ANTES DEL VEREDICTO

Martín Báez pidió al tribunal que lo absuelvan por lavado: “No soy un mafioso ni un delincuente”

El juicio por presunto lavado de activos contra el empresario Lázaro Báez y otros presuntos colaboradores del Grupo Austral se acerca a su fin, tras más de dos años de debate oral y público. Este miércoles, el Tribunal Oral Federal número 4 escuchó en una audiencia virtual vía zoom las palabras de Martín Baéz y Daniel Pérez Gadin, entre otros imputados, los últimos que restaban manifestarse frente a los a los jueces antes del veredicto, programado para el próximo miércoles 10, pero podría atrasarse una o dos semanas más, explicaron fuentes judiciales del caso. El tribunal continuará el próximo miércoles escuchando a mas imputados del juicio.

Báez, sus cuatro hijos (Martín, Leandro, Luciana y Melina), su contador Daniel Pérez Gadin y su abogado Jorge Chueco; Leonardo Fariña y el financista Federico Elaskar (quien también se pronunció ante el tribunal y para quien la fiscalía pidió la absolución), entre otros investigados están siendo juzgados por el presunto lavado de unos US$50 millones a través de sociedades en paraísos fiscales y cuentas en Suiza. Martín Báez, hijo mayor del exsocio de los Kirchner, es el único imputado del juicio detenido en una cárcel federal. Báez obtuvo la prisión domiciliaria en septiembre último.

“No cometí ninguno de los delitos de los que me acusan. No soy un mafioso ni un delincuente, soy una persona honesta”, dijo Martín Báez frente a una cámara en la Unidad 31 de Ezeiza. “Confío en la sensatez del tribunal pero estoy socialmente condenado”, agregó en su breve intervención. “Sólo me interesan mis hijos”, “pido que me absuelvan”, solicitó a los jueces. Además afirmó que vivió “un tormento” durante años y que incluso si fuera absuelto por el tribunal, su situación “no tiene reparación”. El fiscal Abel Córdoba pidió 9 años de prisión en su contra y 12 años de pena para su padre. 

Quién se extendió en sus últimas palabras ante el tribunal fue su “coach”, como se definió a sí mismo el contador Pérez Gadin, acusado de ser el cerebro financiero de la maniobra investigada y contra quien el fiscal Abel Córdoba pidió una de las penas más altas del juicio: 8 años de prisión. Pérez Gadin es una de las personas que se ve en el video de una cámara de seguridad de la financiera SGI, conocida como “La Rosadita” en la que contaban junto a Martín Báez numerosos fajos de dólares que sacaban de al menos un bolso.

“Ordené un patrimonio en el exterior que era de los hijos del señor Báez”, declaró este miércoles sobre su rol en la ingeniería financiera que, según la investigación judicial, se utilizó para blanquear fondos que podrían provenir de la evasión fiscal y la corrupción en la obra pública. Lázaro Báez está siendo juzgado en otro juicio, conocido como el caso Vialidad, junto a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, por presuntas irregularidades, como el direccionamiento y sobreprecios, en 51 licitaciones viales que los gobiernos kirchneristas le adjudicaron a su constructora en Santa Cruz.

Pérez Gadín también dijo que esos US$50 millones en los que se centró la investigación “era una muy pequeña parte de lo que este grupo podría haber depositado si hubiese tenido ganas”.

Confío en la sensatez del tribunal pero estoy socialmente condenado.

Durante sus últimas palabras ante el tribunal, Pérez Gadin hizo un repaso por lo que llamó “la magnitud” del Grupo Austral, conglomerado de empresas de Báez. “Cuando el señor Báez me contrató fue para capacitar a sus hijos en el uso de técnicas de gestión moderna. Hicimos innumerables cursos” durante unos cuatro años, dijo. “Báez quería que Martín Báez creciera en la organización y yo, como su coach, participé en muchas reuniones con Martín”. Además dijo que “la crisis de crecimiento de Austral los estaba estrangulando. Por eso, estaban reorganizando la empresa”, agregó.

Entre las reuniones de las que dijo participar resaltó especialmente dos situaciones para nombrar a dos empresarios de renombre: “Nos reunimos con Carlos Bulgheroni y su hijo, que estaban muy interesados en participar en la actividad petrolera del Grupo Báez. Después de reuniones con sus abogados llegamos a un acuerdo que era como un tomo de guía y llegó a convenirse una inversión futura en la concesión petrolera de Báez, en una asociación con este grupo de US$500 millones”, sostuvo Pérez Gadin.

“También participé en la formación de la UTE (Unión Transitoria de Empresas) que iba a licitar las represas en la provincia de Santa Cruz con Austral y Iecsa. La principal socia era Sinohydro, una de las principales compañías del mundo, que es del gobierno chino”, recordó Pérez Gadin.

Era una muy pequeña parte de lo que este grupo podría haber depositado si hubiese tenido ganas.

“Los controles eran muy grandes”, justificó sobre la ejecución de las obras públicas que ganaba Austral y sobre cuestiones impositivas. “No era una empresa de papel sino absolutamente controlada”. 

“Era un grupo empresario que tenía por delante millones en contratos. No tengo ningún elemento para pensar que los fondos que depositó el grupo Báez en Europa no son de él y que no provienen de actividades ilícitas. Era imposible suponer que esos dólares que iban a depositar en Suiza provenían de un ilícito”, afirmó sobre la acusación en su contra.

Según la acusación del Ministerio Público Fiscal, Pérez Gadin aparece en los documentos bancarios como top manager de las compañías de Báez. Durante su indagatoria en el juicio, el contador pidió que se le muestre alguna prueba de una transferencia realizada por él, ya que niega haber sacado dinero del país para los Báez. La fiscalía le exhibió un documento con su firma solicitando el cierre de una de las cuentas investigadas y la transferencia de los fondos.

Sobre el inicio de la causa y la investigación periodística de Periodismo Para Todos dijo que “el objetivo era llevar a (Mauricio) Macri a la Presidencia y lo consiguieron”. “Querían que declarara que el dinero en el exterior era de Néstor y Cristina Kirchner. Me amenazaron, me presionaron”, dijo en referencia a miembros del gobierno de Macri.

ED