Candidato o no, Sergio Massa es una pieza clave para lo que ocurra en las próximas horas en Unión por la Patria (UP). El ministro, promotor número uno de la lista de unidad, está a cargo de un asunto que tiene una dinámica diferente a la del cierre de listas pero que es más determinante sobre las posibilidades electorales, y de gobernabilidad, del oficialismo: la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Ese asunto podría alejar a Massa del ring local si, como espera, en las próximas horas se acelera la negociación con el organismo, que viene hace semanas de manera virtual, y debe viajar a Washington DC a cerrar las nuevas condiciones. En los últimos días, el equipo del ministro, negocia online con los técnicos del FMI, en busca de un acuerdo que es determinante para que el gobierno encare el tramo final de la gestión de Alberto Fernández, que podría tener como dato extra que ocurra en medio de una interna, hasta acá nada pacífica, del peronismo.
El viaje está en suspenso y podría, si se acelera, coincidir con las negociaciones finales del cierre de listas que vence la noche del sábado próximo.
En los últimos días, aunque Massa sigue en el menú de los tres potenciales candidatos “de Cristina”, pareció ganar volumen la tesis de que el postulante será un cristinista puro y eso reduce las opciones a Eduardo “Wado” De Pedro y Axel Kicillof, dos dirigentes que estuvieron en la conversación en las últimas horas por distintos temas.
El gobernador sorprendió con el tono y el mensaje en un discurso que luego difundió a través de sus redes que fue interpretado en sectores de UP como un guiño a las posibilidades de ser candidato presidencial, algo que el gobernador venía resistiendo mientras que Massa y Máximo Kirchner consideran que es la mejor opción.
Kicillof propuso “enfrentarse a los poderosos, estar junto al pueblo y motorizar los cambios para construir un futuro mejor”.
En el discurso filmado, que luego se escucha en off sobre imágenes de una recorrida de campaña, señala que “algunos creen que la rebeldía es gritar en un estudio de televisión. Para nosotros la rebeldía consiste en organizarse y enfrentar a los intereses poderosos, dominantes, esos que hacen daño en serio”.
“Cuando ves que van esos rebeldes al Llao Llao y los atienden con cocktails, con whiskicito, con habitaciones de cinco estrellas, uno dice: qué rebeldía berreta que le quieren vender a la sociedad argentina”, añadió en referencia a los candidatos que fueron a presentar sus propuestas al exclusivo Foro Llao Llao en Bariloche en abril pasado. “Por eso vamos a enfrentar a quien tengamos que enfrentar para asegurar que los intereses de las mayorías se conviertan en resultados y mejora en las condiciones de vida”, concluyó.
De Pedro, en tanto, pausó la campaña de instalación que había intensificado en las últimas semanas. Se refugió en su ciudad, Mercedes, a la espera de una resolución que debería conocerse en las próximas horas. Durante domingo y lunes hubo reuniones intensas, sobre todo desde el regreso de Cristina Kirchner y su hijo Máximo que estuvieron del miércoles al domingo en Río Gallegos.
En las últimas horas, De Pedro quedó envuelto en una disputa con Gerardo Morales, el gobernador de Jujuy, a raíz de la represión policial en esa provincia contra los sectores que cuestionan la reforma de la Constitución. “El modelo de país al que nos quiere llevar Juntos por el Cambio solo se sostiene con represión: es el modelo del 2001, el del macrismo, el de Morales en Jujuy. Repudiamos la brutal represión contra los y las manifestantes. Una Argentina sin violencia es posible”, dijo el ministro a través de su cuenta en Twitter.
Morales le respondió por la misma vía. “Sr. ministro, @wadodecorrido: el Frente de Todos es el que genera violencia. Pero la peor de todas las violencias es la pobreza que deja su gobierno a todo el pueblo argentino. El mismo Gobierno nacional que está financiando a grupos violentos en un contexto muy difícil, de miseria e inflación”, apuntó el mandatario y pidió que Nación desaloje los cortes sobre rutas nacionales.
PI/CRM