En la provincia de Buenos Aires, la pelea interna del peronismo sigue escalando en tensión y así parece que continuará hasta las elecciones legislativas de 2025, que serán dentro de 11 meses. Esta vez, la renuncia de Ariel Burtoli, concejal en Quilmes, a la bancada oficialista, generó una nueva crisis dentro de las filas del peronismo. Burtoli, quien llegó a la banca en 2023 gracias a un acuerdo entre la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, y la CGT local, decidió conformar un monobloque llamado “Unión por la Patria-Peronismo bonaerense”, alineándose con Jorge Ferraresi, el intendente de Avellaneda, uno de los principales aliados de Axel Kicillof que además está enfrentado a Cristina Fernández de Kirchner.
La ruptura ocurre en un contexto de creciente tensión entre Mendoza, que es una de las referentes de La Cámpora, la agrupación que lidera el hijo de la flamante presidenta del Partido Justicialista nacional, el diputado Máximo Kirchner, y el intendente Ferraresi, que estuvo hace unos días en Quilmes mostrando la falta de obras y gestión de la intendenta quilmeña.
La jefa comunal, en respuesta a su colega peronista, publicó un tuit, dirigido a Kicillof, a quien le pide obra pública para su municipio y donde fustiga a Ferraresi, exministro de Vivienda de Alberto Fernández.
“Es una pena que cuando era ministro de Hábitat y ferviente impulsor de la reelección de Alberto Fernández [Ferraresi] no mostrara esta misma preocupación por la situación de los barrios de Quilmes. Es más, recuerdo con asombro las excusas con las que nos trababa las obras que le solicitábamos para mejorarle la calidad de vida a nuestros vecinos y vecinas. Te voy a hacer llegar algunas de las notas que le envié en su momento, y aprovecho la oportunidad para pedirte nuevamente a vos, Axel, como nuestro gobernador, el compromiso para avanzar y que nos ayudes a lograr esto que todavía nos falta”, posteó Mendoza.
La ruptura entre Kicillof y Cristina impacta en la Provincia, donde ya proyectan un enfrentamiento abierto en 2025. Los intendentes que trabajan para el gobernador se creen beneficiados por el cambio en el sistema de votación (de la tradicional boleta partidaria a la boleta única de papel, ya sancionada por ley del Congreso), que anulará el “efecto arrastre”. Algunos rechazan ir a internas contra La Cámpora y plantean competir en espacios independientes en el tramo seccional y local.
Esta ruptura de un bloque de concejales es la segunda vez en menos de un año bajo la influencia de Ferraresi y, por ende, el aval de Kicillof: ya en diciembre de 2023, la concejala Belén Berrueco, ligada a Ferraresi, rompió con el bloque oficialista en Lanús, un municipio gobernado por otro referente camporista, Julián Álvarez, quien fue viceministro de Justicia durante la presidencia de CFK, lo que provocó un conflicto similar al que hoy enfrenta el oficialismo quilmeño.
El enojo dentro del kirchnerismo es abierto y afirmativo: acusan a Ferraresi de fomentar divisiones cuando la unidad debería ser la prioridad, especialmente ante los desafíos políticos y económicos que presenta la gestión de Javier Milei a nivel nacional.
“El intendente que recorre la provincia construyendo para el gobernador otra vez rompe el bloque de concejales en un municipio peronista. Lanús y Quilmes, lugares donde el peronismo les ganó a [Néstor] Grindetti y a [Martiniano] Molina, intendentes de [Mauricio] Macri. Que la cuenten como quieran”, dijo el jefe del bloque de diputados provinciales de UP, Facundo Tignanelli, tras la salida de Burtoli, que había participado de una recorrida de Ferraresi por las villas quilmeñas La Matera y Villa Luján que irritaron al camporismo y en especial a la intendenta Mendoza.
Kicillof, con esta segunda ruptura, les está marcando la cancha para 2025: los intendentes no camporistas son los más interesados en ir separados para que CFK no les arme las listas en sus distritos; hasta ahora, se supone que la disputa será en una interna, pero no descartan ir en espacios distintos a la elección general, aun sabiendo que así casi seguro ganaría Milei en la Provincia de Buenos Aires.
JJD, con la colaboración de Lucía Aisicoff