El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, puso el pie en el acelerador y adelantó su encuentro con senadores aliados, originalmente previsto para la próxima semana. La cita, que tuvo lugar este miércoles desde las 15, respondió a una prioridad innegociable del oficialismo: consolidar los respaldos necesarios para la ambiciosa y polémica agenda de sesiones extraordinarias impulsada por Javier Milei. En juego están temas que prometen acaparar titulares y caldear el clima legislativo: la eliminación de las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO y, la ley de Ficha Limpia, pero también la nominación de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla como jueces para la Corte Suprema.
La reunión de este miércoles tuvo a Victoria Villarruel como anfitriona, toda una señal en la fría relación con el Presidente, mientras que de los legisladores participaron Pablo Blanco (UCR), Alfredo De Angeli, Martín Goerling y Carmen Álvarez (PRO), Ezequiel Atauche (LLA) y Carlos “Camau” Espínola (Unidad Federal). El oficialismo sabe que cada minuto cuenta y cada voto importa. Por eso, Francos y su equipo, integrado por su vice, José Rolandi, y la secretaria de Planeamiento Estratégico Normativo, María Ibarzabal, apuraron las negociaciones con los representantes de los distintos bloques de la Cámara alta.
Tras una hora de deliberaciones, Francos explicó ante la prensa el esquema que se busca implementar en las próximas semanas: un trabajo simultáneo y coordinado entre ambas cámaras. “Avanzamos con el tratamiento en Diputados la próxima semana y vamos a la par conversando con los senadores sobre lo que se cierre con los diputados”, resumió, al salir de la reunión, el jefe de Gabinete, quien además aseguró que el tratamiento de los pliegos de los jueces de la Corte Suprema, uno de los puntos más controversiales, quedó fuera del debate. “Los pliegos están en el Senado, pero no se habló de su tratamiento”, aclaró.
El plato fuerte de la agenda legislativa es, sin dudas, la eliminación de las PASO. “Los votos se cuentan cuando se vota, así que vamos a ver”, declaró Francos ante la prensa, dejando entrever que la batalla por los números está lejos de definirse. Este punto divide no solo a la oposición más dura, sino también a sectores aliados, que observan con recelo la posibilidad de alterar los mecanismos electorales.
Por su parte, el senador radical Pablo Blanco expresó que lo que se debata en la Cámara alta “va a depender del tratamiento que se le dé a los proyectos en Diputados”. En esa línea, aclaró que “el bloque de la Unión Cívica Radical está dispuesto a discutir todos los temas, pero no se le adelantó posicionamiento” a Francos, agregando que cuestiones como las PASO serán discutidas internamente. Además, a diferencia de lo dicho por Francos, Blanco mencionó que “se tocó el tema de la Corte” y adelantó su postura personal de no acompañar el pliego de Lijo, pero sí el de García-Mansilla.
El presupuesto, por su parte, sigue siendo un tema espinoso. Mientras algunos sectores de la oposición, como el radicalismo representado por Rodrigo de Loredo, plantearon la posibilidad de tratarlo “a libro cerrado”, Blanco dejó claro que cualquier avance dependerá de los consensos que se logren alcanzar con los gobernadores. “Esta es la casa de las provincias, y acá interesa la opinión de los gobernadores respecto al presupuesto”, subrayó, marcando un límite a las especulaciones.
“Hay mucho consenso con el tema de la suspensión o eliminación de las PASO”, sostuvo, por su parte, el jefe de bloque libertario Ezequiel Atauche. “Todo los bloques reconocen que los gastos de las primarias son innecesarios y que no es momento para que Argentina haga ese tipo de derogaciones de millones y millones de dólares”, añadió una vez que finalizó el encuentro con el resto de los senadores. En ese listado de acuerdos, Atauche incluyó el proyecto de Ficha Limpia, al que definió como “un llamado de la sociedad, que necesita tener políticos más limpios”.
Ayer, la reunión de Francos con los diputados también dejó en evidencia las tensiones internas de la oposición. Cristian Ritondo (PRO) admitió que su bloque aún no tiene una posición unificada sobre las PASO. “Hay una parte que está con la suspensión de las primarias y otra con eliminarlas. Lo importante es pensar en lo mejor para el país, no en especulaciones políticas”, declaró. El mensaje de Ritondo, aunque conciliador, refleja el desafío del oficialismo para sumar aliados en un Congreso fragmentado.
Con calendario ya definido, la estrategia oficialista apunta a mantener la presión. Las comisiones de Asuntos Constitucionales, Justicia y Presupuesto se reunirán los días 4 y 5 de febrero, para preparar el terreno de cara a la sesión del 6, en la que se debatirá la eliminación de las PASO. Para el 11 de febrero, la agenda incluye otros proyectos donde se prevé mayor consenso, como Juicio en Ausencia, Reforma del Código Procesal Penal y Ficha Limpia. También se espera avanzar con la ley antimafias, que ya cuenta con dictamen favorable de Diputados.
A pesar de las reuniones y negociaciones, el jefe de Gabinete admitió que los encuentros recientes no han arrojado avances concretos. Francos se encuentra en el centro de una estrategia que combina diálogo y presión. El objetivo de la Casa Rosada no es solo garantizar los números necesarios para avanzar en los proyectos, sino también construir un relato que refuerce la imagen de un Gobierno que no teme enfrentar debates complejos. Sin embargo, los resultados aún son inciertos.
PL/MC