- Te escribió Macri -dijo Sergio Massa y despertó risas pícaras entre los invitados.
Pero fue una reacción fuera de libreto: el ministro-candidato llegó con una táctica clara entre cuyas pautas estaba, tal como lo dijo, ignorar a las dos referencias de la grieta política, Cristina Kirchner y Mauricio Macri. Sin embargo, ante una crítica de Javier Milei, Massa no se pudo aguantar e invocó a Macri cuando su plan, como expresó varias veces, fue antagonizar y enfocar la disputa en un mano a mano con el libertario. “Javier esto es, el 10 de diciembre, vos o yo: no vine a discutir ni a Macri ni a Cristina ni el pasado, es vos o yo”, dijo el candidato de Unión por la Patria (UP) en un intento por deskirchnerizarse y, al mismo tiempo, enfocar el debate sobre la figura de Milei y no del expresidente.
Aquella respuesta, ante la acusación de mentiroso, fue quizá la única licencia que se tomó Massa que llegó al debate pre balotaje con un esquema ordenado. Lo aplicó, con buen resultado, en el primer bloque, el referido a Economía. Massa avanzó y lo desacomodó a Milei con una serie de preguntas. “Por sí o por no”, le dijo en varias ocasiones respecto a dolarización y, entre otros temas, a la idea de eliminar el Banco Central. Massa cedió el centro del ring, el protagonismo, pero en paralelo consiguió que la discusión económica gire en torno a las propuestas de Milei y no sobre los efectos de la crisis presente.
Milei no vio la emboscada o no supo como evitarla: se gastó sus seis minutos con explicaciones, en muchas ocasiones teóricas y engorrosas, sobre sus propuestas económicas. Y, a la defensiva, no pudo incluir en el debate cuestiones como la inflación y los precios, la incertidumbre o la escasez de reservas. “Por sí o por no, contestame”, lo apuró Massa y logró, por caso, que Milei ratifique su plan de dolarización, una medida que genera resistencia en sectores del poder económico.
Balance
Post debate, Massa se fue a cenar y analizó, con un grupo reducido de colaboradores, el espadeo con Milei. A su lado, no solo analizaron que el ministro se impuso en el debate sino que, además, eso impacta para “garantizar” la elección del próximo domingo. “Mucha diferencia de Sergio. Milei es muy flojito, muchos errores y parece que llegó con poca preparación”, le dijo, después de la medianoche, un entornista de Massa a elDiarioAR.
En el balance de UP hubo, en particular, un factor: consideran que Massa se mostró más formado y con conocimiento y que Milei, por el contrario, visibilizó su inexperiencia. Lo hizo en una cuestión puntual como la referencia de Massa al GDE, el sistema de Gestión Documental Electrónica, que se usa para trámites administrativos internos del Gobierno. Milei sonrió nervioso sin poder responder de qué se trataba. Milei, y Massa se lo marcó, también cometió errores respecto a los roles de las Fuerzas de Seguridad y las Fuerzas Armadas, específicamente en materia de lucha contra la inseguridad. Massa dijo que enviaría fuerzas federales a Rosario para la lucha contra el narco y Milei le dijo que después serían acusados de delitos de lesa humanidad. “Estás mezclando las fuerzas armadas con las fuerzas de Seguridad”, le respondió el ministro.
En ese tema, Massa logró algo casi insólito: Milei reconoció que la gestión de Massa en materia de seguridad, cuando fue intendente de Tigre. El libertario cometió, en ese segmento, otro error: fue cuando habló de su ideario de seguridad y citó la doctrina del economista Gary Becker que aplicó, en Nueva York, el entonces alcalde Rudolf Giuliani. El candidato de LLA no supo, o no vinculó el hecho, de que Massa tuvo relación con Giuliani e, incluso, este escribió el prólogo de uno de sus libros sobre Seguridad.
Detrás del “vos o yo” con el que Massa buscó instalar el antagonismo con Milei y, en el mismo movimiento despegarse de Cristina, también puso sobre la mesa un asunto que marcó el tramo final de la campaña: que la discusión es sobre lo que significa Milei, tanto con sus propuestas como con su personalidad, algo que hace tiempo un colaborador de Massa decía que se trataba de un “plebiscito” sobre si Milei debía o no ser presidente. En el “vos o yo”, Massa intentó llevar la discusión hacia lo que expresaba su rival y buscó generar la contradicción a partir de cambios en sus propuestas.
En ese proceso, Massa logró que Milei revalide algunas posturas temerarias, como la ruptura de relaciones con Brasil y China, que el candidato oficial consideró de orden “ideológico” y dañarían al país: cuantificó, incluso, cantidad de empleos que se perderían. El libertario flaqueó cuando argumentó que se podía negociar con otros países o que, eventualmente, podía comerciarse con esos países sin relación bilateral, ante lo cual explicó que son necesarias regulaciones y acuerdos que se acuerdan a nivel gobiernos. Milei no parecía tener claro el tema.
Otro episodio que en el comando UP se leyó como un fallo de Milei fue el referido a Malvinas, en el que el libertario volvió a reivindicar -aunque como sujeto histórico- a Margaret Thatcher, que fue primera ministra de Inglaterra durante la guerra de Malvinas. Massa insistió con el punto y la presión llevó a Milei a una comparación que banaliza la guerra del atlántico sur, al compararla casi con un partido de fútbol. “Es como cuando Alemania en el 74 le hizo cuatro goles Argentina Cruyff la rompió e hizo un desastre, vos tendrías que considerar que Cruyff es un pésimo jugador”, intentó argumentar Milei (con un error, ya que fue Holanda y no Alemania) y trajo otro ejemplo más actual: “O con los goles que Mbappé nos hizo en la final, vos tendrías que despreciarlo porque eso. Una cosa nos tiene que ver con la otra. Nos tocó una guerra y esa guerra la perdimos”.
Insistió, más de una vez, con invitar a los televidentes a que busquen declaraciones de Milei sobre distintos temas “Busquen en Google”, dijo en varias ocasiones para plantear que el libertario cambió su discurso público en, por ejemplo, lo referido a la eliminación de los subsidios al transporte. El candidato del oficialismo remitió a Google cada vez que quiso marcar una contradicción entre lo que Milei dijo en declaraciones periodísticas, o incluso en la plataforma de gobierno de presentó en la Justicia, y lo que dijo en el debate en cuestiones. Por ejemplo, la vaucherización de la educación y la salud.
Massa escarbó, además, en otro aspecto que sobrevuela a Milei: fue cuando habló de que se discutía la “templanza, el equilibrio mental, el contacto con la realidad para poder llevar adelanta la Argentina”.
-¿Acaso vos lo tenés? -respondió Milei.
-Hagamos el psicofísico -le retrucó Massa, y cuestionó que el candidato de LLA no aceptó someterse a un psicofísico antes del debate.
Surgió a partir de ahí otro hecho que desacomodó a Milei: Massa le recordó, primero, que había trabajado en el Estado, que lo hecho en el Banco Central y que, además, quiso seguir en ese lugar pero no le renovaron la pasantía. “Contanos por qué no te la renovaron”, le pidió Massa, insistente, ante lo cual Milei no dijo nada. La versión, contada por el periodista Alejandro Bercovich, indica que al joven Milei no le renovaron la pasantía por un desempeño muy defectuoso. De ahí, Massa tomó el hecho de que su odio hacia el Banco Central, más que una cuestión ideológica o de matriz económica, es un factor de bronca personal por su experiencia pasada.
PI/DTC