La sorpresiva victoria de Javier Milei en las PASO avizora una escalada del conflicto social en el corto plazo que hay hasta las elecciones de octubre. Los 30 puntos que recogió el libertario revelaron un hartazgo y enojo popular que reconocen hasta en las propias organizaciones de base, tanto oficialistas como de izquierda. Y la devaluación oficial que se concretó el lunes pasado complica aún más a los sectores vulnerables, porque ya hay expectativas agoreras de que la inflación de este mes será de dos dígitos.
Las agrupaciones ligadas al Gobierno se sumieron en los últimos días en un cono de catarsis interna y los piqueteros más duros ya anunciaron su primera movilización post-elecciones. Bajo la consigna “Ni ajuste ni fascismo, no pasarán”, la próxima semana habrá una protesta sobre la avenida 9 de Julio y se esperan cortes en accesos a la Capital Federal y en otros puntos del país por parte del Frente de Lucha Piquetero, que encabeza el Polo Obrero y un sinfín de organizaciones opositoras. La marcha iba a realizarse este viernes, pero fue pospuesta para concentrar los esfuerzos en ayudar a aquellas personas afectadas por las inundaciones de este jueves.
“El que le da de comer al monstruo de Milei es el propio Gobierno”, dijo en diálogo con elDiarioAR Eduardo “Chiquito” Belliboni, referente del PO, sobre la conveniencia de reclamar a tan pocos días de las elecciones. Para el trotskismo es un desafío movilizarse ante el nuevo escenario electoral: primero, porque el domingo de las PASO el Frente de Izquierda-Unidad tuvo un magro resultado: sacó 2,65% a nivel nacional. Segundo, porque la política antipiquetes y una modificación en la gestión de los planes sociales son caballitos de batalla tanto del libertario como de Patricia Bullrich.
El que le da de comer al monstruo de Milei es el propio Gobierno (...) El cuco de Milei sirve para que muchas de las organizaciones miren para otro lado
“El cuco de Milei sirve para que muchas de las organizaciones miren para otro lado. Hubo gente que va a nuestros comedores que votaron a Milei. Fue todo un voto bronca lo que sucedió. Y tiene razón: hay quienes cobraron el 5 de este mes y ya no tienen un mango. Pero no nos confundamos: acá es Massa el que está haciendo el ajuste”, completó Belliboni.
El bloque piquetero reclama por la demora en la entrega de alimentos a comedores y herramientas para las cooperativas de trabajo por parte del Ministerio de Desarrollo Social, conducido por Victoria Tolosa Paz, segunda en la lista de candidatos a diputados por la provincia de Buenos Aires de Unión por la Patria. Las organizaciones de izquierda tuvieron contacto con funcionarios de segunda línea de la cartera en los últimos días, pero –según Belliboni– no hubo respuestas concretas. “Están vaciando los comedores”, afirmó. Este jueves habrá una conferencia de prensa al respecto en el Obelisco.
Críticas y advertencias de los oficialistas
El ajuste en las políticas sociales genera críticas también en la base del propio oficialismo, con el agravante que están atadas a sostener la candidatura de Sergio Massa, ahora impotente en contener la disparada del dólar blue y que no impacte en los precios. “Milei expresó que el Estado no da respuesta a los reclamos, tanto los organizados como los no organizados. Traccionó en votos la bronca que hubo en el 2001”, entendió un referente social en diálogo con este medio.
En las organizaciones nucleadas en la UTEP (Unión de Trabajadores de la Economía Popular) ya comenzaron a debatir puertas adentro cómo encarar políticamente lo que viene, con la complejidad de que también tienen que contener el reclamo de sus propios apoyos. Esa malla de contención de las agrupaciones más importantes, como el Movimiento Evita, que conduce Emilio Pérsico –a la vez secretario de Economía Social–, o Somos-Barrios de Pie, que coordina Daniel Menénez –también funcionario nacional–, fue lo que le permitió al Frente de Todos seguir en pie pese a la crisis. A ellos Massa les prometió antes de las PASO que iba a impulsar el monotributo productivo.
“Si no resolvemos los problemas concretos de nuestra gente, a nosotros no nos va a queda otra que movilizar”, aseguró a elDiarioAR Nicolás Caropresi, referente del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), que lidera Juan Grabois, hasta hace cuatro días rival de Massa en la interna de Unión por la Patria. El argumento que sostienen desde el MTE para una posible movilización es que Desarrollo Social tiene “pisados” expedientes con hasta seis meses de demora.
La alerta del MTE es, por ahora, silvestre. La UTEP como gremio no irá en el corto plazo a la par que los piqueteros, como sucedió en mayo pasado en una protesta inédita por las políticas sociales. Más de cien mil personas marcharon sobre la 9 de Julio para reclamar refuerzos para los comedores populares y aumentos en los planes sociales. El viernes pasado hubo un capítulo menor de confluencia entre la izquierda y el kirchnerismo por la muerte del militante de izquierda Facundo Molares, el jueves, luego de una represión de la Policía de la Ciudad.
Ayer, Grabois encabezó una reunión puertas adentro de su organización para hacer catarsis política. Ratificó la línea de contener a su millón de votantes dentro del oficialismo porque cree que la pelea electoral no está perdida para el oficialismo. “Lo que deseo con más fervor es que no se pierdan, que no se dispersen, que a pesar de todos los problemas que cada uno tiene, sigamos unidos, que todos unamos nuestro destino a los que más sufren, con los excluidos”, escribió anteayer en sus redes sociales.
En la base oficialista, otras voces salieron a exigir que el Gobierno “reaccione” en los próximos dos meses que quedan hasta las generales. “Nuestro espacio tiene que hacer un esfuerzo enorme y convocar a todos los sectores, ampliar lo más posible. Milei creció en los sectores más humildes. En el tercer cordón hubo mesas donde nos ganaba. Es nuestra propia base social pidiendo que nos renovemos”, expresó ayer Pérsico en FutuRock, y cruzó al libertario por haber manifestado que “lo meterá preso” si en un potencial gobierno suyo el Evita se resiste a los cambios en los planes sociales. La oficina del jefe del Evita es la que administra los 1,2 millones de planes Potenciar Trabajo.
También hubo un llamado de atención al Gobierno y pedido de medidas concretas contra la inflación desde la CTA que conduce Hugo Yasky, diputado nacional y cercano al kirchnerismo. En un documento titulado “Hay que reaccionar a tiempo”, la central obrera manifestó: “No hay tiempo que perder en la implementación de medidas que sirvan para recuperar el ingreso de los sectores populares particularmente afectado por los incrementos de precios que genera la devaluación y la conducta especulativa de los formadores de precios que amplían sus ganancias a costa del bolsillo de las familias argentinas”.
MC/JJD