El Congreso sigue haciendo la vista gorda sobre los abultados fondos reservados que recibió la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE), organismo fuertemente vinculado a Santiago Caputo, asesor estrella de Javier Milei. Una mayoría en la Cámara de Diputados obturó la noche del miércoles dos intentos para que se avance sobre la validez del DNU que le otorgó al cuerpo de espías $100.000 millones en gastos reservados, de los que ya se habrían gastado en apenas tres semanas el 80%.
Primero fue el bloque Encuentro Federal, de Miguel Pichetto, el que pidió una moción para establecer un cuarto intermedio de una semana de la sesión maratónica que comenzó este miércoles, y que tiene como ejes discutir sobre esencialidad en la educación y el aumento del presupuesto universitario, para que no se pise con la programada para este jueves solicitada exclusivamente para votar sobre el decreto de necesidad de urgencia del organismo de inteligencia. La moción de Nicolás Massot resultó rechazada por 115 votos afirmativos contra 122 negativos.
Luego fue el diputado de la Coalición Cívica Maximiliano Ferraro quien pidió un apartamiento de reglamento para que se incorpore al temario de la sesión en curso el DNU sobre la SIDE, pero también fue rechazado al no conseguir el aval de los tres cuarto del pleno del cuerpo. De los 257, hubo 135 votos a favor (un piso que podría revelar cómo será la próxima votación), 100 en contra, 2 abstenciones, un voto sin contabilizar y 19 ausencias.
Los libertarios contaron con el respaldo de un sector del PRO, bloques aliados del oficialismo, y un sector de la UCR para evitar incorporar la discusión sobre el sensible DNU ya que Martín Menem se comprometió a conformar el próximo martes la Comisión de Fiscalización de Inteligencia. La votación reflejó una nueva división entre los radicales, ya que 18 votaron a favor, 13 lo hicieron en contra y dos se abstuvieron. También fue curioso que Álvaro González, del PRO y cercano a Horacio Rodríguez Larreta, votó a favor. Y que hubo una decena de kirchneristas que se ausentaron.
La postergación del debate no hizo más que acrecentar la polémica sobre los fondos reservados de la SIDE. Justamente el diputado Ferraro, estrecho colaborador de Elisa Carrió, reveló en plena sesión que la secretaría de inteligencia ya se gastó en apenas tres semanas el 80 por ciento de los $100.000 millones otorgados por el Presidente para su utilización sin control. “Estos fondos se están utilizando sin control ni justificación legal alguna, con absoluta discrecionalidad. Están dilapidando 3 MILLONES DE DÓLARES POR DÍA en espionaje. Esto, además de peligroso, es profundamente inmoral”, denunció el legislador de la CC en sus redes sociales y que luego replicó dentro del recinto.
“Ante esta situación, ningún bloque político del Congreso puede ser dubitativo ni complaciente. Es urgente declarar la invalidez y nulidad absoluta e insanable del DNU, no solo para frenar este derroche de recursos, sino también para que ninguna operación realizada bajo su amparo tenga validez y deba retrotraerse”, amplió Ferraro. La denuncia se basa en un análisis de la plataforma Presupuesto Abierto. En ese sistema público se detalle que los fondos reservados saltaron de 650 millones de pesos iniciales a $103 mil millones. De ese total, unos 81 mil millones ya fueron “comprometidos o devengados”, es decir el 78,29% del total.
La discusión por los fondos no auditados de la SIDE está en el Congreso desde hace días pero el oficialismo viene siendo efectivo en su dilación. El DNU de los fondos reservados fue obviado en la última reunión de la bicameral de Tratamiento Legislativo la semana pasada, que comanda el senador libertario Juan Carlos Pagotto (La Rioja), pese a que estaba en plazo para efectivamente darle su visto bueno o rechazarlo.
La Constitución establece que los decretos de necesidad y urgencia pueden ser discutidos en esa comisión dentro de los diez días después de su publicación. Luego el ámbito queda abstracto ya que pasados otros diez días pasa a ser potestad de las Cámaras del Congreso su tratamiento, con el detalle de que los DNU se mantienen vigentes desde su publiacción hasta tanto no sean rechazados tanto por Diputados como por el Senado.
El espacio de Pichetto se alió al kirchnerismo el jueves pasado para buscar que la comisión de DNU discuta el decreto, pero su iniciativa fue rechazada por un acuerdo entre LLA, el PRO y la UCR. Ya en ese momento el compromiso oficialista era que se iba a conformar pronto la bicameral de Inteligencia, demorada desde el comienzo de la gestión. Ahí un dato que explica el avance de Pichetto es que Menem dejó afuera de ese cuerpo a Emilio Monzó, ladero del experimentado parlamentario y de Massot en Encuentro Federal.
La bicameral es clave porque sus reuniones son secretas, así como confidencial la información que allí circula. Si bien sí pueden tener ojos sobre cómo la SIDE reparte sus gastos, aunque no avanzar al respecto.
Ante ese panorama es que Pichetto, más la Coalición Cívica y subterráneamente los opositores más duros coordinaron la sesión que estaba agendada para este jueves. Se visibilizaba una clara mayoría para darle una primera estocada al DNU, aunque seguiría vigente hasta tanto haga lo mismo el Seando. Pero este miércoles, ya entrada la noche, otra vez una alianza circunstancial entre oficialistas, macristas y radicales, obturaron esa iniciativa.
JJD/MC