Más de 8 de cada 10 personas que usan cannabis en la Argentina lo hacen con fines recreativos. En rigor, se trata del 82,4% de los usuarios, según se desprende de la Primera Encuesta Nacional de Personas que Usan Cannabis, que consultó a 64.646 personas mayores de 16 años de todo el país entre noviembre y diciembre de 2020 y a cuyos resultados preliminares tuvo acceso elDiarioAR. Esa enorme proporción de usuarios aún permanecen perseguidos legalmente: según la Ley de Drogas (que lleva el número 23.737) puede ser penalizada una persona que traslade al menos una semilla de cannabis, si así lo disponen las fuerzas de seguridad, un fiscal y un juez.
La investigación, que llevaron adelante la Revista THC, el Centro de Estudios de la Cultura Cannábica Argentina (Cecca) y la licenciatura de Historia de la Universidad de Quilmes (UNQ), determinó que, más allá del uso recreativo, que es el ampliamente mayoritario en el país, hay otros tres extendidos en casi toda la geografía argentina: el uso medicinal propio, el que se que lleva a cabo para ayudar a un tercero y el que se implementa para ayudar a una mascota. Los cuatro usos estuvieron presentes en las 24 jurisdicciones, excepto en La Rioja y en Tierra del Fuego, donde no se encontraron casos de uso medicinal para mascotas.
El uso medicinal propio es prioritario para el 13,5% de las personas encuestadas, mientras que el que se destina a terceros fue elegido por el 3,7% de los casos, y el que ayuda a mascotas, todavía muy incipiente, por el 0,4% de los usuarios. Dos de cada tres personas que usan cannabis en la Argentina (el 66,8%) son varones, y el 31,8% son mujeres. A la vez, si se contemplan los estudios alcanzados, la población universitaria es la que más apela a esta planta (el 45,12%) mientras que el segundo lugar lo ocupan quienes completaron el nivel secundario 31,17%.
Entre los datos preliminares que se desprenden de la encuesta, cabe destacar que el consumo de cannabis se concentra especialmente en los extremos bajos y altos de la escala de ingresos que contempló la investigación. El 31,95% de los usuarios perciben hasta 16.000 pesos por mes, y el 26,88%, más de 60.000 pesos por mes. En las escalas intermedias el uso de cannabis disminuye. A la vez, 7 de cada 10 usuarios trabajan o trabajan y estudian, mientras que sólo el 5,07% de quienes realizan este consumo son personas desocupadas.
“A pesar de los avances legislativos que hubo, hasta ahora no se está contemplando el principal uso del cannabis que hay en la Argentina. Sólo una pequeñísima parte de los usuarios está contemplada. Hay ahora mismo algunos proyectos y cierto movimiento alrededor del tema, pero legalmente nos está quedando la mayoría de la población que usa cannabis por fuera de los marcos legales actuales”, explica Emiliano Flores, sociólogo e integrante del área de investigaciones de Cecca. El mayor índice de uso recreativo, según la encuesta, se registra en la Ciudad de Buenos Aires, donde alcanza al 86,5% de los usuarios. El más bajo es en La Rioja, donde representa al 72,8%. En ninguna jurisdicción representa a menos de 7 de cada 10 personas, y en el AMBA alcanza el 84%.
Los resultados finales de la investigación serán presentados el 15 de octubre, en La Rural, en el marco de la segunda edición de Expo Cannabis. Según adelantaron los investigadores, allí habrá información sobre usos del cannabis de acuerdo a la edad y el género, así como información sobre las prácticas de cultivo y sobre la forma de acceso cuando el uso es recreativo. También se espera que haya datos sobre cuáles son las patologías más frecuentemente tratadas a través del uso medicinal del cannabis. Según explica Flores, entre esos resultados se puede ver la auto-regulación social de los usuarios en datos como por ejemplo el mayor uso recreativo durante los fines de semana.
“En 2017 una investigación de la Sedronar determinó que el 7,8% de las personas mayores de 16 años usan cannabis en la Argentina. Es probable que eso haya crecido. Lo que sabemos fehacientemente es que, dentro de ese universo, los usuarios que lo hacen con fines recreativos permanecen por fuera del marco legal”, destaca Flores.
JR