Según el último informe de la Cámara Nacional Electoral, la participación en estas elecciones es del 77,67% y se convierte en uno de los comicios presidenciales más bajos desde el retorno a la democracia. Supera por unos puntos a las elecciones de 2003 y 2007.
Tal como se esperaba en la previa a las elecciones generales, el porcentaje de votantes ascendió con respecto a las PASO del 13 de agosto: subió del 69% al 77,67%. Sin embargo, este número es de los más bajos en los 40 años de democracia, apenas supera el de las presidenciales de 2007 donde participó el 76,2% del padrón electoral y fue electa Cristina Fernández de Kirchner. Sin embargo, no llega supera la participación del año 2003, cuando Néstor Kirchner se consagró presidente luego de que Carlos Menem se bajara del balotaje. Allí, los votantes fueron del 78,2%.
Según los datos oficiales históricos, las cifras de participación más altas se registraron en las elecciones de 1983 y en las posteriores de 1989, en las que se superó el 85%. Si bien en la década del 90 los números bajaron, se mantuvieron alrededor del 80%, un porcentaje que fue descendiendo en los años posteriores. Desde el 2003 hasta el 2015 se mantuvo por debajo del 80%.
Si se compara el porcentaje de votantes con las elecciones anteriores y se incluyen las legislativas, el 74% también es un número magro. En las PASO de 2019 la participación fue del 76% y dos meses después, en las elecciones que dieron como ganador a Alberto Fernández, la concurrencia llegó a ser del 81%. En las Primarias del 2021, en un contexto de pandemia, la participación fue del 67%, y para las generales de ese mismo año, aumentó a 71%.
CDB/MG