Mauricio Macri evadió las preguntas de los periodistas sobre su potencial candidatura presidencial en 2023, y bromeó: “Presidente de Boca no creo”. Admitió que “mi preocupación mayor es quién conduce”, pero aclaró que “ahora importa el para qué queremos volver a gobernar Argentina”.
El exmandatario sentenció: “tenemos que poner mucho trabajo para hacernos cargo de un país que lamentablemente, si en 2015 lo habían dejado en el tercer subsuelo, en el 2023 va a estar en el séptimo subsuelo”. Sin embargo, remarcó que “las grandes diferencias que van a haber entre el 2015 y el 2023 es que en el año próximo todos vamos a estar conscientes de lo que nos pasó, de la crisis en la cual estamos y que no estábamos en el 2015”.
Añadió que ese escenario desfavorable “nos genera una oportunidad de ir adelante en un cambio profundo como la Argentina debería haber encarado hace muchas décadas, porque venimos en una decadencia que lleva muchos años”.
Sobre la alianza opositora, dijo que “los primeros aprendizajes que hemos tenido como fuerza política es que vivimos en un mundo complejo y en la Argentina es aún más complejo porque arrastra tantos años y décadas de frustraciones”.
En cuanto al gobierno, declaró “no hay que subestimar o simplificar, y hay que sepultar definitivamente las ideas del populismo de que todo es simple, fácil, que el Estado puede resolverlo todo”. Finalmente, dijo “lo que hemos visto es que el Estado solamente resolvió los problemas de aquellos que lo manejaban y lo manejan y no del ciudadano de a pie”.
La agenda del líder de Juntos por el Cambio continuó por la tarde en Rosario con su participación en el Congreso de la Asociación de Productores en Siembra Directa (Aapresid), en otro acercamiento al campo, tras haber participado en la reciente edición de La Rural.
LC con información de agencia Télam