Un monitoreo de agresiones a periodistas que empezó en 2008 nunca había registrado un inicio de gobierno con tantos ataques como en el comienzo del de Javier Milei, que reparte insultos, descalificaciones y acusaciones de delitos a comunicadores de Argentina.
Jorge Lanata es uno de los periodistas más premiados del país. Antes investigó la presunta corrupción de los gobiernos de Carlos Menem y los Kirchner. Ahora, por criticar que el embajador israelí participó en una reunión del gabinete de ministros de Argentina, el presidente Javier Milei lo acusó por redes sociales de recibir coimas o sobornos. Lanata no es el primer periodista agredido por Milei, pero se distinguió por denunciarlo en tribunales por injurias.
“Vos me preguntás por otros presidentes. Todos se han peleado con la prensa de distintas maneras. En general, lo que no pasó es que nos acusaran de coimeros a los periodistas. Porque es lo mismo que yo le dijera coimero a él, ¿me entendés? Y nosotros no hacemos eso. Cuando nosotros tenemos una denuncia, tenemos cómo probarla”, dijo Lanata.
Claudio Jacquelin es el vicepresidente del Foro de Periodismo Argentino (FOPEA), organización que cuenta desde 2008 con un monitoreo mensual de agresiones a periodistas. Nunca desde entonces un gobierno había comenzado con tantos ataques a la prensa como el de Milei: “Esta es una agresión básicamente verbal. La descalificación, la acusación, la estigmatización y las denuncias infundadas lo que hacen es afectar a la libertad de expresión, a la libertad de prensa y, además, indirectamente, pero muy de manera correlativa, afectan la calidad de democracia”.
No obstante, el portavoz presidencial de Argentina, Manuel Adorni, respondió a las alertas del foro: “Me tiene absolutamente sin cuidado lo que dice FOPEA”.
En el Congreso, Guillermo Montenegro, uno de los diputados de La Libertad Avanza, defiende el comportamiento del presidente. “La prensa lo ha maltratado bastante desde sus comienzos. Lo ha tratado muy mal. Y creo que él entonces reacciona en consecuencia. La prensa tiene que ser libre e independiente y tiene que decir lo que le parezca, y tiene que criticar. Eso no tendría por qué afectar a nadie. Sí el problema es cuando la prensa difama o dice algo que no es cierto”, afirmó.
El público argentino consume las peleas entre Milei y los periodistas, mientras la polémica llegó a la Sociedad Interamericana de Prensa, SIP. En abril, la SIP expresó su preocupación por las “reiteradas descalificaciones e imputaciones” del presidente contra los informadores.
“Javier Milei se hizo famoso en este canal de televisión argentino, América”, recuerda el periodista Alejandro Rebossio. “Era invitado como economista y tenía arranques de furia. Esa misma furia que ahora desata como presidente argentino contra famosos periodistas en redes sociales”.