El 28 de agosto es el Día de la Animación, fecha que recuerda la primera proyección pública del Teatro Óptico del inventor francés Charles-Émile Reynaud, quien logró grandes avances en lo que sería el cine animado, como el perfeccionamiento del zoótropo, el fenantiscopio y la creación del praxinoscopio. Con este último artefacto, logró sincronizar imagen y sonido en sus proyecciones, lo que lo convirtió en un precursor de las películas que conocemos hoy en día.
El “Théâtre Optique” de Reynaud consistía en un sistema de lentes y espejos que proyectaba imágenes animadas en la pantalla. El praxinoscopio, su invención de 1876, es un cilindro con una banda de imágenes a color colocadas en su interior y un tambor central de espejos, que con una lámpara iluminaba las imágenes. Este avance tecnológico le otorgó una gran popularidad, tanto que fue reconocido en la Exposición Universal de París.
Luego de perfeccionar este mecanismo, añadiéndole una caja de madera y una abertura con vidrio para ver las imágenes en movimiento, el 28 de octubre de 1892 Reynaud proyectó por 15 minutos sus diapositivas dibujadas, mientras sonaba un piano y efectos sonoros detrás de la pantalla. Sus Pantomimas luminosas fueron presentadas en el Museo Grevin de París.
A continuación, “¡Pobre Pierrot!”, considerada la primera animación de la historia. Fue semejante éxito que la pieza debió proyectarse ininterrumpidamente por dos años.
Lamentablemente para el inventor, tras de la creación del cinematógrafo de los hermanos Lumière, perdió el contrato que tenía con el museo, lo que lo llevó a arrojar sus dibujos al Río Sena, destruyendo el teatro óptico. El cuadro depresivo que invadió a Reynaud no lo dejó volver a innovar, y terminó sus días en una institución psiquiátrica de Ivry-sur-Seine, hasta su fallecimiento el 9 de enero de 1918.
Por iniciativa de la Asociación Internacional de Films de Animación (ASIFA) se celebra esta efeméride.
La animación en nuestro país
La Argentina tiene una larga tradición en el dibujo y la caricatura política. Existieron revistas como El Mosquito, Cascabel, Don Quijote y más tarde Caras y Caretas y PBT, las cuales fueron de gran aceptación en el público, a partir de la segunda mitad del 1800.
Quirino Cristiani, quien fue un joven dibujante italiano que trabajaba para Federico Valle, el editor del primer “Noticiero de nuestro cine”, desarrolló un sistema de animación a partir de figuras animadas de cartón. Esto lo llevó a hacer el primer largometraje animado del mundo: “El apóstol” (1917), y después el primer largo animado sonoro, “Peludópolis” (1931). No existen copias de ninguna de estas películas.
LC