Debido a la falta de turistas y la crisis económica producto de la pandemia de coronavirus, el tradicional complejo Torre de Manantiales de Mar de Plata cerrará sus puertas como hotel y se reconvertirá en edificio de departamentos y oficinas. La decisión no sólo afecta a los 230 empleados a los que se les ofreció el retiro voluntario, sino también a la oferta de plazas disponibles frente al mar.
La hotelería es uno de los rubros más golpeados. Según datos de la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina (FEHGRA), durante 2020 cayó -68% en relación con los registros previos a la pandemia y aún con menores restricciones no logra recuperarse. En el último fin de semana largo la ocupación promedió el 20%; en Mar del Plata no logró rozar el 30%, cuando habitualmente es uno de los destinos preferidos para las escapadas cortas.
En este contexto se enmarca la decisión de Hernán Lombardi, extitular del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos durante el Gobierno de Mauricio Macri, dueño del complejo Manantiales, de ofrecer el retiro voluntario a los empleados para reestructurar la compañía y reconvertir el edificio estratégicamente ubicado frente al mar.
“Desde hace tiempo venimos haciendo un enorme esfuerzo por sostenernos, pero la realidad es que no estamos pudiendo. Por esto, hoy nos vemos obligados a tomar la triste decisión de discontinuar la gestión de la actividad actual en Torres de Manantiales y a iniciar un proceso de transformación de la actividad turística”, afirmó la empresa en un comunicado. Y agregó: “Siempre nos hemos preocupado por nuestros empleados y por brindar un servicio de excelencia y hoy tener que tomar esta decisión por fenómenos externos a nuestra gestión es muy triste. Esperamos que el mundo pueda encontrar una salida definitiva a la pandemia y nuestro país un camino de estabilidad que permita a las empresas crecer y generar puestos de empleo que tanto hacen falta para los argentinos”.
Pablo Santín, congresal de la sección de UTHGRA Mar del Plata y delegado gremial de Torres de Manantiales, confirmó a la agencia Noticias Argentinas: “Cerró sus puertas al turismo y desde este lunes no toman más reservas”. Y detalló que “la idea es darlos en alquiler como departamentos por períodos de 24 meses”.
De los 230 trabajadores, entre 75 y 85 cumplen tareas durante todo el año y el resto lo hace en temporada, pero aclaró que “todo el personal está en relación de dependencia”. “La empresa nos comunicó que garantizarán el pago de la totalidad de los retiros voluntarios, pero que no obligarán a nadie a hacerlo, pero el tema es que con el nuevo esquema, a lo sumo podrían emplear a 15 personas”, se quejó.
En un cuatrimestre, cerraron 70 hoteles en Mar del Plata. Entre ellos, el Sheraton.
Cabe recordar que mediante un decreto de necesidad y urgencia (DNU), el Gobierno extendió hasta fin de año “la prohibición de despidos sin justa causa y por las causales de falta o disminución de trabajo y fuerza mayor”. Según la norma, al igual que en las prórrogas anteriores, los despidos y suspensiones que violen la prohibición oficial no producirán efecto alguno y se mantendrán vigentes las relaciones laborales existentes y sus condiciones actuales. Por tal motivo, la empresa se inclinó por ofrecer retiros voluntarios, que ofrecen la misma indemnización que los despidos pero no chocarían contra el decreto.
NB