La semana pasada, antes de dejar su cargo, Juanchi Zabaleta se confesó ante un importante dirigente territorial. Le comentó que el plan “empalme” que Sergio Massa lanzó apenas asumió como ministro de Economía no avanza. Aún está muy lejos de concretarse el objetivo oficial de transformar 200 mil planes sociales en empleo genuino, con el Estado haciéndose cargo de las cargas tributarias de los empleados.
La anécdota del ahora saliente ministro de Desarrollo Social puede servir de botón de muestra sobre el desafío que tendrá Victoria Tolosa Paz cuando asuma el jueves en la cartera ubicada en el ex edificio de obras públicas. Se trata de una ministerio con un abultado presupuesto –aunque ya agotado para lo que resta del año– y loteado entre las organizaciones más importantes del también loteado Frente de Todos: el Movimiento Evita y La Cámpora, en disputa histórica.
Es una compleja realidad que –con sus propias particularidades– también tendrán que sortear en sus nuevos puestos la nueva ministra de Trabajo, Kelly Olmos, y de Mujeres y Género, Ayelén Mazzina. La reemplazante de Claudio Moroni va a tener como interlocutores a los dirigentes de la dividida CGT, así como el constante reclamo por paritarias y la necesidad de que los salarios no pierdan por goleada con la inflación. La funcionaria que llega por Eli Gómez Alcorta deberá recoger el guante que dejó el Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Trans, Travestis, Bisexuales, Intersexuales y No Binaries, que terminó ayer en San Luis, justamente provincia de donde Mazzina es oriunda.
La interna en Desarrollo Social
La designación de Tolosa Paz la definió Alberto Fernández, luego de consultar con los principales movimientos sociales oficialistas. El miércoles pasado, el Presidente recibió en su despacho a Emilio Pérsico, del Evita; a Daniel Menéndez, de Somos Barrios de Pie, y a Juan Carlos Alderete, de la Corriente Clasista y Combativa. Le dieron su venia.
“Estamos bien con ella”, dijo una fuente sobre la figura de la nueva ministra, que ya en sus tiempos de diputada nacional no dejó de tener presencia en distintos actos de las agrupaciones sociales. Es una vieja conocida: formó parte de la gestión cuando fue nombrada titular del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales. Sin embargo, no cuenta con el mismo expertise que el ahora retornado intendente de Hurlingham. “Tolosa Paz es más una figura que puede poner palabras, más que conducir el ministerio. Tiene menos espalda que Juanchi”, apuntó el dirigente consultado, que tiene un pie en el territorio y otro en el ministerio.
El verdadero desafío de Tolosa Paz será articular la disputa histórica entre el Evita y La Cámpora, que se reparten las dos “cajas” principales del ministerio: el Potenciar Trabajo y la Tarjeta Alimentar. Ambos programas se llevan por encima del 90% del presupuesto total.
Los 1,3 millones de planes sociales son administrados por Pérsico desde la secretaría de Economía Social, y para el 2023 tendrá un presupuesto de 590.982 millones de pesos. Las políticas alimentarias, a cargo de la camporista Laura Alonso en la secretaría de Inclusión Social, dispondrá de $442.756 millones para llegar a 2,4 millones de personas.
Esos dos programas son los que marcan la temperatura en la calle, últimamente ganada por la opositora Unidad Piquetera, encabezada por el Polo Obrero, Barrios de Pie, el FOL y Teresa Vive. La semana pasada Zabaleta logró desactivar una serie de piquetes que se habían anunciado para todo el fin de semana largo en distintas rutas del país. La amenaza sigue latente, porque ya el Gobierno rechazó ampliar los planes sociales, histórico reclamo de los piqueteros opositores.
Tolosa Paz es más una figura que puede poner palabras, más que conducir el ministerio. Tiene menos espalda que Juanchi
“La renuncia de Zabaleta marca el fracaso de la política social del Gobierno”, apuntó ante la consulta de elDiarioAR Eduardo Belliboni, dirigente del PO, conocedor de los pasillos del ministerio. “Tolosa Paz fue parte de la mesa contra el hambre que fue un fiasco y un manoseo. Pero el problema no son los ministros, sino el ajuste. No sé tampoco cómo hará con la interna, que es otro de los grandes problemas, porque el ministerio está parcelado y dividido. Fracasó ahí Arroyo y ahora también Zabaleta”, cuestionó.
Otro de los desafíos de Tolosa Paz será llevar adelante la tan anunciada auditoría a los beneficiarios del Potenciar Trabajo, que según recogió este medio está recién dando sus primeros pasos en distintos puntos del conurbano y en algunas localidades del interior. No se espera que esté terminado hasta por lo menos el comienzo del 2023. Ayer, en una carta de despedida publicada en sus redes sociales, Zabaleta habló de ââ“proceso de normalización” de los planes sociales. También le deseó éxito a su sucesora. “El camino está marcado, en marcha y ordenado”, le aseguró.
El reclamo salarial en Trabajo
El Presidente no consultó con la CGT la designación de Kelly Olmos en Trabajo, pero en la dividida central obrera buscaron restarle importancia a la cuestión. “No es un apocalipsis de Estado que no nos hayan consultado”, dijo al respecto esta mañana Andrés Rodríguez, titular de UPCN y dirigente del consejo directivo cegetista.
Olmos será la caja receptora de los reclamos gremiales, en un contexto de altísima inflación y pérdida del poder adquisitivo. El conflicto más urgente es el de los camioneros de Hugo y Pablo Moyano, que la semana pasada exigieron a los empresarios un aumento de 131 por ciento. La negociación aún está abierta, sin una solución pronta a la vista.
Se trata de una paritaria simbólica, porque lo que haga Pablo Moyano tendrá repercusión en el resto de la CGT, luego de que él amenazara hace dos semanas con irse de la central obrera. Quedó cristalizada su distancia con Héctor Daer –íntimo de Alberto Fernández– y Carlos Acuña –del riñón massista–. En el asado en Olivos al que no lo invitaron al camionero, Moroni se comprometió a mantener abierta todas las paritarias ante la crisis actual. Será desafío de Olmos continuar ese compromiso.
Auguramos una buena relación con la nueva ministra de Trabajo
La CGT por ahora le tendió la mano. “Auguramos una buena relación con la nueva ministra de Trabajo”, avisó el jefe de UPCN en radio Provincia.
Más allá de las paritarias, otro desafío de Olmos será administrar la tensión por un bono de fin de año. Los estatales, por caso, ya cerraron un acuerdo con el Gobierno para recibir un pago único de $30.000. “Alberto Fernandez me pidió que cuide el salario de los argentinos”, dijo Olmos en declaraciones a la AM750. “No puedo adelantar decisiones, pero conceptualmente creo que hay que reparar la deuda sobre sectores vulnerables”, agregó, ante la complejidad de la crisis que hace que miles de personas con un trabajo formal estén por debajo de la línea de pobreza.
Una fecha clave para la futura funcionaria será el próximo lunes 17 de octubre. Mientras la CGT anunció un acto en el estadio de Obras, Pablo Moyano y sus aliados en el kirchnerismo –La Cámpora y las CTA– harán una marcha a la Plaza de Mayo. El Presidente, a su vez, pensaba encabezar un acto en Tucumán organizado por Juan Manzur. ¿Será la excusa perfecta de Olmos para ausentarse de los dos actos porteños?
Justicia por femicidios
Luego de dos años de pandemia, el reciente Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Trans, Travestis, Bisexuales, Intersexuales y No Binaries le marcó al pulso del movimiento feminista a la nueva ministra del área, justamente la puntana Mazzina.
Una de las banderas que encabezó la multitudinaria manifestación en San Luis fue por la aparición de Guadalupe Lucero, niña de seis años desaparecida hace un año y cuatro meses. También hubo pedidos de justicia para Florencia Magali Morales, hallada muerta en una comisaría de Santa Rosa del Conlara –en el interior puntano– el 5 de abril del 2020. Según el Registro Nacional de Femicidios de la Corte Suprema, en 2021 se registraron 251 víctimas letales de violencia de género, un promedio de 1 femicidio cada 35 horas.
Ayer, desde Juntos por el Cambio, distintas voces cuestionaron a Mazzina por el caso de Magalí Morales. “La Secretaria de la Mujer de San Luis desde 2019 es la nueva Ministra de la Mujer y Diversidades. ¿Por qué no hizo algo por Magalí Morales, asesinada en una comisaría puntana, detenida en cuarentena por ir a comprar comida? Llega a la Nación para rendir cuentas. Queremos saber”, apuntó Karina Banfi, vicepresidenta del bloque UCR en Diputados.
“Sería muy buena señal que la nueva ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad se manifestara sobre el homicidio de Florencia Magali Morales. Demostrar que hará política pública sin sesgos partidarios en favor de todas las mujeres y disidencias marcaría una gran diferencia”, escribió en Twitter Silvia Lospennato, secretaria parlamentaria del interbloque opositor.
La previa a la designación de Mazzina y al Encuentro Plurinacional estuvo protagonizada por la represión que sufrieron mujeres y niñas en la comunidad mapuche en Villa Mascardi, lo que determinó la renuncia de Gómez Alcorta. “Todavía hay muchas cosas por las que tenemos que seguir luchando y leyes que aún no se cumplen”, dijo la nueva ministra en declaraciones al medio local El diario de la República. “Pero hay una fuerza que se pudo ver (durante el 35º Encuentro Plurinacional de Mujeres y Disidencias realizado en San Luis) de un feminismo que no se va a dejar interpelar por nadie. Aun con una avanzada de la derecha, no nos tenemos que dejar caer. Creo que juntas podemos construir algo mucho más grande”, completó.
Con la llegada de Mazzina, Olmos y Tolosa Paz, el gabinete de Fernández vuelve a tener cuatro mujeres ministras –continúa en su cargo Carla Vizzoti, de Salud–, el mismo número que tenía al iniciar la gestión en diciembre de 2019: cuatro de 20. Un tímido avance en la paridad de género ya que en marzo las mujeres solo ocupaban un 32% de los altos cargos en el gabinete nacional.
MC