Guillermo Montenegro y un estilo “sheriff” que lo acerca a las “fuerzas del cielo”
Posteos virales por un lado, recursos de habeas corpus por el otro. Emojis con pulgar arriba y mensajes de respaldo en redes; críticas y repudio en paralelo. Videos de agentes municipales en modo Policías en Acción –cámara en movimiento, música hardcore, sirenas de fondo–; denuncias penales por persecución, estigmatización y amenazas. Entre esos extremos, el intendente de General Pueyrredon, Guillermo Montenegro, logró instalar en la agenda del verano el giro más visible de su segunda gestión en Mar del Plata: desde hace meses, promueve y difunde distintos operativos para desalojar y disuadir a cuidacoches, limpiavidrios y personas que duermen en espacios públicos.
Montenegro habla de “fisuras”, “forasteros” y “zombies”. Y lanza frases tajantes y en algunos casos despectivas para ilustrar cada acción de los efectivos de la Patrulla Municipal y de la Secretaría de Seguridad. Imprime así una tónica al asunto que sorprende a propios y extraños, y que replica –y refuerza en casos– el estilo de los “operativos de orden y limpieza” de Jorge Macri en la Ciudad de Buenos Aires para personas que realizan tareas informales o en situación de calle. Como detalle, o no tanto: a diferencia de lo que pasa en territorio porteño, el estilo sheriff adoptado por el intendente en la localidad balnearia en el cierre de 2024 e inicio de 2025 despierta simpatías hacia él entre las fuerzas del cielo.
Ante las críticas, el jefe comunal mantiene el tono: “Me importa tres carajos lo que digan los que opinan desde atrás de un escritorio”. Sostiene que no hubo “ningún cambio” en el tipo de operativos, y que hace “lo que corresponde”.
“Esto no es un trabajo”, escribió en su cuenta de “X” el 2 de enero, en su primer posteo del año. En él se veía a personal del área de seguridad local que abordaba y expulsaba a un grupo de cuidacoches y limpiavidrios en la zona del puerto. “Me cagás la herramienta de laburo”, se defendía uno de ellos. “No, no, esto no es un trabajo”, replicaba el agente, y agregaba: “Ni esto, ni el trapito, ni el vidrio, ni nada. No se puede. Hoy nos vemos, y no nos vemos más”.
Cinco días más tarde, Montenegro agregó un nuevo posteo, con una discusión entre un agente y un cuidacoches en la zona costera. “Con el trapito van a terminar puliendo los barrotes de la celda”, expresó el intendente. La publicación fue celebrada por miles de interacciones, y fue repudiada por otro tanto, especialmente por deslizar un paralelismo entre alguien que cuida un vehículo estacionado –actividad molesta por cierto para muchísimos automovilistas: en lo que va de enero hubo más de cien denuncias al número de whatsapp habilitado para eso por el Municipio– y alguien que comete un delito. El balance a nivel municipal: el video tuvo más de cuatro millones de visualizaciones, todo ganancia.
Con este tipo de publicaciones quedó claro en el arranque del año que el ex juez federal y referente del macrismo mantendría el estilo adoptado desde octubre, cuando estos despliegues comenzaron a ganar mayor espacio en la agenda de trabajo del Municipio y especialmente en sus plataformas de difusión. En paralelo, distintas presentaciones judiciales han buscado frenar este tipo de procedimientos.
Montenegro: “No son víctimas”
Montenegro rechazó en diálogo con elDiarioAR las acusaciones por la brutalidad de los operativos y la estigmatización con este tipo de comunicación institucional: “Ese verso ya no se lo cree nadie. A los que realmente necesitan ayuda los tenemos censados y asistidos”.
“Acá estamos hablando de otra cosa: yo no voy a permitir que intenten generar caos, ocupando plazas públicas o generando situaciones de violencia y extorsión en medio de la ciudad. Me importa tres carajos lo que digan. No voy a entrar en una discusión dogmática. Voy a actuar”, aseguró.
Señaló en ese sentido que “los que están generando violencia y ocupando espacios públicos no son víctimas”, sino “parte de un mecanismo organizado” y “buscan generar caos”.
“En Mar del Plata no vamos a permitir que nos conviertan en otra ciudad tomada por zombis, como pasa en otros lugares del mundo donde el descontrol y la inacción del Estado dejaron calles invadidas y zonas donde ya no se puede ni caminar. Te repito: me importa tres carajos lo que digan los que opinan desde atrás de un escritorio. Acá defendemos a los vecinos que se levantan todos los días para laburar, no a quienes quieren sembrar el desorden. Mientras yo sea intendente, no voy a ceder ni un centímetro”, explicó a ese medio.
Sostuvo por otra parte que no hubo ningún cambio en el tipo de intervención, sino que actúan igual desde 2022, cuando se habilitó la línea para denuncias, y que estos procedimientos no tienen que ver “con especulaciones políticas”.
“La diferencia es que ahora los resultados se ven más claros porque sumamos más herramientas y reforzamos el control. Incorporamos tecnología, mejoramos la coordinación, y estamos actuando con toda la firmeza que la ley nos permite. Esto no tiene que ver con demandas nuevas o cambios de lectura, sino con mantener una política consistente: defender a los marplatenses que laburan, invierten y respetan las normas”, dijo, e insistió: “En Mar del Plata no hay espacio para la extorsión ni para el caos. No me importa si son trapitos, okupas o grupos organizados, acá las cosas se hacen como corresponde”.
Montenegreo comparte con las filas libertarias la idea que las elecciones de este año se desarrollarán en un escenario polarizado. En esa mirada se explica su radicalización respecto del mandato anterior. Por eso, en las fuerzas del cielo miran con buenos ojos ese cambio de estilo en el jefe comunal, en modo sheriff, sobre todo en la comunicación a través de las redes. En una entrevista brindada con Radio Brisas de Mar del Plata, antes de llegar a la ciudad esta semana, Martín Menem había señalado que tiene “buen trato en lo personal” con Montenegro, y que lo conoce “de joven”.
Métricas y habeas corpus
El operativo con mayor repercusión ocurrió a fines de noviembre, cuando el propio Montenegro difundió las imágenes de un desalojo de un hombre y una mujer que dormían en la calle. “Se terminó”, tuiteó el jefe comunal, junto a un video del procedimiento, en el que agentes comunales despiertan y desplazan a la pareja y les quitan los colchones que usaban.
El posteo fue repudiado por decenas de dirigentes opositores. “Todos matones contra los más pobres. Qué basura tenés que ser para hacerlo y para festejarlo”, expresó la ex diputada del Frente de Izquierda Myriam Bregman.
El intendente dobló la apuesta: “Llevátelos a tu casa”. Acusó además de trasladar a estas personas a la ciudad al dirigente de Patria Grande Juan Grabois. “Manga de mafias. Estos no son gente en situación de calle. A ellos los tenemos censados y asistidos. A estos los están trayendo a Mar del Plata para instalarlos, para hacernos piquetes y acampes. Son violentos con los vecinos”, señaló, y agregó: “Mi trabajo es defender a los marplatenses, al que se levanta a laburar todas las mañanas. Y lo voy a hacer con mis propias manos si es necesario”.
A nivel local, también cruzaron al intendente. La concejal opositora Eva Ayala (Acción Marplatense) calificó como “vergonzosas” ese tipo de publicaciones, repudió “la crueldad”, “la jactancia” del mensaje y la “arrogancia brutal hacia los más débiles”. Señaló además que no se trata “solo de lenguaje o sensibilidad”, sino que consideró que el gobierno municipal incumple las responsabilidades fijadas por la Ley Orgánica de las Municipalidades “en materia de asistencia, protección y cuidados de las personas en situación de calle”. En la misma línea, el edil de Unión por la Patria Diego García lo acusó de hacer “un show” en “X” “una vez por semana” con algún video “despreciable”.
En el Palacio Municipal desestiman los cuestionamientos y miran las métricas: el posteo tuvo casi 8 millones de visualizaciones. Las cuentas de Instagram y Tik Tok del municipio sumaron además miles de nuevos seguidores.
Pocos días antes de ese hecho, dos mujeres hermanas habían denunciado ante la Justicia que las habían expulsado de manera violenta, en plena madrugada, de un cajero automático del Banco Provincia en la zona oeste de la ciudad en el que pernoctaban. Denunciaron además que sufrían “persecución constante” por parte de personal municipal, y que los agentes golpeaban a personas en situación de calle, “les roban el calzado y les queman los colchones y frazadas”.
A partir de esta denuncia, el titular de la Defensoría Pública 10 del Departamento Judicial Mar del Plata, Mauro Giacomaso, presentó un pedido de habeas corpus para frenar este tipo de actuaciones, ante el Juzgado de Garantías 2, a cargo de Rosa Frende. La magistrada pidió precisiones al Municipio acerca del operativo. El propio Montenegro contestó, y difundió públicamente la respuesta, con una advertencia previa: “Quiero que sepan que este intendente no tiene miedo”. Según precisó ante el requerimiento judicial, ese tipo de procedimientos son “aleatorios” y “se encuentran orientados a toda persona que realice un uso irregular o indebido del espacio público”.
La jueza rechazó días más tarde el recurso de habeas corpus de la defensoría, porque entendió que no se acreditó una “amenaza concreta”. Consideró que “más allá del estado de vulnerabilidad” de estas mujeres, “su permanencia” en un cajero para pasar la noche “no resulta amparada por la ley”, y que independientemente del “alto índice de pobreza e indigencia” existente y la falta de vivienda, “no por ello resulta válido el uso de cualquier lugar para guarecerse”. La magistrada pidió de todos modos que personal de la Secretaria de Desarrollo Social intervenga también en los procedimientos.
El último viernes, Montenegro cuestionó a la jueza por “garantista”, tras un incidente protagonizado por las mismas mujeres. “Días atrás –escribió en ”X“–, por controlar a estos mismos ejemplares nos metieron un habeas corpus. Hoy se apuñalaron entre sí por culpa de una jueza garantista, que había ordenado la intervención de desarrollo social ´para ayudarlos´. Si ofrecés ayuda, te devuelven piedras. Tienen que ir a un refugio? No, tienen que ir detenidos. Y así fueron”.
“Legitimación de la violencia”
Para el abogado Julio Hikkilo, representante de la asociación civil La Casa del Trabajador de Mar del Plata, este tipo de accionar impulsado por Montenegro representa “una estigmatización total de personas vulnerables” y “la legitimación del uso de la violencia”. “Incluso si un trapito actúa con violencia, que claro que puede pasar, y merece la actuación de la justicia en tal caso, peor es la violencia institucional”, dijo Hikkilo en diálogo con elDiarioAR, y consideró que el intendente del PRO “endureció su discurso para sintonizar y simpatizar” con el Presidente Javier Milei.
El último miércoles, el abogado presentó en ese sentido una acción de habeas corpus preventivo y correctivo para exigir la “razonabilidad y legalidad” de las medidas adoptadas “contra las personas en situación de calle y trabajadores informales de la vía pública”.
En su presentación ante el Juzgado de Garantías 5, Hikkilo sostuvo que “las medias coercitivas aplicadas y ampliamente difundidas por diferentes medios” contra este grupo de personas se realizan “con absoluta discrecionalidad, en forma irrazonable, discriminatoria” y viola “sus legítimos y elementales derechos constitucionales”. En la acción iniciada, solicitó que como medida cautelar se ordene al municipio la suspensión de nuevos procedimientos “hasta tanto brinde un informe exhaustivo” sobre el criterio aplicado y “la fundamentación que avala este actuar abusivo”.
“Con un oportunismo político sin precedentes, se acomete contra las personas más vulnerables de nuestra sociedad, pisoteando sin posibilidad de defensa sus derechos básicos, negándoles incluso las condiciones de ser humanos, al estigmatizarlos socialmente como ´fisuras´, ´delincuentes´”, señaló, y agregó: “No por ser trabajadores informales, pobres y humildes, se transforman en delincuentes ni deben ser tratados como tales”.
También Juan Grabois anunció que denunciaría penalmente al intendente marplatense. En su paso por la ciudad el último martes para presentar su último libro y participar en una movilización junto a movimientos sociales, acusó a Montenegro de emplear “métodos ilegales” en los operativos, y precisó que la denuncia era por presunta violación a la Ley Antidiscriminación, abuso de autoridad y por el robo de las pertenencias de las personas desalojadas de los espacios públicos.
“Los vendedores ambulantes y la gente que estaciona coches lo hacen porque no tienen otro laburo para hacer, y en vez de perseguirlos hay que regularizarlos”, dijo durante un acto a metros de la sede municipal, y pidió al intendente “que entienda que a una persona con una problemática de adicciones” –es el caso de mucha gente en situación de calle en Mar del Plata, según fuentes judiciales y comunales– deberían “tratarla como un ser humano”.
Grabois cuestionó que “se la agarran con la gente que no se puede defender” y criticó al ex juez federal por “ponerse en víctima”, luego de que el intendente denunciara el último lunes haber recibido amenazas de muerte a través de Instagram.
AVL/MG
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