ENTREVISTA

Juliana Di Tullio, sobre la Ley de Identidad de Género: “Milei quiere hacerle decir a las leyes cosas que no dicen”

El 9 de mayo de 2012, la Argentina se convirtió en el primer país del mundo en sancionar una ley de Identidad de Género que, sin forzar operaciones ni pericias psicológicas, habilitaba el cambio de DNI de las personas travestis trans. Incluía los tratamientos de adecuación de género en el Programa Médico Obligatorio (PMO). No requería autorización judicial ni psiquiátrica para iniciar el trámite registral. Habilitaba el derecho a los menores de edad al reconocimiento de su identidad solo con su consentimiento. La ley salió por unanimidad, pero, en la última semana, se terminó convirtiendo en foco de críticas y noticias falsas luego del discurso de Javier Milei en Davos.

Se promueve la agenda LGBT, queriendo imponernos que las mujeres son hombres y los hombres son mujeres sólo si así se auto perciben y nada dicen de cuando un hombre se disfraza de mujer y mata a su rival en un ring de boxeo”, afirmó el presidente en el foro económico.

A partir de entonces, los alfiles del gobierno comenzaron a echar mano a casos lejanos y arbitrarios -a veces falsos- para justificar las declaraciones del presidente, así como demonizar la ley de Identidad de Género (Ley 26.743). El argumento preferido –repetido por Lilia Lemoine, Nicolás Márquez, entre otros– era que los hombres podrían empezar a decidir que se autoperciben niñas.

Acá hay una búsqueda para tergiversar la realidad. El presidente inventa un efecto de la ley que no existe en Argentina. La ley no habilita que un tipo pueda decir que se autopercibe niño para poder violar otra niña. No es verdad que los niños pueden operarse, es a partir de los 16 años. No es verdad que los homosexuales sean pedófilos. Es todo un invento para construir un enemigo”, recita una de las autoras de la ley, Juliana Di Tullio, a elDiarioAR. 

La ley se aprobó en Diputados en la última sesión de 2011, una de esas sesiones que se apuran en tratar todos los proyectos que quedaron en el tintero antes de que finalice el período ordinario. Fue así que, entre la ley de Fertilización Asistida y la de Muerte Digna, la Ley de Identidad de Género tuvo su media sanción. Impulsada por las organizaciones travestis trans y de la diversidad –englobadas, en su mayoría, en un frente nacional comandado por Lohana Berkins–, fueron las peronistas Di Tullio y Diana Conti, junto a la entonces radical Silvana Giudici (fue años antes de que se sumara al PRO y se convirtiera en una espada legislativa de Patricia Bullrich), las que empujaron la ley. 

“Milei es un fascista y un cobarde”

–¿Qué te pareció el discurso de Javier Milei?

Me pareció absolutamente fascista. Estuvo desorganizado a propósito, porque lo leyó, y lo hizo para desinformar, tergiversar. Con la ley de Identidad de Género uno no puede hacer lo que quiere. Uno no puede obligar a un niño o niña a hacer nada. No deja que los niños y niñas se hormonen o se realicen una operación. Es una brutalidad digna de alguien cuyo objetivo es desinformar y, sobre todo, tergiversar la ley.

–¿Cómo fue el proceso de sanción de la ley y cómo se abordó el tema de las infancias?

–Primero estuvieron las organizaciones, sobre todo había muchas de padres y madres que formaban un colectivo y necesitaban una respuesta legal. Veníamos trabajando el tema con Diana (Conti) y nos juntamos con juristas, médicos, y padres y madres que te contaban el drama de menores que tenían la necesidad de vivir con su identidad autopercibida. Antes era una cuestión silenciada, y muchas veces eran los propios médicos quienes definían la identidad de esos niños, niñas. Había mucho desconocimiento por parte del cuerpo médico.

–En las organizaciones de la diversidad hay temor de que se pretenda avanzar contra la Ley de Identidad de Género, o al menos eliminar la inclusión de los tratamientos en el PMO. O que no se le permita a los menores de edad hacer el cambio de DNI. ¿Crees que el gobierno puede derogar la ley?

Este es un tema saldado en la Argentina. No le veo ninguna posibilidad. La ley es clarísima. Es una ley que no le quita derechos a nadie, si no que da derechos a una porción de la sociedad que sufre mucho. ¿Por qué la eliminarían?

–Por la ideología de un sector de LLA.

Bueno, que vayan y consigan los votos. No lo van a lograr. La sociedad ya saldó estas discusiones. La verdad es que al Presidente le salió mal lo que dijo. Porque estas cosas suelen salir mal. A mi lo que me preocupa es que tenemos un presidente que no solo es fascista, sino un cobarde. Como buen fascista es un cobarde y quiere hacerle decir a las leyes cosas que no dicen. Y eso es responsabilidad de la dirigencia política, de todos: hay que salir a aclarar que lo que dicen es mentira. 

–¿Qué cosas?

–Que los gays no son pedófilos: las estadísticas muestran que el 90% de los delitos de este tipo lo cometen heterosexuales. Que no es cierto que no haya desigualdad entre el hombre y la mujer: cada 30 horas muere una mujer por el simple hecho de serlo. Que tampoco es cierto que los niños, con la ley de Identidad de Género, puedan hacer cualquier cosa. No se pueden hormonar ni operar, la intervención es a partir de los 16 años. No es cierto que un hombre pueda autopercibirse niño y abusar de un niño y niña y zafar de la figura penal de pedofilia. Tampoco es cierto que un hombre pueda decir que se autopercibe mujer y jubilarse antes. Son todas mentiras.

–¿Te parece insólito tener que explicarlo?

-No, lo insólito es que el Presidente mienta sobre las leyes. Hay que salir a explicar. Hay que decir que está mintiendo, que la ley no dice lo que él dice que dice. 

–¿Qué opinas de los partidos que impulsaron esta ley y la de Matrimonio Igualitario y no dijeron nada sobre lo dicho por Milei?

–Creo que están construyendo un espacio de identidad donde pertenecer. Milei, Patricia Bullrich y compañía. Están construyendo un enemigo, un enemigo que no existe. El virus woke, ideología de género, que no existe. ¿Qué carajo es eso? 

–¿Qué respondes cuando te acusan de no haber marchado contra Alperovich o Alberto Fernández?

–Que también es un argumento fascista. Es como decir ‘los peronistas son todos chorros’. Mirá, el peronismo mientras gobernó lo que hizo fue caminar en la misma dirección de una parte de la sociedad que entendía que tenía que pelear por sus derechos. Es lo que hizo históricamente el peronismo. Los partidos con origen popular y democrático vamos a estar mañana en la marcha. Convocó el peronismo, convocó el radicalismo, convocó el socialismo. Los partidos que pensamos que el fascismo y el racismo son malos para la sociedad vamos a estar. La ley de Identidad de Género tiene un origen popular y democrático, la presentamos Diana y Giudici cuando era todavía radical. Y fue votada por unanimidad en el Congreso. Más democrático que eso no hay. }

MC/DTC