Un tablero con muchas fichas. El lanzamiento, esta semana, de Fernán Quirós como precandidato a jefe de gobierno de la mano de Horacio Rodríguez Larreta confirmó la disputa a cielo abierto que hay en el oficialismo porteño Juntos por el Cambio y evidenció que, por primera vez en dieciséis años, está en jaque el dominio macrista de la Ciudad.
La jugada planificada del jueves entre el alcalde y su ministro de Salud significó en lo concreto que haya un postulante más en la carrera electoral hacia Uspallata. Se sumó a los amarillos Jorge Macri –ministro de Gobierno y candidato de Patricia Bullrich– y Soledad Acuña –ministra de Educación–, y al senador radical Martín Lousteau. La lista no termina ahí: se especula con que más temprano que tarde también se pongan en la línea de largada Emmanuel Ferrario –vicepresidente primero de la Legislatura por el macrismo– y el diputado Ricardo López Murphy.
“Se amplió el tablero de ajedrez”, consideró un operador larretista al borde del fin de semana, una metáfora elegante para describir la pelea que comenzará a partir de ahora por el botín de la Capital Federal 2023.
Varios elementos complejizan la interna porteña, ya que CABA es un plato en donde JxC tiene varios pies: mientras el macrismo considera a la Ciudad como un distrito propio, en la trinchera de Lousteau aseguran que Evolución Radical co-gobierna el distrito. A su vez, los comicios locales se enmarcan en la disputa que tienen Larreta y Bullrich por la Casa Rosada. Ambos son amarillos, pero no del mismo tono.
Larreta movió a Quirós
Larreta pensó con mucha antelación cuándo ungir a Quirós como precandidato, aunque en Uspallata aseguran que “no es su favorito”. El conflicto salarial de los médicos residentes y recurrentes demoró la definición hasta este jueves, cuando temprano por la mañana se mostraron recorriendo el CeSAC N°23. Fue un acto que se terminó de confirmar el miércoles después de las 22, el mismo día en el que por la mañana se había reunido el gabinete capitalino ampliado, con Lousteau incluido.
“La señal que se quiso dar con Quirós es que haya varias figuras compitiendo. Está claro que queremos que la Ciudad quede en manos del PRO”, señalaron cerca del alcalde para despejar las acusaciones desde el ala dura del macrismo. Los halcones creen que Larreta tiene un acuerdo subterráneo con el senador radical hacia el 2023, en el marco de la plataforma ampliada que quiere construir junto a la UCR para su candidatura presidencial. A su vez, la movida del “Pelado” también busca desafiar a Mauricio Macri: ya no lo considera conductor del aparato.
Quirós se alineó rápido con su jefe. “Hay que salir de esta grieta que solo nos daña, no nos permite entender el aprendizaje con otro”, dijo el viernes en Radio Con Vos, reforzando la línea discursiva larretista. “No se puede analizar todo en ese formato dicotómico de blanco o negro. No es un problema de ser duro o blando”, agregó, dejando en evidencia de qué lado está.
Según trascendió, Macri llamó a Quirós desde Qatar para felicitarlo por haberse lanzado como candidato. Aunque no se tienen estrecha confianza, la relación entre ambos es “buena”. El médico entró durante sus ocho años de gestión porteña, cuando tejía vínculos con la Ciudad por su cargo en el Hospital Italiano.
El contraataque del primo Macri
Con la foto Larreta-Quirós de la mañana, Macri primo jugó por la tarde del jueves a mostrarse con Acuña. ¿Rival o socia? Por ahora no hay una respuesta tajante, pero cerca del ministro de Gobierno la ponderaron como una señal de su independencia dentro de Uspallata: se quejan de que el equipo de Larreta no lo cita en actos donde tendría que estar por el cargo que ostenta, o que le suspenden actividades importantes a último momento. Parece que aún no saldó la herida de su lanzamiento junto con Bullrich, lo que entre líneas significa que tiene el apoyo detrás del ex presidente.
El salto de Quirós fue contenido en la trinchera del intendente de Vicente López en uso de licencia. “Me parece bien, pero vamos a ver… hay que competir”, advirtió al respecto Bullrich el jueves por la noche. “No sé si está afiliado al PRO”, lo chicaneó un diputado porteño ante elDiarioAR, teniendo en cuenta que el médico es de tradición radical. “Se lo ve como que no tiene ganas de ser candidato; es una candidatura impuesta por una estructura. Es una candidatura que reacciona a la postulación de Macri junto con Bullrich”, continuó.
El desafío ahora de Quirós es sumar en intención de votos. Llegó a tener 60 puntos de aprobación en medio de la pandemia, pero en su bunker saben que eso no se traduce automáticamente en el electorado. La titular del PRO maneja encuestas que lo dan al primo Macri favorito en la Ciudad. En una interna entre ministros donde sería contradictoria cualquier crítica al gobierno que todos integran, la pelea será entre perfiles.
“Fernán tiene una alta imagen positiva y nivel de conocimiento por la pandemia. Jorge es un candidato muy hábil que supo gestionar un municipio. Y Sole fue la cara visible de las escuelas abiertas en la cuarentena, además de que es la única mujer”, resumió un vocero, que no ve que vaya a haber fuego amigo: “El riesgo de tener varios candidatos es que la disputa sea encarnizada y que terminen matándose, pero no creo que ocurra porque todos quieren que gane el PRO”.
Pero en algo coinciden tanto Larreta como Bullrich: a la PASO porteña tiene que llegar un único candidato amarillo, si es que el espacio quiere retener el distrito frente a la amenaza que es Lousteau. El deadline sería en cuatro meses. “Nadie come vidrio. Si en marzo Quirós no levanta en las encuestas, se tendrá que bajar”, admitieron en la jefatura de gobierno. “Habrá que ver los mecanismos de selección de los precandidatos, pero en marzo habrá que unificar, o por lo menos que haya dos precandidatos, porque si pones diez candidatos del PRO y hay un solo radical, le estás dando la Ciudad a Loustau”, completó el legislador porteño que milita con la ex ministra de Seguridad.
La situación es inédita para el macrismo, porque cuando fue la interna de 2015, Larreta compitió contra Gabriela Michetti. Después en las generales le ganó a Lousteau, que con el sello ECO aún no se había sumado al incipiente Cambiemos.
Lousteau piensa cómo jugar
Lousteau sabía de antemano el movimiento de Quirós, lo que demuestra su sintonía con Larreta. Conocía la jugada incluso cuando aceptó participar de la reunión de gabinete ampliada del miércoles, donde también estuvieron Macri primo y Acuña, como el resto de los funcionarios porteños. “Lo sabíamos, lo conversamos y no es ninguna sorpresa, para nosotros es buenísimo que JxC tenga muchos candidatos, eso habla bien de la política de la Ciudad”, dijeron a elDiarioAR cerca del senador.
Referente indiscutido del radicalismo porteño, Lousteau no enfrenta el dilema macrista de tener competidores dentro de su espacio, pero sí tiene en contra todo el aparato del PRO y sus aliados en el universo cambiemita: Quirós, por ejemplo, recibió el apoyo explícito de Elisa Carrió, que en 2017 recogió 50 puntos en CABA. El único acuerdo que tiene el economista con Larreta es que la interna “sea limpia”.
En el despacho 63B del primer piso de la Cámara alta están comenzando a delinear la estrategia de campaña de Lousteau: “Queremos consolidar lo hecho y darle una nueva mirada a un gobierno del que formamos parte. La Ciudad necesita nuevos aportes”, dicen a su lado. Piensan en una combinación entre su costado profesional, como reconocido economista, y su costado personal: es porteño de nacimiento, credencial que no tienen ni Quirós ni Macri.
Con la mayoría de las fichas puestas en el tablero porteño, ahora les toca a los precandidatos jugar hacia las PASO. Adepto a las metáforas, un vocero planteó: “Esos pingos que están ahora en la pista, tienen que entrenar para ver como están para el Carlos Pellegrini”.
MC