Los tres efectivos de la Policía de la Ciudad acusados del crimen de Lucas González el miércoles pasado en el barrio porteño de Barracas se presentaron esta tarde ante la Justicia y quedaron formalmente detenidos, informaron fuentes judiciales.
Se trata del inspector Gabriel Isassi, el oficial mayor Fabián López y el oficial José Nieva, quienes se desempeñaban en la División Sumarios y Brigadas de la Comuna 4 de la Policía de la Ciudad y se entregaron este sábado luego de que el juez Martín Carlos Del Viso firmó las órdenes de detención.
Los tres policías serán trasladados en las próximas horas a una sede de la Policía Federal Argentina (PFA), donde permanecerán alojados hasta las indagatorias que, en principio, se realizarán mañana.
Además, esta tarde efectivos de la División Homicidios de la PFA allanaban las casas de los tres imputados para secuestrar sus teléfonos, vestimenta y otros objetos de importancia para la investigación.
Los fiscales que investigan el crimen de Lucas González habían solicitado el viernes por la noche la detención de los efectivos. Los tres quedaron acusados del delito de “homicidio agravado por haber sido perpetrado por miembros de las fuerzas policiales abusando de sus funciones”, el cual prevé la pena de prisión perpetua en un futuro juicio oral.
Además, los fiscales pidieron que se dicte el secreto de sumario y rechazaron las eximiciones de prisión que habían solicitado los tres policías involucrados a través de su abogado, Alfredo Oliván. Para rechazar ese planteo, el fiscal Leonel Gómez Barbella y el fiscal Andrés Heim consideraron que los imputados “tergiversaron los hechos al momento de informarlos a la autoridad judicial para mejorar su situación procesal, circunstancia que daría cuenta no solo de su voluntad de sustraerse del proceso penal que se le sigue, sino también entorpecer la investigación”.
También, entendieron que, estando en libertad, los policías pueden “amedrentar y hostigar a testigos y familiares, mas aún conociendo los pormenores de un proceso penal por la función propia”.
“Cabe destacar que este riesgo se torna especialmente grave en investigaciones vinculadas a delitos como los que nos convocan, en los cuales no pueden descartarse que, por su entidad, haya causado repercusiones psíquicas en las víctimas, que impacten negativamente sobre su voluntad de colaborar y testimoniar en el marco de la investigación, en caso de que la libertad de los imputados no sea restringida de momento”, señalaron.
“Decidimos que se presenten y que queden a disposición de la justicia apenas supimos que había sido rechazada la eximición de prisión”, dijo a Télam el abogado defensor Oliván.
El abogado Gregorio Dalbón, que representa a la familia del adolescente, celebró la detención de los policías. “Después de tanta lucha, los asesinos de Lucas están detenidos. Los esperaron, los persiguieton y mataron a Lucas de un balazo en el cráneo y un segundo tiro en el pómulo derecho. Tres balas dieron en el auto”, escribió en Twitter.
Previamente, el el letrado había cuestionado la demora del juez a cargo de la investigación, de quien dijo que era “una tortuga” por no ordenar las detenciones de los tres policías acusados del crimen, y calificó de “asesinos” a los efectivos involucrados, tras afirmar que “no existió gatillo fácil, porque acá no había delincuentes, sino tres chicos inocentes que estaban comprando un jugo”.
Tras la reunión que mantuvo con el ministro de Justicia y Seguridad de la Ciudad, Marcelo D'Alessandro, el letrado anunció que pedirá “el juicio político para que sea destituido el juez de Menores Alejandro Cilleruelo (el primero que intervino en el caso), porque dejó en libertad a los policías que seguramente todavía nos están mirando por televisión”.
Autopsia y pedido de justicia
En tanto, la autopsia realizada al cuerpo del adolescente de 17 años en la sede del Cuerpo Médico Forense, en la calle Junín al 700, reveló que recibió un proyectil de arma de fuego en el cráneo que le provocó una “hemorragia meningoencefálica” y presentaba un surco en el pómulo derecho de una segunda bala.
El padre de Lucas González aseguró que su hijo estará en "paz" cuando los acusados sean "condenados" y les pidió a los policías que participaron del crimen que “pongan los cojones” para admitir lo que hicieron.
“Vamos a seguir peleando hasta el final porque han destruido a una familia, mi hijo no se merecía eso”, dijo Mario esta mañana a Télam con una foto de Lucas en sus manos en la que convoca a la marcha para el lunes al Palacio de Tribunales. El hombre, conocido en todo el barrio con el apodo de “Peka”, indicó que realizarán “una marcha al mes hasta que la Justicia ponga presos a los policías”.
“Vamos a reclamar todos los meses para que los condenen”, añadió Mario, quien el lunes a las 16 saldrá junto a su familia y sus amigos desde Lonardi y calle 14, de Florencio Varela, hacia los Tribunales. En ese sentido, “Peka” dijo que convocaron a movilizarse en el “feriado pensando en el trabajador” para no meterse “en un día laboral”.
La familia esperaba esta mañana que el cuerpo de Lucas sea entregado para asistir al velatorio a realizarse en una sala de ese partido de la zona sur del conurbano.
“Esperamos que entreguen el cuerpo de mi sobrino para darle una buena despedida como se merece”, dijo Sebastián Santillán, tío del joven, quien aseguró que “ya no pueden tapar más a los policías asesinos”.
CB con información de Télam