El senador libertario Ezequiel Atauche caminó rápido con el gesto rígido hacia la Secretaría Parlamentaria del Senado y luego de ser recibido por José Rolandi, el segundo de la Jefatura de Gabinete, cerró la puerta con un golpe. Al rato ingresó el flamante jefe de Gabinete, Guillermo Francos. La escena de este miércoles por la tarde a metros del despacho de la vice Victoria Villarruel sintetizó el ánimo en el Gobierno para apurar su ley Bases y el paquete fiscal, que a última hora se le escapaba por no tener las firmas necesarias para darles despacho de dictamen.
Para no dilatar el derrotero parlamentario de sus iniciativas legislativas, el oficialismo habría aceptado como jugada final introducir más cambios en las iniciativas a pedido de la oposición aliada. Eso le permitió que al filo de las 21 de hoy logró que se firme dictamen de la ley Bases. Así podría llevarla al recinto para su votación la semana próxima.
Luego de extender la lista de organismos públicos que no podrán ser disueltos, de elevar el piso de Ganancias en las provincias patagónicas, de hacer retoques en el RIGI –“maquillajes”, lo definieron en el resto de la oposición –, el oficialismo estaba dispuesto a aumentar las regalías que las provincias mineras cobran. Sin embargo aún seguía negociando la letra chica del paquete fiscal.
El oficialismo sufrió este miércoles para que avancen sus leyes por una jugada política que involucró a varios opositores dialoguistas, como el radical Martín Lousteau y del santacruceño José María Carambia, a la que están atados un puñado de senadores de otras fuerzas: avisaron que presentarán proyectos propios en los próximos días y así impidieron durante un par de horas que el oficialismo junte la cantidad de firmas necesarias para sacar. La presencia de Francos terminó de destrabar la negociación.
A los libertarios les costó que acompañen con su firma otros radicales como Maximiliano Abad (Buenos Aires) y Pablo Blanco (Tierra del Fuego), pero también la senadora del PRO Guadalupe Tagliaferri (CABA), el entrerriano Eduardo Kueider (Unidad Federal) y la rionegrina Mónica Silva. Fueron de los dialoguistas más críticos a la ley Bases y el paquete fiscal, y esperaban hasta que el Gobierno terminara de definir sus cambios para suscribir los proyectos. De las 28 firmas mínimas, LLA hasta la tarde de este miércoles había recolectado apenas una veintena. El oficialismo no quería demorar un día mas porque para que un proyecto se vote en el recinto tiene que pasar una semana.
El oficialismo había arrancado con optimismo la jornada de comisiones luego de circular durante el fin de semana un primer borrador con cambios a las leyes, y posteriormente nuevas versiones esta misma mañana. A pedido de las provincias patagónicas, subió el mínimo no imponible de Ganancias a los trabajadores radicados allí al 22%. Alcanza así a La Pampa, Río Negro, Neuquén, Chubut y Santa Cruz, mientras Tierra del Fuego mantiene su régimen de excensión.
También le concedió a la oposición cercana excluir de la lista de organismos a “disolver” el Banco de Datos Genéticos, el Cenard, el Senasa, y hasta institutos geográficos y meteorológicos, entre otros. Además corrigió la posibilidad de que el monotributo social esté supeditado a su eliminación por el aumento de la cuota. E incorporó en la reforma laboral el bloque de empresas como justificación de despido.
Sin embargo, no quitó de la posibilidad de que sean privatizadas empresas estatales como Aerolíneas Argentinas y el Correo o no modificó la letra chica del régimen de grandes inversiones (RIGI) para incentivar la industria local. “Los cambios que trajo el Ejecutivo son cosméticos, nada de fondo”, cuestionó muy fuerte el senador Lousteau, uno de los más férreos críticos al Gobierno con peso clave porque está en dos comisiones y su voto vale doble. El kirchnerismo, que es la primera minoría en la Cámara alta, presentó su propio dictamen en absoluto rechazo a la iniciativa de LLA.
El ultimo cambio clave que aceptó la Casa Rosada habría sido subir las regalías que cobran las provincias mineras del 3 al 5 por ciento. Fue una exigencia que operó el senador Carambia. Sin embargo los alcances finales siguen en el aire porque hasta la noche no había trascendido el texto final del dictamen de la ley Bases. Y se espera que el del paquete fiscal se termine de cerrar este jueves.
Con el trabajoso acuerdo alcanzado, los firmantes radicales y federales y provinciales lo hicieron “en disidencia”, el Gobierno tiene que trabajar ahora para lograr su sanción y, eventualmente, la ratificación en Diputados por la cantidad de cambios introducidos. Por eso es posible que hasta el día mismo de la votación –se especula que podría ser la semana próxima o la otra– el Gobierno acepte introducir más cambios para robustecer la votación.
MC/CRM