Morales busca imponer la nueva Constitución jujeña, en medio de una crisis política y social de altísimo voltaje

El clima de crisis política y social que se respira en el aire de punta a punta de Jujuy es tan caldeado, que la conferencia de prensa de este lunes del gobernador Gerardo Morales no alcanzó para aquietar las aguas. Unos minutos después de la exposición del mandatario, en el que “cerró el capítulo salarial” con el sector, el Centro de Docentes de Enseñanza Media y Superior (CEDEMS) y la Asociación de Educadores Provinciales (ADEP), los gremios que encabezan las manifestaciones callejeras y el paro desde hace tres semanas, ratificaron el banderazo al que convocaron para este martes, el mismo día en que se realizará la jura de la nueva Constitución Provincial, en el Teatro Mitre. Los dos hechos se realizarán en las calles céntricas de San Salvador de Jujuy, por lo que se presume que será una jornada de altísimo voltaje con una fuerte presencia de las fuerzas de seguridad.

En rigor, la conferencia de Morales, anunciada para las 18.30 pero que arrancó una hora más tarde, tuvo dos ejes centrales. En su doble carácter de mandatario y presidente de la Convención, anunció que se dio marcha atrás en dos artículos relacionados con los pueblos originarios y la propiedad privada, que son los 50 y 36, claramente por las dudas en su redacción final y por las movilizaciones con cortes de rutas que persisten por estas horas. “Vuelven a la vieja redacción -de la Constitución Provincial de 1986- para que no se entienda que queremos joder a las comunidades con el tema de la propiedad privada”, señaló. Advirtió, sin embargo, que no se modificará el artículo 67, -ni sus incisos, que rezan sobre la paz social y el derecho a las protestas-, uno de los que más dudas genera entre los gremios, movimientos sociales y partidos políticos. En el mismo encuentro, insistió en que las manifestaciones en las calles y en las rutas son producto de la agitación de “kirchneristas que están hace dos meses en la provincia”, de Milagro Sala -que cumple arresto domiciliario- y del gobierno nacional que quiere instalar el caos en Jujuy. “Ése es Aníbal Fernández, el ministro de Seguridad”, señaló.

En diálogo con elDiarioAR luego de la conferencia de prensa de Morales, Mercedes Sosa, secretaria general del CEDEMS, sostuvo que el capítulo salarial con la docencia no puede ni debe estar cerrado. “Por la inflación en crecimiento y los salarios empobrecidos, vamos a seguir pidiendo la reapertura de las paritarias”, expresó. Agregó que se realizará la concentración de la docencia en la sede gremial para marcha luego por las calles céntricas. Anunció que persiste la consigna “Arriba los salarios, abajo la reforma de constitución”. También ratificó que este miércoles continuará el paro por tiempo indeterminado que ya ingresó en su cuarta semana.

El banderazo, en el Día de la Bandera, contará con la adhesión de la Intergremial. Conformada hace una semana, está integrada por Cedems, Adep, el Sindicato de Empleados y Obreros Municipales (Seom), la Asociación de Personal de Organismos de Contralor (Apoc), la Asociación de Profesionales Universitarios de la Administración Pública (Apuap), la Asociación de Docentes e Investigadores de la Universidad Nacional de Jujuy (Adiunju), el Sindicato Argentino de Docentes Privados (Sadop), la Asociación Bancaria, el Sindicato de Obras Sanitarias, Mineros de Aguilar y las CTA Autónoma y de los Argentinos, entre otras organizaciones. “Acompañamos la lucha de los docentes porque también es nuestras, vamos a estar en el banderazo porque ya estamos hartos del autoritarismo de Morales y de tener salarios de hambre, desde hace ocho años que nuestros sueldos son miserables”, expresó Yolanda Mamani, secretaria general de los sanitaristas jujeños. Nicolás Fernández, secretario general de Apuap, manifestó a este medio que “marcharemos con la misma consigna”.

Divisoria de aguas

Con su conferencia, Morales procuró dividir aguas. Accedió a algunos reclamos de las organizaciones de pueblos originarios para que abandonen las rutas en la Quebrada de Humahuaca y se plantó ante los docentes, en un intento por aislar esas manifestaciones. Pero el estallido social -aunque el mandatario intente responsabilizar a La Cámpora, a Milagro Sala o al “turismo piquetero”-, se cocina desde el mismo día en el que se sentó en la gobernación. Desde entonces, se señala, aplicó el principio de “tierra arrasada” sobre las políticas de contención social que puso en marcha la organización Tupac Amaru, redujo al mínimo el diálogo con los pueblos originarios -que no tienen una conducción unificada- y avanzó con proyectos mineros en territorios ancestrales sin previa consulta y solo mantuvo las formas de las paritarias con estatales porque -en los hechos- el gobierno provincial asignaba un incremento que se cumplía a rajatabla, sin discusión. Por ello, los salarios de los estatales jujeños equivalen a menos del 50% de lo que percibe un estatal tucumano, en las mismas funciones. De bolsillo, un maestro de grado de Jujuy, con 25 años de servicio, cobra alrededor de $ 155.000, mientras que en Tucumán, esa misma tarea se abona cerca de $ 320.000. Las formas del gobernador, que comunica como “estilo duro para lograr la paz social”, cuentan con el apoyo de dos dirigentes que son la columna vertebral del Partido Justicialista: Guillermo Jenefes, presidente del bloque peronista de la Legislatura, y Rubén Rivarola, presidente del PJ y también legislador.    

Luego de la represión policial en el corte en la ruta nacional 9, en el acceso a Purmamarca, el pasado viernes, con una treintena de detenidos -ya liberados-, medio centenar de heridos con balas de goma y un joven de 17 años que perdió un ojo por un perdigón de un disparo policial, las manifestaciones en las rutas se incrementaron. Este lunes se contabilizaron alrededor de 22, desde La Quiaca, pasando por Lozano, hasta San Pedro de Jujuy. Es decir, desde la llanura hasta la Puna jujeña. Un hecho inédito en la historia reciente de esta provincia, un fuego que parece de difícil resolución apenas con una conferencia de prensa. “Es impericia o falta de política, como sea, Morales cometió el error de creerse intocable y avanzó sobre derechos. Podrá decir que la crisis es por injerencia externa y quizás lo crean en otras provincias pero los que vivimos aquí sabemos que ese discurso aquí ya no funciona”, analizó para elDiarioAR un intendente radical de un municipio de la Quebrada de Humahuaca. “De esto se sale con una verdadera mesa de diálogo”, sostuvo.

Debido a los anuncios de Morales de dar marcha atrás en dos artículos de la reforma de la Constitución, se confirmó que la Convención Constituyente tendrá dos instancias en el momento que se reúna. Primero, dará marcha atrás, de acuerdo al anuncio del gobernador, y luego será la jura.

Carlos “Perro” Santillán, ya jubilado como municipal y militante en la actualidad en la Comisión de Derechos Humanos de Jujuy, opinó que el error de Morales fue creerse omnipotente. “Después de lo que ocurrió con Milagro Sala cobró fuerza el gobernador y se creyó que estaba dirigiendo un reinado. Gerardo Morales se creyó el rey de Jujuy y fue así como empezó a avanzar en la metodología represiva”. En relación a la Constituyente, opinó ante elDiarioAR: “Quiere evitar cualquier tipo de reclamo del pueblo, avanza sobre el control de las manifestaciones y todo lo que tiene que ver con la protesta. Por eso salimos a cruzar un decreto que había hecho Morales y que tuvo que rectificarse. Y luego saltó esto de la Constitución”.

DC