En la jerga de la comunidad LGBT+ la maricoteca es un lugar de encuentro y fiesta. Esta palabra que no está en la RAE fusiona la mariconería y la discoteca y es un guiño a la complicidad de moverse sin miedo, en un ambiente donde no hace falta explicar demasiado y nadie pide cuentas sobre el género, la biología y el deseo. Tomando esas premisas de zorroridad (otra palabra que no está en la RAE y combina zorrería y sororidad) nació maricoteca.org, que funciona como la primera wiki LGBT+ de América Latina y ya tiene cargados 500 perfiles en apenas unas semanas del lanzamiento.
Maricoteca.org es una red digital de visibilización de personas LGBT+ que intercambian habilidades, experiencias y trayectorias. Nació para cruzar a quienes están armando un proyecto y desean disidencias en su equipo, pero también posibilita alianzas y aporta a la memoria colectiva relatos que por mucho tiempo quedaron fuera de “la historia oficial”. El funcionamiento es bien simple. Al entrar a la web hay un buscador dividido en ubicación, identidad autopercibida y práctica. Seleccionando una o varias combinaciones se accede a los perfiles que tienen una presentación, videos, fotos, links e info de contacto. Esta fórmula básica pero efectiva es el sueño cumplido de Endi Ruiz -artista visual y realizador- y Fifí Real -artivista cuir-, que muchas veces quisieron conformar grupos de trabajo desde la disidencia y no les resultó tarea fácil.
Para Fifí ser cuir no binaria dentro del sistema cultural significó convertirse en sobreviviente, por eso la necesidad de construir estrategias: “Nos gusta trabajar con personas que puedan entender las sensibilidades que nos atraviesan a la hora de plantear proyectos de la disidencia. Tuve muchas malas experiencias trabajando con pakis”. Lo mismo vibra Endi, que a veces le da vuelta a un proyecto y su expectativa, por ejemplo al contactar a un guionista, es que pueda hablar un lenguaje en común, “que minimamente tenga una consciencia, que sea una persona deconstruida”.
Para generar un perfil la web permite combinar identidades o sumar otras en los casos donde lo percibido no aparezca. Así se puede elegir lesbiana, travesti, trans, marica, gay, bisexual, ágenero, no binarie, queer; pero también presentarse al mundo con otras menos populares que fueron cargando les usuaries: doña, no hombre, ex feto, torcida, tortón patrio, androsexual, ni idea, mostra, lesbiano, manfloro y etcétera. *Aclarando que esta última de momento no es una identidad en Maricoteca, pero nadie descarta la opción :)
En su espíritu de construir un presente más habitable Maricoteca atiende al pasado. Pensemos un momento en lo que se repetía con los recuerdos de una persona LGBT+, hasta no hace tanto tiempo, cuando moría: muchas familias biológicas se ocupaban de tirar todo rastro queer de entre las fotos, editar las anécdotas llamando “amigo” a las parejas y nombrando “especial” a cualquier desviación de la heteronorma. Poner en valor esas historias no contadas, darles un espacio sin borrarles su identidad, es un aporte a la memoria colectiva.
“Dentro de este gran mapa que se está armando en Maricoteca hay una categoría poética que llamamos ‘faros’, sobre gente que nos alumbró el camino y conforman el archivo histórico”, dice Endi. “Actualmente son perfiles que estamos creando nosotres, pero la idea es que sea como una wiki donde les mismes usuaries puedan ir cargando a sus referentes, que muchas veces no son los que podemos googlear: puede ser el modisto de tu vieja que te enseñó a coser y te inspiró o gente que guarda archivos personales, una especie de cápsula del tiempo para empezar a sacar a la luz la memoria que fue secuestrada y preguntarse ¿por qué esta persona no fue conocida? o ¿ por qué fue conocida pero no tanto? Quizá porque nadie lo visivilizó en ese momento”.
Que la primera imagen cuando se entra a Maricoteca sea un mapa de América Latina acostada no es casual: la pose de un mundo desde otra perspectiva llama a una nueva lectura donde centro y periferia se cuestionan. “Queremos trabajar en la descentralización, cruzar y borrar las fronteras conectándonos con otros territorios para abordar las problemáticas de la industria cultural cuir”, dice Fifí y plantea la necesidad de armar informes, ya que esta rama fue una de las más golpeadas por la pandemia: “Estamos pensando y modelando propuestas que se articulen con el sector público y privado para generar soluciones, y por qué no políticas públicas, que reparen y ayuden a la reactivación”.
¿Qué sigue? Hay muchos planes. “En otra instancia nos gustaría un enfoque a la formación profesional, a la generación de empleo”, dice Endi y Fifí apunta a profundizar lo colectivo: “Ya estamos creando espacios de trabajo en otros territorios para que elles puedan utilizar nuestra misma metodología, relevar también sus problemáticas y que en un futuro podamos tener asambleas para generar propuestas conjuntas”.
Crear un perfil no toma más que cinco minutos y solo hace falta tener a mano una foto, algunas palabras de presentación y frenar un momento a pensar en la/s identidad/es para mostrarle al mundo. “En eso se está dando algo llamativo desde lo político identitario: y es que se empiezan a mezclar las identidades y las prácticas artísticas”, dice Endi. ¿Y el amor?, haciendo honor a una maricoteca seguro ya se empezarán a cruzar esos datos. “¡Por supuesto! El amor y la fiesta ante todo”.
*El equipo de Maricoteca se completa con Jimena Lusi, Coquette y una red de colaboradorxs amplia y regional. El mail de contacto es info@maricoteca.org
MM