Condenaron a cuatro años de prisión a Marcelo D'Alessio por intento de extorsión

elDiarioAR

23 de agosto de 2021 13:42 h

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El falso abogado Marcelo D'Alessio fue condenado este lunes a cuatro años de prisión por el delito de intento de extorsión. Está en el penal de Ezeiza por otra causa que se tramita en Dolores. En tanto, el otro implicado, el exfiscal Juan Ignacio Bidone fue condenado a 3 años y 8 meses.

Además, fueron condenados los exagentes de la AFI, Rolando Barreiro y Claudio Álvarez a 2 años pero con cumplimiento en suspenso.

El TOF 2, integrado por los jueces Jorge Gorini, Rodrigo Giménez Uriburu y Enrique Méndez Signori , leyó su veredicto pasadas las 12.30 de este lunes –no los fundamentos, que se conocerán el 20 de septiembre-. Por unanimidad, a D’Alessio lo condenaron a la pena de 4 años de prisión "por considerarlo autor penalmente responsable del delito de extorsión en grado de tentativa".

La condena del fiscal Bidone fue similar: 3 años y 8 meses, por considerarlo partícipe necesario de la maniobra. A su vez, le decretaron la inhabilitación especial por el plazo de 4 años.

Menor fue la pena para los exagentes de la AFI, Barreiro y Álvarez, que recibieron 2 años de prisión, de cumplimiento en suspenso. Al primero, el TOF 2 lo consideró partícipe secundario del intento de extorsión. Al segundo, la condena fue por la violación de la Ley de Inteligencia Nacional (era agente al momento de los hechos).

D’Alessio había dicho este lunes, antes de darse a conocer el fallo, que “la condena mediática parece superar el principio de inocencia”, al hacer uso de sus últimas palabras en el juicio que se le sigue por extorsión a un empresario.

“Si es que existe esa trillada grieta, me dejaron bien en el medio”, dijo el falso abogado ante el tribunal que lo juzga, integrado por los magistrados Jorge Gorini, Rodrigo Giménez Uriburu y Enrique Signori. Y agregó: “Me dolió la canallada de quienes salieron corriendo en estado de pánico a usar los medios para cubrirse diciendo que era un loquito, un fabulador y hasta llegaron a sostener que dialogaba sobre narcotráfico o la homologación de tal o cual protocolo o calibre de proyectiles sónicos con un nietito”.

D´Alessio estaba en una habitación a solas, sentado frente a un escritorio, con campera azul y lentes, también aseguró haber estudiado “profundamente la matriz del narcotráfico y el terrorismo. Sí capacité en forma gratuita a ministros, diputados, diputadas, ministras, senadores, funcionarios de alto rango de la AFI y periodistas, entre otros”, admitió.

La causa

D'Alessio, más el fiscal de Mercedes Juan Ignacio Bidone y los exagentes de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) Claudio Álvarez y Rolando Barreiro, fueron juzgados desde el 8 de marzo último en una causa que investigó un supuesto intento de extorsión al despachante de Aduanas Gabriel Traficante para no involucrarlo en la llamada “mafia de los contenedores” y evitarle un “escrache mediático”, en noviembre de 2016.

Con numerosas referencias a sus hijos y su esposa, D’Alessio insistió: “Gabriel (Traficante) supo en todo momento que yo no lo extorsioné. Traficante vino a buscar un servicio porque estaba en pánico”.

“Con independencia de la formulación probatoria falaz (del fiscal Diego Luciani), confío que el criterio se ajustará a lo correcto y yo sé que no siempre lo correcto es lo conveniente”, desafió D’Alessio desde la cárcel de Ezeiza, donde se encuentra detenido.

Bidone también hizo uso del derecho a unas últimas palabras ante el tribunal y pidió a los jueces que “como hombres de derecho no tomen a la ligera la decisión que van a tomar”, respecto del pedido de pena de la fiscalía de 4 años y 8 meses.

Sin embargo, el fiscal suspendido reconoció: “No debí compartirle le información que le compartí” a D’Alessio.

Los agentes de inteligencia también se dirigieron a los miembros del Tribunal Oral Federal 2.

Por su parte, Barreiro sostuvo: “No me arrepiento de nada”; mientras que Álvarez insistió: “Yo no tengo nada que ver” con el delito que está siendo juzgado.

Traficante conocía a D'Alessio del country Saint Thomas, en la localidad bonaerense de Canning, donde ambos vivían, y allí tuvo lugar la primera de las reuniones donde el ahora detenido abogado le pidió dinero para desligarlo de la investigación de la “mafia de los contenedores”.

Antecedentes

La defensa de Marcelo D'Alessio había pedido la absolución e inmediata libertad del falso abogado y admitió que el acusado creó “un personaje”, se hizo “pasar por alguien influyente, con poder”, pero esa actitud no lo convirtió en “extorsionador” porque “no era creíble”.

D'Alessio “creó un personaje, se presentaba como abogado, economista, funcionario de la Embajada de Estados Unidos, miembro de la DEA (Dirección de Control de Drogas) y la AFI (Agencia Federal de Inteligencia); se hacía pasar por alguien influyente con poder para ofrecer servicios de analista o intermediación”, admitió su defensor Santiago Finn en el alegato final del juicio por intento de extorsión al empresario Gabriel Traficante.

También había hecho su alegato final la defensa del suspendido fiscal de Mercedes Juan Ignacio Bidone, que también había pedido la absolución de la acusación como presunto partícipe necesario del hecho.

Sobre D'Alessio, el defensor Finn sostuvo que su cliente ofrecía un servicio y a cambio pedía cobrar dinero, pero que la acusación en su contra tuvo “carácter político”.

Para el defensor, no hubo delito porque “toda la locuacidad” de D'Alessio “estuvo destinada a convencer, no a imponer, en todo caso buscó engañar, pero no intimidar y era un ardid bastante burdo”.

El ​abogado sostuvo que “es posible que haya sido una persona que haya generado un magnetismo en sus interlocutores”, pero indicó que esa actitud no convirtió al detenido en un “extorsionador”.

El d​efensor había pedido a los jueces que absuelvan a D'Alessio y ordenen su inmediata libertad o, en todo caso, lo condenen a un mínimo de pena por intento de extorsión al empresario Gabriel Traficante, que permita su libertad condicional.

A comienzos de julio, el fiscal federal Diego Luciani había reclamado una condena de 5 años de prisión ante el Tribunal Oral Federal 2 que juzgó el pedido de dinero a Traficante a cambio de no quedar involucrado en una causa judicial y evitarle un “escrache” mediático en noviembre de 2016.

Con los allanamientos ordenados en 2019 en otra causa en la que también está procesado con prisión preventiva, la de extorsión y espionaje ilegal que se investiga en la justicia federal de Dolores, “se cayó” el “personaje” que encarnaba D'Alessio, continuó su defensa.

“Se supo que no es abogado ni economista, ni pertenecía a la DEA ni al Mossad”, pero “este perfil de D'Alessio no lo transforma en extorsionador”, agregó su abogado.

Traficante nunca estuvo “intimidado ni engañado” porque D'Alessio “no era creíble y se notaba a las claras” cuando le hacía propuestas vinculadas a la situación en la causa conocida como “mafia de los contenedores”.

“Exitoso empresario”

Sobre sus medios de vida, la defensa de D´Alessio argumentó que tenía una condición económica “holgada”. “Fue un exitoso desarrollador inmobiliario en la zona de Canning, Ezeiza, que trabajó como asesor de prensa en Formosa y hasta tuvo un criadero de truchas en Piedra del Águila, en el límite entre Neuquén y Río Negro y fue elegido presidente de la comisión de vecinos del country Saint Thomas”, enumeró.

En la investigación que tramita en Dolores, D'Alessio está procesado como supuesto jefe de asociación ilícita, pero “nadie reconoce haberle dado dinero o cedido a estas supuestas presiones o temor que provocaba en sus víctimas, todos se manifiestan temerosos pero nadie entregó dinero ni tampoco nadie se salvó de su supuesto escrache periodístico”, remarcó su defensa.

D'Alessio no controlaba ni el avance de las causas judiciales ni las publicaciones en los medios de prensa”, dijo el abogado.

El despachante de Aduana “nunca le creyó a D'Alessio sobre su poder de influencia y capacidad” y además el acusado hacía “una propuesta que podía aceptarse o no, sin consecuencias negativas para su rechazo”.

“D'Alessio no estuvo atrás de estas investigaciones penales, no voy a negar que habló de dinero con Gabriel Traficante, pero no se trató de una exigencia típica del delito sino que ofreció servicios”, agregó Finn.

“Es cierto que hubo simulación de autoridad e influencias falsas, pero ellas no tuvieron relación directa con la creación del problema ni su solución. Mi defendido se considera un analista”, dijo.

Prisión preventiva en Ezeiza

El abogado recordó que el acusado está detenido con prisión preventiva en la cárcel de Ezeiza desde hace más de dos años, de los cuales el primero lo pasó aislado “y fue algo muy grave y muy perjudicial para su salud física y psíquica”.

No fue alojado como un detenido más, no tuvo derechos, fue aislado en una celda del hospital penitenciario de Ezeiza, con una puerta opaca, perdió 19 kilos y la noción del día y la noche”, añadió.

Tras finalizar el alegato de D'Alessio, comenzó el de los abogados defensores del fiscal Bidone, quienes anticiparon pedirán la absolución y reclamaron que se declare la nulidad de la prueba extraída de los teléfonos celulares del falso abogado.

“La información extraída del teléfono de D'Alessio es prueba prohibida, ilegal”, sostuvieron sobre esa evidencia, que incluyó los mensajes que el falso abogado intercambiaba con el entonces titular de la Unidad de Delitos Complejos de Mercedes, Bidone.

Los abogados admitieron que su cliente entregó a D'Alessio información reservada sobre Traficante -como listados de llamados- pero argumentaron que eso no fue definitorio para la ejecución del delito.

Con información de agencias.

IG