La percepción sobre la gestión del gobierno y la marcha de la economía sigue en declinación y está en los niveles más bajos desde la asunción de Alberto Fernández. La caída se pronunció tras la renuncia de Marín Guzmán al ministerio de Economía, el pasado 2 de julio: según una medición de la consultora Aresco, hecha en todo el país a pedido de la jefatura de Gabinete y a la que accedió elDiarioAR, apenas 2 de cada 10 consultados evalúan de manera positiva la gestión del Gobierno nacional, el nivel más bajo de aprobación desde que se inició la serie a finales de 2019. La encuesta fue hecha entre los días 12 y 14 de julio, antes de la corrida cambiaria de la última semana, que hizo volar el dólar blue por encima de los 335 pesos.
La designación de Silvina Batakis al frente del Palacio de Hacienda estuvo lejos de mejorar las expectativas sobre la marcha de la economía. Ocho de cada diez encuestados evalúan de manera negativa la situación económica y seis creen seguirá igual de mal o empeorará. La nueva ministra, al mismo tiempo, tiene un difícil punto de partida para su gestión: recoge una imagen negativa del 31% entre los encuestados y sólo un 20% la evalúa de manera positiva. Apenas un 18% cree que la situación va a mejorar.
La evaluación positiva sobre la gestión del gobierno perforó en julio el piso de los dos meses anteriores, hasta ahora los peores de la serie, y cayó tres puntos, hasta el inédito 23,6% (había sido de 26,5% en junio y de 26,3% en mayo pasados). Según la medición, el Gobierno tiene un 47,7% de evaluación negativa, su segundo registro más alto, detrás del 50,8% que recogió en septiembre de 2021. Ese pico de evaluación negativa siguió al escándalo por la revelación de la fiesta de cumpleaños de la pareja del presidente Fernández celebrada en Olivos en julio de 2020 en el contexto de la fase más dura del confinamiento. Con todo, en septiembre pasado la evaluación positiva del gobierno, que había mostrado una caída significativa, era incluso más alta que ahora (27,9%).
Toma de decisiones
La medición encargada por el Gobierno muestra que la mayoría de los encuestados responsabiliza de la gestión a la vicepresidenta Cristina Kirchner. Un 60% de los consultados cree que es la ex presidenta quien toma las decisiones en el Gobierno nacional. Apenas un 24% considera que es el presidente Fernández quien lo hace. Un 4% responsabilizó de las decisiones al titular de la Cámara de Diputados Sergio Massa. La encuesta también indica que un 35% desearía un mayor protagonismo del Presidente en la gestión y sólo un 22% quiere que más involucramiento de la vicepresidenta.
Un registro significativamente inverso aparece entre los encuestados que se declaran votantes del Frente de Todos en la próxima elección. En ese universo, el 64% cree que es Fernández quien toma las decisiones y sólo un 23% cree que es Cristina Kirchner quien lo hace. Es decir, se responsabiliza a Fernández por los resultados de la gestión. En ese recorte de encuestados, el 48% desearía que la vicepresidenta tuviera un mayor protagonismo en las decisiones del Gobierno.
La evaluación, discriminada
Sobre 4.000 encuestados en todo el país en condiciones de votar, el Gobierno tiene un 47,7% de evaluación negativa (11,3 considera que es mala y 36,4% cree que es muy mala). Un 23,6 por ciento evalúa de manera positiva la gestión (11,2% muy buena; 12,4%, buena). Para un 26,5%, la gestión es regular (regular positiva, para un 13%; regular negativa, para un 13,5%)
La encuesta discrimina la evaluación del Gobierno según zona geográfica y nivel socioeconómico, entre otros recortes. En la provincia de Buenos Aires el Gobierno cosecha la evaluación positiva más alta, un 24%, apenas por encima del nivel general; la evaluación negativa alcanza al 46,8 entre los bonaerenses de la muestra. En Ciudad de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba el gobierno registra previsiblemente el evaluación negativa más alta, un 50,9%, además de un 23% de evaluación positiva, en el mismo promedio general de la encuesta.
El recorte socioeconómico de la encuesta muestra que la evaluación positiva del Gobierno cae a medida que aumenta el estrato de pertenencia: 29,2% en el sector bajo; 23,4% en el medio-bajo; 17,8% en el sector medio-medio y 11,1% en el medio alto-alto. La evaluación negativa muestra un comportamiento inverso: 37,2% en el sector bajo; 47,2% en el medio-bajo; 63,3% en el medio-medio y 65% en el medio alto-alto.
La cuestión económica
Un 78% de los encuestados evalúa negativamente la situación económica (para el 61% muy mala; para el 17% es mala). Sólo un 19% tiene una evaluación positiva de la economía (4,8% muy buena; 14,2%, buena). La percepción negativa sobre la economía atraviesa todos los sectores socioeconómicos (desde un 76,7% entre los sectores bajos hasta un 86,2 en los medio altos-altos). En este recorte, la evaluación positiva de la economía alcanza al 21,6% en los sectores bajos y se derrumba hasta el 12,6% entre los medio altos-altos.
Entre aquellos que votaron al Frente de Todos en 2019, un 60,2% evalúa de forma negativa de la situación económica y un 35,4% tiene una valoración positiva. La percepción negativa trepa al 95,1 entre los votantes de Juntos por el Cambio.
La ministra, cuesta arriba
Silvina Batakis tiene una difícil cuesta por remontar. Un 31,5 de los encuestados tiene una imagen negativa de ella (trepa al 43,2% si se contempla la imagen regular negativa). Un 20,3% tiene una imagen positiva de la nueva ministra (30,8% si se suma la imagen regular positiva). La expectativas económicas son desalentadoras: un 61% tiene una opinión desfavorable sobre el comportamiento de la economía (un 36,2% estima que va a empeorar; un 24,8% cree que seguirá igual de mal). Sólo un 27,1 de los encuestados tiene una opinión favorable (un 18,4% cree que va a mejorar; un 8,7% dice que va a seguir igual de bien).
CC