Me sorprende que ni siquiera sepas leer los datos, Sergio“, lanzó con tono irónico Javier Milei cuando promediaba el bloque de Trabajo y Producción en el último debate presidencial. ”Fracasé cuando te quise enseñar, no aprendiste nada“, siguió. Sergio Massa, el candidato de Unión por la Patria, acababa de plantear que disminuir la brecha salarial que existe entre lo que ganan hombres y mujeres por un mismo trabajo sería una de sus prioridades.
Javier Milei, su contrincante de La Libertad Avanza, le retrucó: “Cuando hablas del 23% de diferencia es cuando se toman los promedios cuando vos corregís por tareas, esa diferencia desaparece, si vos alguna vez hubieras pisado una empresa en serio, no la de los amigos, si vos tendrías razón, tendría que estar lleno de mujeres porque los explotadores capitalistas querrían ganar dinero y cuando vos vas están distribuidos muy equitativamente, por lo tanto esa diferencial que hablas es falso. Y eso es propio de alguien que solo mira números, pedi que lo mire un economista no alguien que mira sin saber”.
No es la primera vez que Javier Milei niega que las mujeres cobren menos. Ya lo había hecho en el primer debate presidencial, cuando la candidata del Frente de Izquierda, Myriam Bregmam le preguntó: “En Argentina las mujeres tenemos que trabajar ocho días más al mes para igualar el salario de un varón. ¿Usted niega el patriarcado por ignorancia o por machismo?”
En aquella oportunidad, Milei había estrenado el mismo argumento que utilizó esta noche: “Si las mujeres ganaran menos que los hombres, las empresas estarían llenas de empleadas, pero como no es así, se puede ver que en cualquier empresa hay mitad varones y mitad mujeres”,
De acuerdo al INDEC, en el segundo trimestre de este año, la brecha en Argentina fue del 26,6%. Así, mientras que el salario promedio de los varones fue de $ 161.252, el de las mujeres estuvo en $ 116.584.
El otro dato que no incluyó Milei en su argumento es que el 20% del trabajo que realizan las mujeres es trabajo doméstico. Representan el 98% del millón de personas que viven del empleo doméstico.
La brecha salarial no sólo está documentada sino que además es un tema recurrente de preocupación en los máximos organismos internacionales, desde las Naciones Unidas hasta el Banco Interamericano de Desarrollo.