El oficialismo logró en el Congreso, con el apoyo de los opositores aliados, conformar la comisión bicameral de Tratamiento Legislativo, donde se discutirá el mega DNU de desregulación de la economía de Javier Milei. La Libertad Avanza pudo imponer al senador propio Juan Carlos Pagotto (La Rioja), votado por el PRO, el radicalismo y los bloques federales en una reunión muy resistida por Unión por la Patria, que tiene seis de los 16 miembros del cuerpo de trabajo que integran diputados y senadores.
La conformación de la bicameral se estiró más de dos horas por una discusión que abrió el kirchnerismo, que reclamó por los plazos de la comisión y porque entiende que deberían tener más sillas: al menos un diputado y un senador más, a partir de los resultados de las elecciones de octubre de 2023, cuyo resultado le permitió a UxP tener la primer minoría en ambas cámaras del Congreso.
Pero con solo tres integrantes en la bicameral, el oficialismo logró imponer su intención de conducir la comisión. Tuvo el acompañamiento clave de los dos votos que tiene el PRO, los dos de la UCR, más los votos individuales que tienen Cambio Federal, Unidad Federal y Hacemos Coalición Federal. Quedó pendiente la designación del vicepresidente de la comisión y del secretario, cuyas definiciones quedaron entrampadas en la pelea entre los libertarios y el kirchnerismo.
Sí se definió que la próxima reunión será el próximo jueves, pero no el horario ni la agenda, porque además del DNU 70/23 hay 177 decretos pendientes de gestiones anteriores (solo 106 del gobierno del Frente de Todos). Otro punto que quedó en el aire es que hasta los aliados a los libertarios reclaman que funcionarios del Poder Ejecutivo brinden explicaciones sobre el DNU en el marco de la comisión.
“Tienen los números para robarnos la representación. Vamos a seguir insistiendo en que se trate en el recinto”, se quejó durante la reunión la senadora kircherista Anabel Fernández Sagasti (Mendoza), que llevó la voz cantante de UxP dentro de la comisión. La legisladora tuvo un gesto llamativo cuando al momento de la votación de Pagotto les exigió a los aliados que lo apoyaron que levanten su mano “más alto”, como para revelar quienes eran los que acompañaban al libertario.
La designación del senador de LLA fue impugnada por H.I.J.O.S. por haber sido abogado defensor de militares de la última dictadura militar condenados por delitos de lesa humanidad. De hecho una carta de la agrupación fue leída a viva voz dentro de la comisión.
El resto de las autoridades del cuerpo de trabajo quedó para un próximo debate, porque no hubo acuerdo entre el oficialismo y los aliados a quién nominar. Mientras el senador Juan Carlos Romero (Cambio Federal-Salta) propuso que el diputado del PRO Hernán Lombardi sea vicepresidente y el senador Víctor Zimmermann (Chaco-UCR), el diputado Nicolás Massot (HCF) propuso respetar las representaciones parlamentarias, por lo que le correspondería a UxP un lugar en la conducción.
“Acá no hay fuerzas del cielo, hay fuerzas de la mayoría. Y eso se construye, no se impone”, dijo Massot. La fricción hizo que Zimmermann anunciara que retiraba su nominación. “Se lo cedo al bloque de UxP”, dijo y Sagasti le contestó que “no se trata de un cargo ni contratos”. “Lo mío tampoco se trata de un cargo o contratos”, retrucó el radical. En los pasillos del Congreso se sabe que los espacios privilegiados en las distintas comisiones habilitan a los legisladores tener la posibilidad de administrar un mayor presupuesto para tener asesores.
Quedó en el aire que en las próximas reuniones de la comisión el oficialismo habilite la intervención de ministros del gabinete, que junto con el Presidente firmaron el DNU. “Va a ser fundamental pedir que la semana que viene vengan del Ejecutivo los funcionarios. No den por hecho que tienen mayoría para el dictamen. Acá estamos para debatir”, advirtió el senador Carlos Espínola (Unidad Federal-Corriente), quien votó a favor de Pagotto. También lo propusieron Zimmermann y Massot.
El kirchnerismo no votó la designación de Pagotto y buscó impugnar la comisión en sí, alegando que el plazo reglamentario para su funcionamiento está virtualmente vencido. Según la ley 26.122, debería haber dictaminado sobre el DNU a más tardar el 22 de enero pasado; es decir, diez días hábiles contados desde que el jefe de Gabinete envió el decreto al Congreso, el 5 de enero pasado. También exigió que al momento de discutir los DNU, se comience por el de Milei. “El precedente Pichetto es tratar de adelante para atrás: la urgencia que tiene hoy la sociedad argentina”, recordó la diputada Vanesa Siley.
Pero la comisión quedó conformada hoy sin saberse efectivamente cuál será su agenda de trabajo en las próximas semanas. Su tarea solo es de validar o no el DNU, aunque el dictamen no es vinculante para el tratamiento en el recinto. De hecho, el decreto continúa vigente (salvo el capítulo laboral, impugnado en la Justicia) a menos que sea rechazado en conjunto por el Senado y Diputados.
La estrategia libertaria de dilatar la discusión tiene su propio límite en el comienzo de las sesiones ordinarias el 1 de marzo: a partir de entonces el kirchnerista puede presionar en ambas cámaras para que el DNU se trate en los recintos. En la oposición aliada de la UCR y los federales ya están pensando como alternativa, para darle seguridad jurídica al decreto, que se vote una ley espejo con las mismas amplias derogaciones y modificaciones legislativas que impuso el 70/23 de Milei.
MC