Sesión clave

El oficialismo enfrenta el desafío de sostener el quórum en la votación del articulado para que la ley Bases no caiga

Como se explicó en esta nota de elDiarioAR, en el recinto de una Cámara del Congreso los asuntos se debaten (es cuando los legisladores, en el orden del listado de oradores, expresan sus argumentos a favor y en contra) y después se votan. Y las votaciones son dos: primero, en general, y después, en particular; es decir, al articulado del texto.

Se espera que el proyecto de ley de Bases y puntos de partida para la libertad de los argentinos, que se tramita hoy en una sesión del Senado, sea aprobado en general pero no está claro qué ocurrirá con la votación en particular, porque los números son muy ajustados y podría repetirse el fracaso del 6 de febrero último en Diputados.

Ese día, en sesión, el mismo proyecto fue aprobado en general y después, como en la votación en particular sus artículos venían siendo rechazados, el oficialismo debió pedir que el expediente volviera a tratarse en las comisiones por el temor a que terminara sancionándose una cáscara vacía.

Ahora, en el Senado, teniendo en cuenta la distribución de bancas y las voluntades expresadas de algunos senadores, el oficialismo debería preocuparse de garantizar que al momento de votar —como corresponde— haya quórum, ya que si hay menos de 37 senadores sentados en sus bancas (la mitad más uno de los 72 que integran el cuerpo) no se podrán votar los artículos.

Y al respecto hay que recordar que las abstenciones no cuentan para el quorum. Ejemplo: al momento de votarse el capítulo de facultades delegadas para el Presidente del proyecto de ley de Bases, si se cuentan 35 apoyos, 33 rechazos de Unión por la Patria y 4 abstenciones, el capítulo quedaría rechazado; pero si los 33 de UxP estuvieran ausentes (puede ser una estrategia parlamentaria para complicar al oficialismo), la sesión podría naufragar por falta de quórum, ya que se contarían 35 senadores presentes, dos menos que los necesarios para el quórum porque las 4 restantes serían abstenciones.

Es decir que si algunos senadores de la oposición no kirchnerista que estuvieran disconformes con las facultades delegadas, al oficialismo le convendría que votaran en contra en vez de abstenerse para que el capítulo en cuestión resultara aprobado, se pueda continuar con la votación del articulado y no se caiga la sesión.

De todas maneras, como el dictamen de mayoría (es decir el texto que obtuvo más firmas del plenario de comisiones) sufrió algunas modificaciones de última hora (sacaron a Aerolíneas Argentinas y a otras empresas públicas de la lista de privatizables, quitaron la eliminación de la moratoria previsional y agregaron organismos de cultura al listado de los que no pueden ser disueltos), es menos probable que se produzcan este tipo de escenarios en la votación en particular.

El oficialismo, de cualquier manera, cuando llegue esa instancia de votación va a transpirar.

JJD