El 26 de febrero marca una fecha especial para todos los amantes de los frutos secos: es el Día Mundial del Pistacho. Esta pequeña joya verde no solo deleita nuestro paladar con su sabor distintivo, sino que también nos brinda una abundancia de beneficios nutricionales.
Desde su historia fascinante hasta sus propiedades saludables, este día es una oportunidad para celebrar y apreciar el humilde pistacho en todo su esplendor.
El encanto histórico del pistacho
El pistacho tiene una historia rica y fascinante que se remonta a miles de años. Originario de Asia Central y Medio Oriente, este fruto seco ha sido apreciado por diversas culturas a lo largo de la historia. Desde los palacios de Persia hasta las mesas de la antigua Grecia y Roma, el pistacho ha sido considerado un manjar digno de realeza.
“Con las conquistas de Alejandro Magno (334-323 AC), el fruto seco llegó a Grecia. Más tarde, bajo el régimen del emperador romano Tiberio (siglo I AC), el fruto seco se introdujo también en Italia y España”, señala un artículo del sitio web americanpistachios.es.
Pistacho: nutrición en solo un puñado
Aunque pequeños en tamaño, los pistachos están repletos de nutrientes esenciales. Son una excelente fuente de proteínas, fibra, grasas saludables, vitaminas y minerales. Además, son especialmente ricos en antioxidantes, que ayudan a combatir el estrés oxidativo y a mantener la salud celular.
Los pistachos no solo son deliciosos por sí solos, sino que también agregan un toque de sabor y textura a una amplia variedad de platos. Desde ensaladas y platos principales hasta postres y aperitivos, la versatilidad culinaria del pistacho lo convierte en un ingrediente imprescindible en la cocina.
AB