, en el caso de que Sergio Massa y Patricia Bullrich no llegaran a esa instancia. La coincidencia que expresaron esta semana el gobernador de Santa Fe y el principal referente de la oposición condensa una clave para las elecciones que se realizarán en la provincia el 10 de septiembre: el impacto local de la performance del libertario en las PASO presidenciales y una grieta que se profundiza entre las principales fuerzas políticas en disputa.

Cada uno tiene sus razones. Pullaro identifica al kirchnerismo como “la peor opción”. Perotti replica argumentos de los libertarios: “¿por qué no dar la alternativa a alguien que plantea algo de manera diferente?”, “gente que viene con una mirada más sensible”, criterios que lo llevaron en su momento a designar a un policía retirado al frente del Ministerio de Seguridad, en una de las decisiones más cuestionadas de su mandato. Estas declaraciones provocan turbulencias en el interior de los respectivos frentes, Unidos para Cambiar Santa Fe y Juntos Avancemos.

El próximo domingo, Santa Fe elige gobernador y vicegobernador, 50 diputados provinciales, 19 senadores provinciales, 46 intendentes, 59 consejos comunales y 305 comisionados comunales. Los resultados podrían cambiar una configuración política que se mantiene relativamente estable desde la recuperación de la democracia, a partir de las posibilidades de la lista que encabeza Amalia Granata para diputados y de la incertidumbre que rodea a los candidatos peronistas para el Senado en varios departamentos.

La fórmula que integran Pullaro, radical alineado con Martín Lousteau, y Gisela Scaglia, del PRO, fue la gran triunfadora en las PASO provinciales. Unidos para Cambiar Santa Fe, donde también converge el Partido Socialista, obtuvo 980.567 votos, contra los 434.352 de Juntos Avancemos, cuya propuesta más votada fue la del senador nacional Marcelo Lewandowski y la actual ministra de Infraestructura, Servicios Públicos y Hábitat Silvina Frana. La diferencia se proyecta como indescontable, pero el resultado de las primarias presidenciales obliga a recalcular a los principales candidatos: Javier Milei fue el más votado en 18 de los 19 departamentos provinciales y la lista a diputados nacionales que encabeza la economista Romina Diez -la única que el libertario reconoce en la provincia- se impuso a la vez en su categoría con 553.573 votos.

“Estas PASO fueron las más complejas desde que se implementaron en la Argentina”, destaca Hugo Quiroga, docente e investigador de la Universidad Nacional del Litoral y miembro de la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas. “Quizá fue por un escenario nacional extremadamente polarizado, por la fragmentación interna de las dos coaliciones más importantes, compuesta por facciones divergentes -agrega Quiroga-. En ese contexto la campaña de Pullaro fue centralmente territorial, con más densidad política, ya que recorrió la provincia durante un largo tiempo con sus propuestas”.

Si el triunfo de Pullaro sobre Carolina Losada en la interna de Unidos pudo parecer el de la política tradicional sobre los experimentos mediáticos, esa impresión quedó relativizada después de las primarias presidenciales. El primero en tomar nota fue el propio interesado: “Los argentinos piden un cambio y Javier Milei interpretó muy bien la angustia y el malestar de quienes no encuentran respuestas a sus problemas. Unidos y en paz vamos a construir ese cambio que el país necesita”, tuiteó el actual diputado provincial el 14 de agosto.

“Fue un acierto de Pullaro provincializar las Paso en Santa Fe -analiza Hugo Quiroga, también director de la revista Estudios Sociales de la UNL-. Si bien tenía un alineamiento nacional, le dio prioridad a su inserción en el frente de frentes. Eso explica en parte las diferencias de voto a su favor con respecto a los de Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta. Aunque no tiene inserción en la provincia, como candidato presidencial Milei incentivó una estampida electoral”. 

Barajar y dar de nuevo

La estampida también favoreció a Edelvino Bodoira, un abogado de Rafaela que se postula como gobernador por el partido Viva la Libertad y obtuvo 46.963 votos en las primarias. Recién llegado de El Salvador, donde se entrevistó con el vicepresidente Félix Ulloa Jr. para interiorizarse sobre la política de seguridad de Nayib Bukele, este abogado de la ciudad de Rafaela lleva como compañera a Nora Sánchez y aspira a reunir los votos de libertarios y celestes.

En las primarias para gobernador participó el 62,77% del padrón; en las presidenciales, el 67,9%. “Las Paso y las generales son elecciones diferentes. En las primarias la concurrencia es siempre menor, pero en éstas el porcentaje disminuyó al mismo tiempo que aumentó el voto en blanco”, afirma Quiroga. No obstante, “en las elecciones del 10 de septiembre disminuirá tanto el abstencionismo como el voto en blanco”.

El voto evangélico es otro objeto de disputa en Santa Fe. El pastor y actual diputado provincial Walter Ghione aspira a revalidar su banca en la lista de Unidos para Cambiar Santa Fe. Viva la Libertad lleva como segunda candidata a diputada provincial a la pastora Cristina Luciani. La lista Somos Vida, que lidera Amalia Granata, reivindica el programa celeste y en materia de seguridad, otro de los ejes de su campaña, también ostenta contactos con funcionarios de Bukele.

Granata aspira a superar los resultados de la primaria, donde superó su resultado de 2019 y alcanzó 180.653 votos. En Santa Fe la lista de diputados que triunfe en la elección obtendrá 28 de las 50 bancas en disputa y el resto se repartirá por sistema D'Hont según la Constitución provincial. Unidos para Cambiar Santa Fe lleva como primera candidata a la socialista Clara García y Juntos Avancemos al gobernador Perotti, que asegura el aparato territorial pero llega al final de su gestión desgastado por la crisis de la seguridad y la promesa incumplida de “la paz y el orden”.

En las elecciones para senadores uno de los ejes de atención es el departamento San Lorenzo. El actual senador Armando Traferri fue el más votado en las primarias como candidato de Juntos Avancemos, pero en la suma total quedó superado por Iván Ludueña de Unidos. Si se confirmaran estos resultados Traferri perdería los fueros que hasta el momento lo protegieron de la indagatoria en una causa por presunta protección política y judicial al juego clandestino en Santa Fe, para lo cual los fiscales Luis Schiappa Pietra y Matias Edery presentaron además un recurso ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

Según datos del Ministerio de Seguridad de Santa Fe, en 2022 la tasa provincial de homicidios dolosos fue de 11.1 cada 100 mil habitantes mientras la de Rosario escaló a 22,1 con una cifra récord de 287 crímenes

El factor Milei y las declaraciones de Pullaro y Perotti -que lo consideraron como una especie de mal menor frente al kirchnerismo y al macrismo, respectivamente- generaron ruido en los frentes partidarios. Lewandowski y otros referentes del peronismo salieron a contestar los dichos del gobernador, con lo que volvió a agitarse la interna de Juntos Avancemos, mientras que el Partido Socialista difundió un comunicado de repudio a las declaraciones del libertario sobre el socialismo como “un excremento humano”.

Quiroga describe un escenario de “descomposición del sistema político” vinculado a la crisis de la representación de los partidos y cuyos antecedentes trascienden a la coyuntura: “A partir de las elecciones de 2003, desaparece el bipartidismo y se instala un esquema de coaliciones, que en una primera versión orbita en torno a los rótulos peronismo y radicalismo y en una segunda versión originan las coaliciones volátiles que hoy se imponen. Estas coaliciones fueron una respuesta a la fragmentación de los partidos, que dejaron de ser los intermediarios entre el Estado y la sociedad. De ahí también el malestar con la política”.

Del centro hacia la izquierda aparecen otras opciones para la Cámara de Diputados. El Frente Amplio por la Soberanía recibió 66.956 votos en la primaria y lleva como primer candidato al periodista Carlos Del Frade, denunciante de la causa Vicentin y de los acuerdos informales entre los grandes partidos, a los que llama “el pus, partido único santafesino”. También son candidatos Claudia Balagué, ex ministra de Educación de Miguel Lifschitz y referente de un sector del Partido Socialista que rechazó la integración dentro de Unidos, y el radical Fabián Oliver. La lista de Igualdad y Participación obtuvo 44.141 votos en las PASO y está liderada por Rubén Giustiniani, otro ex dirigente histórico del PS y actual diputado provincial.

El Frente de Izquierda y los Trabajadores alcanzó a sobrepasar el cupo del 1,5% del padrón electoral exigido para competir por la gobernación, lo que no había logrado en las elecciones de 2019. La socióloga Carla Deiana y el delegado sindical Mauricio Acosta se proponen como alternativa “a los candidatos del ajuste” y asumen las elecciones como una instancia de militancia y de confrontación con las ideas liberales que, dicen, sostienen por igual los principales partidos.

El debate por la seguridad

En las elecciones de intendentes, las primarias en la ciudad de Santa Fe depararon el inesperado triunfo del médico Juan Pablo Poletti en la interna del favorito Unidos para Cambiar Santa Fe. El foco, no obstante, está puesto ahora en Rosario, donde el actual intendente Pablo Javkin necesita fidelizar los votos que obtuvo en la interna el periodista Miguel Tessandori para superar a Juan Monteverde, que se presenta por la alianza entre Ciudad Futura y el peronismo.

Los problemas de seguridad ocuparon la mitad del tiempo durante un debate en la televisión local entre ambos candidatos. Monteverde propuso “recomponer la autoridad del Estado para gobernar Rosario” a través del combate contra “la ruta del dinero narco”, un programa de urbanización acelerada en barrios periféricos y la descentralización de la gestión municipal. Javkin reivindicó por su parte la creación de una agencia municipal contra el lavado y de otra para la prevención del consumo de sustancias y enfatizó que el combate contra el delito complejo, “esa mugre que invade a la ciudad”, no es una tarea municipal.

Tanto Perotti como Javkin coincidieron durante sus mandatos en criticar al gobierno nacional por “abandonar Rosario” en las cuestiones de seguridad. Si desde la oposición fueron cuestionados por desentenderse de esos problemas, un estudio de la Fundación Apertura sobre la ejecución presupuestaria del Ministerio de Seguridad de la Nación en 2022 acreditó la argumentación: la provincia de Santa Fe fue la que menos fondos recibió de esa cartera en todo el país en la distribución por habitante, y la ciudad de Buenos Aires la más beneficiada.

“La inseguridad es el primer tema de preocupación de los rosarinos -afirma Quiroga-. El miedo se ha instalado por el accionar criminal del narcotráfico, de los arrebatos y las entraderas. No hay seguridad para los que van a trabajar ni para los niños en las escuelas y hasta se ataca a los edificios públicos. Los responsables de la protección de la ciudadanía son los gobiernos provincial y nacional”.

Javkin dijo en el debate televisivo que Rosario “recuperó la calle para la gente buena, hoy las plazas de la ciudad están llenas porque las arreglamos” y en línea con la campaña de Pullaro acusó a su rival de representar al kirchnerismo, “lo que tenemos que dejar atrás”. Monteverde se desmarcó de esa identificación -“inventan un enemigo que no existe”- para postular un proyecto que aspira a unir a los rosarinos en torno a coincidencias básicas más allá de las pertenencias partidarias. Si los libertarios y celestes toman como modelo la experiencia de El Salvador, el candidato de Rosario sin miedo citó como referencia las reformas introducidas en Colombia y mencionó contactos tanto con la administración de Gustavo Petro como con ex funcionarios de Álvaro Uribe, “la ultraderecha” según sus propios términos.

Para Quiroga, la preocupación por la seguridad será un factor decisivo en la elección del intendente de Rosario: “Hay una influencia en el votante que se puede manifestar de forma diferente, en la preferencia del candidato, en la abstención, en el voto en blanco”. Otra coincidencia entre los principales fuerzas es el reclamo por mayor presencia de fuerzas federales, algo que reiteró Sergio Massa en su visita, cuando prometió “llenar de gendarmes” las calles de Rosario. “Una política de seguridad debe ser integral, no se puede limitar solamente al envío de más policías. También requiere mejor inteligencia y una estructura global con las áreas de seguridad social, educación y salud”, observa Quiroga. Algo que claramente no estaría sucediendo.

Pullaro reivindica su experiencia como ministro de Seguridad del gobernador Lifschitz y resalta que entonces disminuyeron los homicidios y fueron desarticuladas bandas narcocriminales. “Es verdad que bajaron las tasas de homicidios dolosos durante su gestión. No obstante, esa baja está muy lejos de acercarse a un indicador aceptable para una ciudad como Rosario: en los últimos diez años, el mejor índice triplicó la media nacional y el peor lo sextuplicó”, analiza el politólogo Ariel Larroude, del Observadtorio de Política Criminal y autor del libro Rosario, un sueño de paz, el primero en proponer la desafectación completa de la policía rosarina de las tareas de calle y su reemplazo por fuerzas federales hasta tanto avance una reforma.

Según datos del Ministerio de Seguridad de Santa Fe, en 2022 la tasa provincial de homicidios dolosos fue de 11.1 cada 100 mil habitantes mientras la de Rosario escaló a 22,1 con una cifra récord de 287 crímenes. La gestión de Pullaro concluyó en 2019 con una tasa de 13.2 homicidios en Rosario, que aumentó año tras año durante el gobierno de Perotti, caracterizado por las contradicciones de sus políticas de seguridad, el proceso de degradación de la policía provincial y el fracaso del intento de reformar a la policía con proyectos de leyes que ni siquiera llegaron a tratarse en la Legislatura provincial.

El enfrentamiento y la falta de diálogo entre Unidos para Cambiar Santa Fe y Juntos Avancemos se expresó además esta semana en el rechazo de la oposición a 29 pliegos de los 48 enviados por el gobierno a la Legislatura provincial para cubrir cargos en el Ministerio Público de la Acusación. “No les interesa que la ciudad con mayor conflictividad de la Argentina tenga que enfrentar el servicio de justicia con una estructura raquítica, que en el sur de la provincia de Santa Fe no se hayan sumado nuevos fiscales, así como en la mayor parte de la provincia. Son los ciudadanos los que seguirán sufriendo las consecuencias de sus malas decisiones”, cuestionó la Asociación de Fiscales y Funcionarios en un comunicado de prensa.

Santa Fe reproduce el drama del escenario nacional. “Hay un suelo de malestar en todo el país, de frustración y desencanto. Es difícil pensar el futuro”, advierte Quiroga. En ese marco “la tarea de la dirigencia política, además de resolver los problemas de la ciudadanía, es elaborar y poner en práctica un horizonte de esperanza”. Una posibilidad que todavía no se divisa en la provincia, a una semana de las elecciones.

OA