La empresa Andreani reemplaza al Ejército en la distribución de las primeras 300.000 dosis
Lo resolvió Salud con el argumento de que la firma postal tiene “más experiencia” en el traslado de productos farmacéuticos. La mitad de las aplicaciones se dividirán entre CABA y provincia de Buenos Aires. La empresa dijo que hará la distribución ad honórem
Un vuelo al sur, que trasladará vacunas a Río Gallegos y Ushuaia, y una flota de camiones que las repartirá por el resto de las provincias marcarán la ruta de la Sputnik V por Argentina. Andreani, la empresa postal privada más importante del mercado, será la encargada de la distribución de la primera partida de inmunizaciones por todo el país, y su custodia corresponderá a fuerzas de seguridad federales.
Tres camiones de la firma llevaron las 300 mil dosis que llegaron este jueves a media mañana a Ezeiza hasta un depósito en Avellaneda, y a partir del sábado, luego de procedimientos administrativos, comenzarán los envíos para que, según el plan oficial, el lunes 28 comience la vacunación en todo el país.
El dato, resuelto esta semana, significa un cambio de planes respecto al esquema original que contemplaba que la distribución la harían las Fuerzas Armadas. Al operativo de vacunación lo diseñó un comité, pero la decisiones medulares quedaron a cargo de la cartera de Salud, a cargo de Ginés González García, quien dispuso el pase de la logística y el traslado desde Defensa a Andreani.
“Es la que tiene más experiencia y más tiempo en la logística de empresas y productos farmacéuticos”, explicaron fuentes oficiales a elDiairoAR. Puntualizaron que la tarea de la firma será “ad honorem”.
El operativo de distribución tendrá tres esquemas simultáneos. Uno, para las dos provincias más australes, que será con aviones; otro, para CABA y Buenos Aires; y el tercero, para el resto de los distritos.
La mitad de las dosis que llegaron este jueves se distribuirán entre Buenos Aires —120 mil inyecciones— y CABA —25 mil—, y el resto viajará a las provincias. La custodia, tanto en el depósito de Avellaneda, donde las vacunas estarán en cámaras de refrigeración a 20 gados bajo cero, como en los traslados a las provincias estará a cargo de las fuerzas de seguridad que dependen de Sabina Frederic.
Definido contra reloj, el plan de distribución involucra, en su primera etapa, cantidades módicas para cada destino. A las provincias, salvo CABA y PBA, se enviarán 150 mil, posiblemente en dos etapas: una el fin de semana y otra antes de Año Nuevo .
Las dudas es cómo será el despliegue cuando lleguen, en enero, partidas de medio millón de vacunas o cifras todavía mayores. La semana pasada, en la hoja de ruta inicial, se diagramó un esquema con cuatro aviones Hércules de la Fuerza Aérea, una continuidad de la gestión que hizo Aerolíneas Argentinas, que trajo 300 mil dosis en palets con hielo seco desde Moscú. Alguien en la administración pública hizo bautizar esa travesía aérea de ida y vuelta a Rusia como “Operación Moscú” y creyó oportuno mandar a imprimir barbijos con ese rótulo.
PI
“Servicios donados”
“Los servicios prestados por Andreani serán donados”, informó la empresa este jueves a través de un comunicado. Según Andreani, el operativo comenzó con el traslado, en 3 semirremolques desde Ezeiza a Avellaneda, de 42 termo-palets con las 300 mil dosis de vacunas rusas.
Alojadas en cámaras a -20°C, las dosis serán ordenadas con un rótulo externo que indique destino, número de remito, número total de conservadoras a entregar, peso registrado, tiempo, fecha y hora de vencimiento del frío.
Andreani fue una empresa sindicada como parte de la “mafia” del empresario Alfredo Yabrán por Domingo Cavallo en la década de 1990. El entonces ministro de Economía acusó a Yabrán de múltiples delitos y de lavar cientos de millones de dólares a través de decenas de empresas manejadas por testaferros.
En respuesta, el titular de la firma, Oscar Andreani, se presentó ante una comisión de la Cámara de Diputados en septiembre de 1997 y negó ese extremo. Calificó las denuncias de Cavallo como “temerarias” y consideró que Yabrán no era un “mafioso” sino un “competidor” y “un colega más”. Dijo que sólo había sido un “proveedor técnico” de un conglomerado conformado por varias de las empresas de Yabrán.
El dueño de OCA se suicidó en mayo de 1998 cuando una comisión policial acudía a detenerlo a un campo de Entre Ríos por su supuesta responsabilidad en el asesinato del fotógrafo José Luis Cabezas.