Cristina Fernández de Kirchner y Axel Kicillof lanzaron la campaña en el conurbano. Lo hicieron por separado, aunque juran que trabajarán por la unidad: ella habilitó a La Cámpora a salir a pintar paredes para postularla como candidata este año, mientras que él encabezó un acto en San Martín junto a Gabriel Katopodis, un ministro al que perfila para competir.
La expresidenta ratifica en privado su voluntad de ir como candidata a diputada provincial por la Tercera sección, una jugada que alteró los ánimos de los intendentes que orbitan el universo axelista. La fricción se reflejó en el cruce desatado el jueves por la noche entre dirigentes de La Cámpora y Jorge Ferraresi. El propio Máximo Kirchner denunció con un video en sus redes sociales que el intendente de Avellaneda le mandó a la policía para evitar que colgaran carteles con la cara de Cristina. El episodio, anecdótico, da cuenta de la virulencia con la que podría encararse una interna en el Conurbano.
Hasta ahora, en el Instituto Patria y en el Movimiento Derecho al Futuro (MDF) sostienen que la fractura será evitable. Eso no impide que cada tribu haya empezado a sondear y apuntalar a sus candidatos, ya sea para negociar las listas o para tenerlos listos en caso de que se de el peor escenario. Así lo explicó a elDiarioAR un dirigente de un populoso municipio del conurbano que juega para el gobernador: “Es prematuro hablar de candidaturas porque no sabemos si vamos a ir juntos o separados, pero necesitamos empezar a mostrar nuestro equipo para discutir después todo el paquete. Creemos que es fundamental que Axel presente su propio frente en julio. Luego se verá si llegamos o no a un acuerdo”.
No pasó inadvertido el primer plano de Katopodis junto a Kicillof en un acto en San Martín. Fue el último miércoles, cuando el gobernador aprovechó una efeméride para polemizar contra Javier Milei: “los 500 días sin obra pública nacional”, fue su eslogan. El ministro de Infraestructura será una de sus cartas electorales: suena como candidato a senador por la Primera sección en la elección provincial que se realizará el 7 de septiembre, aunque hay quienes señalan que podría optar por impulsarlo para una banca en el Congreso en octubre.
En cualquier escenario, Katopodis apuntaría a mostrarse como un candidato de consenso. En plena crisis con el albertismo, la propia Cristina lo salvó de su lista negra de “funcionarios que no funcionan” y lo elogió como ministro. Sin embargo, en La Cámpora son muchos los que todavía le facturan su aventura randazzista. El funcionario se muestra activo, acompaña al gobernador, tiende puentes con el Patria y hace poco lanzó “Kato X Stream”, un espacio para mostrarlo cerca de la juventud.
De haber unidad, con Cristina en la Tercera sección, Katopodis podría llegar a ser el candidato de la Primera; pero si se fractura el espacio también emergen otros nombres. En la Primera sección, Cristina podría elegir que encabece la intendenta de Moreno, Mariel Fernández. También tiene en esa sección al camporista Damián Selci (Hurlingham), Gustavo “Tano” Menéndez (Merlo) y Leonardo Nardini (Malvinas). En la vereda de enfrente, el axelismo se mueve para que intendentes de municipios fuertes como Ariel Sujarchuk (Escobar) o Julio Zamora (Tigre), finalmente jueguen en su equipo.
La Primera es una sección donde también pisa fuerte el massismo. Desde el Frente Renovador reconocen que se verían perjudicados por una ruptura y se apuran a descartar ese escenario. Las alarmas se encienden sobre todo en el interior bonaerense. “En algunas secciones, por ejemplo la Quinta, si vamos divididos podríamos no meter ni un legislador. En la Séptima el piso es de 33, si yendo juntos tenemos pocas esperanzas, imaginate separados”, grafica un dirigente alineado a Massa.
En el axelismo abren los brazos para recibir a los que se mueven en el limbo: “Si llegamos a fracturarnos, la mayoría de los intendentes de Massa del interior bonaerense vendrán con nosotros. Por más que Sergio decida quedarse al lado de Cristina, ellos saben que para sobrevivir tienen que jugar con el gobernador”.
La figura del propio Massa podría volver a cobrar trascendencia en un acuerdo de unidad. Si bien el exministro hasta ahora asegura que no jugará y se mueve con bajo perfil, hay quienes lo señalan como el único candidato posible para encabezar en octubre en una lista de consenso.
La Cámpora piensa en 2027
En la previa al debate por Ficha Limpia, que se tratará el 7 de mayo en el Senado y el oficialismo con sus aliados tendría los votos para convertirla en ley, desde La Cámpora arrancaron un operativo clamor, ya no por la candidatura de Cristina en 2025, sino por su regreso a la Rosada en los comicios nacionales de 2027.
La primera en decirlo sin eufemismos fue la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza. “Soñamos con volver a vivir en la Argentina de Cristina presidenta. Esperemos que pueda ser”, afirmó en una entrevista. En el mismo sentido comenzaron a expresarse las segundas líneas de La Cámpora, que hasta hace unos meses siempre respondían con evasivas cuando eran consultados por el futuro rol de la exmandataria. “Cristina o Kristalina”, sintetizó Wado de Pedro el viernes, en una reedición del “Braden o Perón” que marca la línea oficial.
Además de ejercer una presión a la Justicia sobre la condena de Cristina, la anticipada postulación de cara a 2027 responde a la puja de poder con Kicillof y a la negativa de La Cámpora de considerarlo un sucesor de su espacio político. Si quedaban dudas, ya se disiparon: no están dispuestos a apoyar la candidatura nacional del gobernador. Pese a eso, todos apuestan este año a negociar. El lunes habrá otra instancia clave: se espera que finalmente se apruebe la suspensión de las PASO en la Legislatura. La sesión no estará exenta de polémicas, ya que Kicillof buscará insistir con la modificación del cronograma electoral, una decisión que hasta ahora no acompañaron ni la oposición ni el kirchnerismo.
LA/MG