Todos los 29 de diciembre se celebra el Día del Bromatólogo en la Argentina, una fecha que conmemora a quienes ejercen esta profesión en el estudio de alimentos, su prevención de enfermedades y que lleva poco más de 40 años en nuestro país.
La efeméride también recuerda un día como hoy, pero de 1976, cuando egresaron los primeros Licenciados de Bromatología de la Argentina: Rubén Peruzzo, César Stöckli, Bartolo Tolomeo y Raúl Tolomey, quienes habían comenzado la carrera en 1972 en la Escuela Superior de Bromatología. Su graduación marcó un antes y un después, ya que se incorporaría esta ciencia a la Universidad Nacional de Entre Ríos, que en 1986 creó la Facultad de Bromatología.
Este día celebra la profesión que ayuda a evitar enfermedades en los alimentos, y busca concientizar sobre el cuidado de los mismos y sus procesos de producción para entender la importancia de consumir productos seguros y de calidad.
¿Qué es la bromatología?
La bromatología estudia los alimentos, su composición, propiedades, ingredientes y sus procesos de fabricación y almacenamiento. La práctica busca garantizar las condiciones de seguridad óptimas en sus modelos de fabricación y distribución, para preservar así la salud humana.
Contempla muchas ciencias y disciplinas como la física, química, fisiología, microbiología, bioquímica e incorpora conceptos de la ingeniería química, ya que estudia la composición de los alimentos: sus nutrientes, características fisicoquímicas, sustancias, cualidades orgánicas y su comportamiento y reacción ante diferentes estímulos o situaciones.
Como cada alimento posee ciertas necesidades a la hora de fabricarse, distribuirse y almacenarse, cumplir con estos requisitos asegura el mantenimiento de sus componentes y evita la alteración de estos mismos que podrían ser dañinos si se los ingiere sin respetarlos. Un ejemplo típico es la “cadena de frío”, la cual debe ser respetada para no ingerir alimentos con el riesgo de enfermarse o intoxicarse.
¿Cómo evitar las enfermedades por transmisión en alimentos?
- Lavarse las manos con agua y jabón antes, durante y después de manipular alimentos.
- Mantener la limpieza personal y del lugar donde preparamos los alimentos.
- Desinfectar las superficies que se utilicen para cocinar, como también las herramientas de cocina y lugares de almacenamiento como la heladera.
- Separar los alimentos crudos de los limpios o listos para consumir, evitando la contaminación cruzada.
- Cocinar completamente los alimentos.
- A la hora de cocinar, utilizar distintos cuchillos, tablas, trapos y superficies a la hora de preparar alimentos crudos como carnes y otros como verduras o hidratos.
- Mantener los alimentos a temperaturas seguras.
- Cumplir los requisitos del empaquetado de los alimentos, almacenados según lo indicado.
- Verificar que la temperatura de la heladera sea la indicada.
- Almacenar restos de comida con fecha para evitar su caducidad.
- Lavar y secar completamente vegetales y frutas antes de almacenarlos.
- No almacenar cortes de carne en la heladera por mucho tiempo, es conveniente cocinarlos al momento de que se adquieren.
- En el caso de almacenar carne, evitar que sus líquidos estén en contacto con otros alimentos.
- Descongelar los alimentos de forma segura (heladera, microondas o cocción directa).
- Usar alimentos y agua seguros para su consumo.
LC