Rocío Oliva, la última pareja de Diego Armando Maradona, aseguró que no tuvo “nada que ver” con la muerte del exfutbolista, ya que “nadie muere de amor”, y afirmó que en los años que convivió con él nunca presenció que haya tenido un problema de salud, porque “era un toro y siempre estaba bien”.
Oliva brindó este jueves su declaración testimonial en la Fiscalía General de San Isidro que tiene a su cargo la causa por la muerte del “Diez”, luego de ser reprogramada porque había sido citada para el 1° de septiembre, pero se encontraba realizando aislamiento preventivo por el coronavirus por haber regresado de un viaje al exterior.
Los fiscales de la causa, Patricio Ferrari, Cosme Iribarren y Laura Capra, la citaron para conocer si, pese a estar separada desde fines de 2019, seguía manteniendo algún tipo de vínculo con el excapitán de la selección argentina y si sabía algo de su estado de salud.
“A Diego Maradona lo conocí en Mar del Plata, en el año 2011, y en el 2013 nos pusimos de novios y fuimos a vivir a Dubai, hasta, no recuerdo si fue a fines del 2017 o en el 2018 aproximadamente”, dijo Oliva al inicio de su declaración.
“En el año 2020 -continuó-, casi no tuve contacto con él. Desde que rigió el aislamiento por la pandemia no pude tener más contacto visual con él, más allá de algunos mensajes preguntando cómo estaba y cómo iban sus cosas. La última vez que lo vi fue cuando comenzó la pandemia”.
Algunos miembros del entorno declararon en la causa que Diego estaba deprimido por la separación con ella, y hasta el exapoderado del 10, el abogado Matías Morla, llegó a decir en una entrevista que al exfutbolista lo mataron “Rocío Oliva, la cuarentena y la parte médica”.
Fue el abogado Mario Baudry, representante del hijo menor de Maradona como particular damnificado, el que le preguntó ayer si sabía por qué el abogado de su expareja había dicho eso y Oliva respondió: “No escuché al doctor Morla decir eso. Lo desconozco”.
Sin embargo, luego aclaró: “Me imagino que lo que quiso decir Baudry es que Morla dijo que una de las cosas que influyó en la muerte de Diego es que me extrañaba mucho”.
“Pero nadie muere de amor, y está más que claro que no tuve nada que ver con el deceso”, sentenció la testigo.
Otra de las causas por las que fue citada es su presunto vínculo con Carlos “Charly” Ibáñez, un exasistente de Maradona que estuvo prófugo por robo, fue detenido hace dos semanas con un arma en Boulogne, y que fue acusado y señalado por varias personas como el responsable de que Maradona tuviera acceso a alcohol, pastillas y marihuana cuando vivía en la casa de Brandsen.
Oliva admitió que lo conocía, pero negó que sea un familiar suyo: “Es el que decían que era mi primo, pero no, no lo es, y no tiene nada que ver con mi familia”.
“Lo conozco de cuando él ingresó a la vida de Diego. En un cumpleaños que vino con la novia, que ella sí era prima de mi padre fallecido. Allí charló con Diego, y tuvieron buena onda. A partir de ahí, lo empecé a ver seguido, pero era siempre invitado por Diego”, comentó.
Aclaró que no sabía que estaba prófugo de la justicia acusado de haber participado de un robo en 2017 en el partido de Merlo y, al respecto, afirmó: “No tenía conocimiento de su pasado”.
Consultada por la salud de Maradona en sus años de convivencia, Oliva aseguró que “nunca” presenció algún inconveniente y que, por lo que ella sabía, “no tomaba ninguna medicación”.
Cuando le preguntaron en concreto si sabía si tenía algún problema de salud, respondió: “En absoluto; para mí era un toro. Siempre estaba bien”.
Además, contó que cuando vivían en Dubai, Maradona se hacía todo tipo de chequeos que le daban “buenos resultados” y recordó que “los médicos le decían que tenía la salud de un tipo de 20 años, le decían que estaba para jugar al fútbol”.
También contó que cuando quería hablar con alguien cercano a Diego para saber sobre su estado de salud, ella lo hacía “con Claudia (Villafañe, la exesposa) y las hijas”, pero “no con nadie que estuviera dentro de la casa”.
“Después en un llamado me dijo que Diego me quería ver, pero esto finalmente no sucedió. Esto fue previo al traslado a la Clínica Olivos. Después de ahí no hablé nunca más con nadie”, recordó.
Sobre el principal imputado de la causa, el médico Leopoldo Luque, la exfutbolista profesional de River dijo que lo vio “dos veces”, una en 2019 “cuando Diego regresó de México, y vivía en Tigre”, y, luego, cuando “se operó la rodilla en la Clínica Olivos”.
Cuando la defensa de Luque le preguntó por la opinión que ella y Maradona tenían sobre el neurocirujano, Oliva contestó: “Yo ninguna porque no tenía trato, lo habré visto dos veces en mi vida. Y la verdad que tampoco sé de Diego, porque nunca hablamos de Luque”.
En un tramo de la testimonial, el abogado de las hermanas Dalma y Gianinna Maradona, Federico Guntin, le preguntó si había recibido donaciones por parte de su expareja, pero ante la oposición del abogado de Luque, Julio Rivas, los fiscales le dieron la razón al considerar que no tenía vinculación con el objeto de la causa y Oliva solo dijo: “No voy a contestar esa pregunta”.
Maradona, la mayor figura de la historia del fútbol mundial, murió a los 60 años el 25 de noviembre de 2020 al mediodía, en una casa del barrio privado San Andrés, de Tigre, donde transitaba la internación domiciliaria que está bajo investigación penal en la justicia de San Isidro, que imputó a siete profesionales de la salud por “homicidio simple con dolo eventual”, figura penal que prevé de 8 a 25 años de prisión.
Con información de Télam.
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