“De ninguna manera”. La respuesta llegó tajante de uno de los principales dirigentes territoriales del Frente de Todos y muestra la actitud que tendrán las bases del oficialismo el próximo miércoles: no habrá apoyo callejero en el último discurso de Alberto Fernández ante la Asamblea Legislativa.
El faltazo a la cita del 1 de marzo lo protagonizarán las agrupaciones nucleadas en la UTEP (Unión de Trabajadores de la Economía Popular), que nuclea al Movimiento Evita de Emilio Pérsico, Somos-Barrios de Pie de Daniel Menéndez, el MTE de Juan Grabois, entre otras. Será una postal de la crisis interna que atraviesa el Gobierno de cara a la discusión electoral clave de este año.
Hace doce meses, cuando era clara la disputa entre Fernández y el kirchnerismo luego de la derrota en las legislativas del 2021, fueron las mismas organizaciones de la economía popular las que acompañaron su discurso presidencial en el Congreso.
El Evita mostró su capacidad de movilización y copó la Plaza de los Dos Congreso, luego de concentrar en la avenida 9 de Julio y marchar por la avenida de Mayo. También aportaron un nutrido grupo de manifestantes los sindicatos más afines al albertismo, como Obras Sanitarias, de José Luis Lingeri.
Hasta el momento tampoco hubo convocatoria de los gremios a movilizarse pasado mañana. “No tuvimos ninguna instancia para ser parte de un esquema de movilización”, confió un dirigente de la UTEP a elDiarioAR, dando a entender que no hay desde el Gobierno iniciativas al respecto.
El trasfondo electoral
La discusión electoral, con Fernández manteniendo –en silencio– su intención de ir por la reelección, pero a su vez alentando una PASO con los otros sectores, parece ser la principal excusa para que el miércoles estén vacías las inmediaciones al Congreso.
“No movilizamos el primero de marzo porque es un escenario que intenta convalidar una candidatura de Alberto y eso hoy divide al Frente de Todos”, dijo Gildo Onorato, secretario gremial de la UTEP y referente del Evita a elDiarioAR. “Nosotros queremos que haya unidad y vamos a trabajar para que por intermedio de las PASO o por consenso podamos construir una propuesta competitiva”, agregó.
Si el Evita era el principal sostén territorial de la gestión de Fernández, hoy ya no parece tan seguro. “Queremos que haya PASO en todas las instancias”, comentó en off otro dirigente de peso del Evita, a modo de desafío al jefe de Estado y al resto de la estructura del FdT. “La candidatura presidencial no está cerrada y queremos ser parte de esa discusión”, amplió.
En medio de la discusión electoral, el Evita y Somos-Barrios de Pie lanzaron su propio partido político –“La Patria de los Comunes”– para tener un sello propio sobre el cual negociar en las PASO por abajo. La intención es disputar al menos nueve intendencias al propio peronismo, principalmente La Matanza, donde gobierna Fernando Espinoza.
Tiempo atrás, Fernández acompañó al Evita cuando Cristina Fernández de Kirchner había cuestionado el manejo de los planes sociales, que en el Ministerio de Desarrollo Social son comandados por Pérsico, secretario de Economía Social. Pero la relación empezó a cambiar cuando la Casa Rosada demoró medidas concretas para la economía popular.
Hacia fines del año pasado la sorpresa fue la visita de Pérsico a la vice en su despacho del Senado. Ese encuentro –sin foto– mejoró las relaciones de los piqueteros con La Cámpora, con conversaciones personales entre el jefe del Evita y Máximo Kirchner. elDiarioAR supo que días atrás que una importante reunión en Casa Rosada, pero no en el despacho de Fernández, sino en el del ministro del Interior, Wado de Pedro, uno de los cristinistas que ya suena como presidenciable.
Hoy, de hecho, hay un nuevo frente abierto entre los movimientos sociales y el albertismo. La ministra Victoria Tolosa Paz anunció el viernes cambios en el programa Potenciar Trabajo para lograr la terminalidad educativa de la mayoría de sus beneficiarios y –según supo este diario– no había tenido un previo acuerdo con la UTEP sobre cómo llevarlo a cabo. Las agrupaciones se manifestaron en “estado de alerta y movilización para iniciar un plan de lucha”.
MC/MG