Los cambios en la ley ómnibus no satisficieron a la totalidad de la oposición aliada y el Gobierno quedó al borde de que fracase su iniciativa parlamentaria. En minoría absoluta por su magra cantidad de bancas, la división de los exsocios de Juntos por el Cambio entre el acompañamiento y la disidencia al nuevo proyecto de ley Bases podría complicar las chances del oficialismo en Diputados.
Al cierre de un lunes cargado de cumbres partidarias, La Libertad Avanza no pudo conseguir el apoyo cerrado de la oposición. La señal es que aún no se convocó siquiera a una nueva reunión del plenario de comisiones para que despache dictamen del proyecto –lo que iba a ocurrir este martes–, aunque la intención manifiesta de Martín Menem es que igual se haga este martes, para que se vote en el recinto el jueves próximo.
Los bloques UCR, Hacemos Coalición Federal e Innovación Federal amenazan con la posibilidad de firmar un tercer dictamen de comisiones, diferenciandose así del que firmarían LLA y el PRO. El problema para el oficialismo es que Unión por la Patria y la Izquierda lograrían dictamen de mayoría para imponer su rechazo.
En las tres bancadas, que mantuvieron esta tarde reuniones propias, prevalecen las posturas de quienes creen conveniente expresarse a partir de un tercer dictamen ante la “poca satisfacción con las respuestas del Gobierno a las demandas planteadas la semana pasada” por estos bloques.
Fuentes de esos espacios dejaron trascender que muchos de sus integrantes se sentirían “incómodos con firmar en disidencia parcial el dictamen de LLA y el PRO”, mientras que otros sectores internos creen que “aún se puede buscar algún acuerdo con el Gobierno”.
La voz cantante la lleva la UCR, que luego de PRO es la segunda bancada opositora en importancia. “Hay más de 140 artículos donde el radicalismo no tiene nada en común con las posiciones del oficialismo”, apuntaron en el bloque que conduce Rodrigo de Loredo.
Las mayores diferencias están en que se mantenga la delegación de facultades en salud, provisional y tarifaría, y en el aumento de las retenciones. Fueron las quejas que recorrieron las reuniones cerradas de este lunes en distintos despachos de Diputados.
El radicalismo y los federales consideran además que la fórmula jubilatoria debería sacarse del dictamen y que el empalme entre las dos fórmulas que está en el dictamen del oficialismo “es inaceptable”.
En la UCR se manifestaron en contra de cualquier aumento de las retenciones. Pese a que el Gobierno sacó finalmente los derechos de exportación a las economías regionales, los radicales rechazan las subas al 15% a industrias de distintas zonas del país y también la suba del 31 al 33% de los derivados de la soja.
También hay quejas por las privatizaciones, aunque Milei cedió en retirar del listado a YPF, pero mantuvo a firmas estratégicas como el Banco Nación, Nucleoeléctrica y Arsat. “No hay conformidad con las privatizaciones ya que siguen siendo en paquete, salvo para cuatro empresas. No les gusta que las avale una Bicameral y no pasen por los recintos de ambas cámaras”, apuntó un operador parlamentario.
“Van a insistir con los cambios en retenciones, en dejar el capítulo de cultura, educación, ambiente y salud afuera. Si el Gobierno no cede, van con dictamen propio”, adelantó una fuente de HCF, que conduce Miguel Pichetto y abarca desde Margarita Stolbizer a Ricardo López Murphy. Ese espacio juega en tándem con Innovación Federal, referenciado en los gobernadores no kirchneristas.
En la oposición blanda el lunes terminó con dos alarmas: por un lado la incertidumbre por la falta de la convocatoria al plenario de comisiones de Legislación General, Presupuesto y Asuntos Constitucionales. Y por otro el runrún de que el Gobierno enviaría este martes, en medio de esta discusión inconclusa, una nueva ley de Ganancias. Ese es un reclamo de los gobernadores para eliminar el costo en sus arcas que significó la ley de Sergio Massa y que llevó a votar Milei como diputado en medio de la campaña electoral.
“El oficialismo debería convocar y no lo hizo aún”, se sorprendieron anoche entre los federales. “Hay alarma por Ganancias”, apuntó otra voz en Diputados.
El único espacio opositor dialoguista que cerró su apoyo con LLA fue el PRO, que terminó cerca de las 22 un cónclave interno para limar asperezas. “La idea es a acompañar con disidencias el dictamen de la mayoría junto a LLA”, dijo un vocero amarillo.
Con este panorama, antes que la votación en el recinto la discusión en las comisiones será una minibatalla política. De un total de 115 miembros (algunos con firma doble porque integran dos comisiones al mismo tiempo), el poroteo acerca a UP y la Izquierda a las 47 firmas, mientras LLA y el PRO, más algunos apoyos provinciales, llegarían a 39. La definición de la UCR (16 firmas), HCF (9) e Innovación Federal (4) será decisiva. La moneda está en el aire.
Con información de agencias