La escandalosa visita de seis legisladores de La Libertad Avanza a represores en la cárcel de Ezeiza se metió de lleno en la sesión de este miércoles de la Cámara de Diputados. Temprano al mediodía el oficialismo logró bloquear sendos pedidos del kirchnerismo y de la izquierda para que se investigue y se sancione a los libertarios que se reunieron con Alfredo Astiz y otros genocidas hace más de un mes, pero al caer la noche la oposición más dura volvió a la carga con reclamos directos hacia Martín Menem para discutir la polémica.
Como ese punto no estaba en el temario, el oficialismo planteó que las llamadas cuestiones de privilegio –momento en que cualquier diputado puede hacer una exposición libre y donde se sabía de antemano que los opositores iban a apuntar sus cañones hacia los libertarios– se corran al final de la sesión. Desde Unión por la Patria y el FIT criticaron la dinámica porque se espera una sesión maratónica de más de 24 horas, a raíz de que habrá votaciones de peso como el financiamiento de las universidades y la declaración de esencialidad de la educación. Fue tal la queja opositora que Menem tuvo que ceder y reorganizar la agenda parlamentaria: finalmente permitió que los opositores hagan uso de la palabra libremente entre medio de las votaciones.
El reclamo del kirchnerismo y el trotskismo no fue acompañado en su mayoría por el resto de las bancadas ya que se plegaron al acuerdo que sellaron el PRO con LLA: para este jueves a la mañana la amarilla Silvia Lospennato convocó a las 12.30 la comisión de Peticiones, Poderes y Reglamento como ámbito específico para tratar la visita de los libertarios a los represores. La incertidumbre parlamentaria es qué pasará con esa reunión si la sesión de este miércoles se extiende más allá de ese horario. De hecho, el bloque de Miguel Pichetto pidió postergar la sesión especial que tenía pedida para voltear el DNU que le otorgó $100.000 millones a la SIDE para la semana que viene, luego de dos intentos para que se discutieran en la sesión en cuerso.
El primer momento de tensión de la jornada se vivió al comienzo de la sesión cuando desde UP pidió un apartamiento de reglamento para tratar un proyecto de ley que apunta a la expulsión de los seis legisladores de LLA que se encontraron cara a cara con los represores: Beltrán Benedit, Guillermo Montenegro, Rocío Bonacci, Alida Ferreyra, Lourdes Arrieta y María Fernanda Araujo. Esa iniciativa fue rechazada: tuvo 102 votos positivos, 121 negativos y cinco abstenciones.
Luego fue desde la izquierda que reclamaron que el recinto se preste a debatir sobre el viaje de los libertarios y se conforme una comisión especial que los investigue, y eventualmente luego los sancione. La solicitud de Nicolás del Caño necesitaba 3/4 de la aprobación del recinto para ser tratado, pero también fue rechazada por 113 votos negativos, 112 afirmativos y 4 abstenciones. Hubo 24 ausencias, llamativamente 11 del peronismo.
También fue curioso que entre los que votaron a favor estuvo Bonacci, la primera “arrepentida” de la visita a Astiz, en su momento denunció que fue “engañada” por Benedit. El resto de los libertarios votó en contra, incluida Arrieta, la otra diputada que cuestionó a Benedit por organizar esa visita y quien dijo desconocer a Astiz aludiendo su propia edad: “Nací en 1993”, se llegó a justificar. Acompañaron la negativa gran parte del radicalismo y Encuentro Federal, con la salvedad de Emilio Monzó, que votó a favor.
El tercer momento de tensión en la jornada fue cuando el diputado kirchnerista Eduardo Toniolli, miembro de HIJOS y del Movimiento Evita, cruzó a Menem y lo acusó de “generar las condiciones operativas para que un grupo de diputados y diputadas visiten a un grupo de condenados por delitos de lesa humanidad”. Toniolli tomó la palabra cuando se estaba en medio de la votación del segundo tema en la orden del día –la autorización de entrada de tropas extranjeras al territorio nacional y salida de él de las fuerzas nacionales–. Su interrupción generó tal revuelo que el riojano llamó a un cuarto intermedio para reordenar la sesión. Toda la bancada de UP estaba ya levantada de sus sillas en contra de la decisión de Menem de que no haya cuestiones de privilegio hasta el final de la sesión.
Tras el cuarto intermedio hubo una serie de discursos libres de los diputados, sobre todo de opositores cuestionando la visita de los libertarios a Astiz. Los aliados al Gobierno aprovecharon también el uso de la palabra para apuntar contra Alberto Fernández por su denuncia de violencia de género contra Fabiola Yáñez. Luego se esperaba retomar el debate con la votación sobre la declaración de “la educación obligatoria como servicio estratégico esencial” y, posteriormente, una ley de financiamiento de universidades nacionales, en medio del paro que hubo esta semana en las casas de altos estudios.
Con todo, el oficialismo salvó a sus diputados de ser sancionados luego de haberse encontrado con el grupo de genocidas. La semana pasada ya había sorteado la polémica cuando se cayó la sesión –tenía casi el mismo temario que la de este miércoles– por la falta de quórum ante la ausencia del bloque de Pichetto. Justo un día antes se había revelado la foto de la reunión de los libertarios con los represores.
Esa imagen mostró a los legisladores con Astiz, ex oficial de la Marina y quien se infiltró en las Madres de Plaza de Mayo y secuestró a las monjas francesas Alice Domon y Léonie Duquet durante la dictadura. Pero también junto Raúl Guglielminetti (exagente de inteligencia del Batallón 601), Carlos Guillermo Suárez Mason Jr. (exmarino responsable de delitos de lesa humanidad en la ESMA), Antonio Pernías (miembro del grupo de tareas 3.3.2 en la por entonces ESMA), Gerardo Arráez (integrante del circuito represivo en Club Atlético, Banco y Olimpo), Honorio Carlos Martínez Ruíz (ex agente de la SIDE), Marcelo Cinto Courtaux (fue jefe de la sección I del Destacamento 201 de Inteligencia del Comando de Institutos Militares de Campo de Mayo), Juan Manuel Cordero (represor uruguayo), Mario “el Cura” Marcote (de la Patota de Feced en el Servicio de Informaciones, en Dorrego y San Lorenzo, en Santa Fe), Miguel Angel Britos (expolicía), Julio César Argüello (excabo en la Brigada de Investigaciones de La Plata) y Adolfo Donda (exoficial de la Armada y secuestrador de su sobrina, la exdiputada Victoria Donda).
MC/JJD