La ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, encabezó este miércoles un encuentro de equipos técnicos de las áreas de epidemiología, inmunizaciones, zoonosis y vectores con el objetivo de intensificar la vigilancia de la fiebre amarilla, a partir de la detección de monos infectados en el municipio brasileño de Palma Sola, a 30 kilómetros de la frontera Argentina a la altura del Parque Provincial Piñalito en Misiones.
“Es fundamental seguir desarrollando acciones más allá de la enfermedad COVID-19”, indicó Vizzotti, en la apertura del encuentro y destacó la importancia de sostener las tareas de prevención en territorio para poder contar con alertas tempranas en articulación con los ministerios de Salud de Misiones y Corrientes, como así también de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación y las organizaciones de la sociedad civil.
“El compromiso del Ministerio de Salud de la Nación es generar acciones concretas que ya se han realizado como fortalecer la vacunación contra la fiebre amarilla en zonas de riesgo y la vigilancia de casos”, sostuvo la ministra. Luego agregó que “estamos comprometidos con este tema para desarrollar medidas preventivas con el fin de minimizar cualquier riesgo y, en caso de ser necesario, desarrollar las acciones de control”.
En Argentina desde la última semana de julio de 2020 hasta mediados del presente mes se han estudiado seis casos de personas con sospecha de fiebre amarilla en las provincias de Misiones, Chaco, Buenos Aires y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (este último con antecedente de viaje), y todos resultaron con pruebas negativas.
Por otro lado, días a atrás un grupo de expertos coordinados por el Centro Nacional de Diagnóstico e Investigación en Endemoepidemias (CeNDIE) de la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud (ANLIS) “Dr. Carlos Malbrán dependiente del Ministerio de Salud de la Nación desarrolló tareas de vigilancia en Misiones, en la zona de riesgo de transmisión cercana a Brasil.
Se trabajó en dos áreas, Piñalito y El Soberbio de Misiones donde se tomaron muestras en insectos, se realizó una búsqueda activa de susceptibles (los monos o primates no humanos) y encuestas a los vecinos que actúan como informantes locales sobre la situación de estos animales. Los monos mueren rápidamente cuando adquieren el virus de la fiebre amarilla por lo que su seguimiento permite un alerta temprana.
El propósito fue estudiar la dinámica de la fiebre amarilla, desde una perspectiva eco-epidemiológica que contemple a todos sus agentes implicados (virus, mosquitos, primates no humanos y reservorios). Este trabajo permite desarrollar herramientas de detección temprana de circulación y conocimiento, con el fin de aportar evidencias para construir políticas públicas sanitarias acordes a los escenarios actuales del país.
En este sentido, es fundamental aislar y caracterizar al virus de la fiebre amarilla en insectos vectores; evaluar el papel de los primates no humanos como organismos susceptibles; e identificar los posibles hospedadores del virus que circulan en la región. Conocer estos puntos permitirá describir los posibles ciclos (selváticos y urbanos) que ocurren en Argentina y desarrollar estrategias de vigilancia adaptadas a la región.
Para la ejecución del estudio en terreno se trabajó en forma conjunta con las siguientes instituciones: CeNDIE del ANLIS-Malbrán, el Instituto Nacional de Enfermedades Virales Humanas (INEVH) del ANLIS-Malbrán, la Dirección Nacional de Vectores del Ministerio de Salud de la Nación, Zoonosis, el Ministerio de Salud de Misiones y el Ministerio de Ecología provincial. Así mismo se contó con la colaboración de la Estación Biológica Corrientes (EBCo) y el Centro De Estudios Parasitológicos y de Vectores (CEPAVE)-UNLP.
Con información de agencias.
IG