Mil lianas

La vuelta de 'Imprenteros', un equilibrio inventado

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Uno. Dos mujeres en una cocina. La hija, en este caso la actriz y dramaturga argentina Lorena Vega, le dice a su madre que tiene para leer, si quiere, los bocetos de su próximo libro. No es cualquier libro –¿cuál lo sería?–, es el libro donde se cuenta, en parte, la historia de su familia

La madre, con la firmeza del que por alguna misteriosa razón elige mantener el personaje de imperturbable –un clásico de cualquier elenco familiar: el que está cerca pero parece vivir en otra galaxia, el que se pone el traje de impasible– acepta la lectura con displicencia. “A ver si hay algunas mentiras ahí”, dispara por lo bajo.

Escucha la hija, que es la narradora de la familia, la que juega en varios frentes y recibe los comentarios, que a veces son dardos, de los demás –otro clásico de cualquier elenco familiar: el personaje frontón, el que se pone el traje de equilibrista–. Hace una pausa, como si quisiera mantener el balance de la escena y responde entre risas: “No escribo mentiras, escribo versiones”.

Dos. Una mujer en una casa, en un jardín, en medio de una tormenta o en un taller mecánico. Poemas que evocan al equilibrio y a las caídas en distintas versiones. La poeta argentina Alicia Genovese recuerda una serie de escenas que parecen familiares, cotidianas, rebosantes de eso que ella misma nombra como el dictum de lo vivo. Sin embargo, no se trata de una memoria que va en línea recta: las palabras se posan entre la reincidencia de lo de todos los días y el olvido (quién podría cada vez que se para/o camina, cada vez que trepa/un escalón pensar que es peligroso, escribe), ese segundo en el aire, el instante en el que el cuerpo se desautomatiza para desplomarse. Las imágenes se vuelven poderosas y magnéticas gracias al encanto de Genovese, se engarzan a partir de trastabilleos (así en la vida como en la poesía: una escalera mal apoyada abre un poema hacia lo incierto de cualquier tropiezo). 

Tres. Imprenteros (que es obra de teatro, libro y ahora también película) nace de un traspié: Lorena Vega y sus hermanos Sergio y Federico no pueden entrar al taller gráfico que tenía su padre en Lomas del Mirador. Lo supieron cuando el hombre murió: los hijos del segundo matrimonio cambiaron la cerradura de la imprenta familiar. Imprenteros, en sus tres versiones, evoca a partir de ese tropiezo inicial aquel espacio conocido que ahora se convirtió en recuerdo. Con el arrebato, lo familiar se vuelve memoria, entonces, se desautomatiza entre los procesos repetidos de las máquinas que imprimen y los silencios paternos; entre el ruido y la furia, entre tinta, cuerpo y signos de interrogación (la propia Lorena Vega recuerda que cuando tenía diez años escribió en su diario íntimo “¿qué es una familia?”). Y ahí donde insisten los interrogantes, habrá arte porque en lugar de romper un portón a patadas los hermanos Vega prefieren hacerlo a palabras. Al final de la obra y de la película, Lorena Vega y su elenco, que es una versión de su familia, balancean sus cuerpos haciendo la mímica de los imprenteros. El simulacro se vuelve un baile hipnótico. Tal vez no haya una única respuesta a la pregunta de su infancia, tal vez una familia sea algo así como esa coreografía destartalada, como ese equilibrio inventado.

Cuatro. A cada día entrar/como quien tropieza/por primera vez con el color/de cada cosa, lo liso/y lo áspero, la luz,/entrar como quien se abre/en un abrazo,/esa caída, anota Alicia Genovese en uno de los poemas de La invención del equilibrio.

La película Imprenteros, de Lorena Vega y Gonzalo Javier Zapico, se estrena a partir del 1 de agosto (se podrá ver, entre otros espacios, en la Sala Lugones, del Teatro San Martín, y en el Malba). El hermoso libro La invención del equilibrio, de Alicia Genovese, salió por Fondo de Cultura Económica.

Arranca, ahora sí, una nueva edición de Mil lianas. Llena de versiones, llena de tropiezos.

1. La Circunstancia, de Jorge Consiglio. Una mujer larga una carcajada en una comisaría. La acaban de detener por un delito que todavía no se revela. La risa la retuerce, la hace mirar a su alrededor y también hacia atrás, hacia su pasado. Se ríe como si lo insólito de la escena presente –los agentes que van y que vienen, el olor a comida que ella describe como “comida de pobre”, el perfume atolondrado de algún policía y la acusación en su contra– imantara otras escenas previas de su historia igual de insólitas. Un hilo disparatado que la llevó hasta ahí, un misterio que necesita desentrañar y, para eso, volver relato. Lo inoportuno, entonces, se hace sucesión; lo inaudito se abre paso como signo vital.

La protagonista de La Circunstancia (Eterna Cadencia, 2024), del escritor argentino Jorge Consiglio, fue una niña mimada, hija de un hacendado, una figura inquietante que se mueve entre la estancia de su familia en un pueblo de la llanura pampeana y el barrio porteño de Recoleta. Con una narración repleta de peripecias, de detalles encantadores y una voz construida a la perfección, la novela –uno de los mejores lanzamientos editoriales de los últimos tiempos– sigue los pasos de esta mujer por momentos cruel, por momentos hilarante, y su vínculo con los demás. Una vida que, como buena parte de la literatura argentina en la que se inscribe con firmeza y lucidez esta obra de Consiglio, se ve tironeada entre dos zonas que se atraen y se repelen: el campo y la ciudad.

Entrevisté hace unos días a Consiglio para hablar sobre su excelente libro y sobre algunos otros asuntos más. Pueden leer la nota por acá.

La novela La Circunstancia, de Jorge Consiglio, salió por Eterna Cadencia Editora. En este enlace una entrevista con el autor.

2. Premio de novela. Por estas horas se anunciaron los diez títulos finalistas que compiten por el Premio Fundación Medifé Filba que todos los años elige entre las publicaciones de autores argentinos la más destacada dentro del rubro novela. 

Pueden leer por acá el listado completo y algunos detalles de esta edición del premio. Aprovecho también, por si tienen ganas de saber más, para recordarles que comentamos en este espacio algunas de las publicaciones candidatas. Es el caso de Las niñas del naranjel, de Gabriela Cabezón Cámara (en esta nota tienen una reseña y una entrevista con su autora), La reina del baile, de Camila Fabbri (lo mismo, por acá) y El amor es un monstruo de Dios, de Luciana De Luca (salió una reseña en esta edición pasada de Mil lianas)

El listado con las diez novelas finalistas del Premio Fundación Medifé Filba se puede leer en este enlace.

3. FED 2024. El tic tac de la cuenta regresiva parece sonar más fuerte. En unas semanas comienza en Buenos Aires una nueva edición de la Feria de Editores, más conocida como la FED, el encuentro literario que reúne a los sellos de libros independientes más importantes de la región. En un contexto económico tan complicado, que haya gente que sigue apostando a este tipo de proyectos es de alguna manera un reparo.

Para ir calentando motores, esta semana asistí a una conferencia de prensa virtual en la que Víctor Malumián y Hernán López Winne, los organizadores de la FED, contaron algunos detalles (pueden leer todas las novedades de esta edición por acá). Siempre con entrada libre y gratuita, además de los stands con ventas de libros, este año hay quince charlas programadas a lo largo de los cuatro días de la feria de las que participarán escritores locales y también visitantes internacionales. Por mi parte, ya me agendé un encuentro que promete ser memorable: el de la autora estadounidense Debora Eisenberg con el escritor argentino Federico Falco.

Del 8 al 11 de agosto tendrá lugar en Buenos Aires la Feria de Editores 2024. Más información, en este enlace.

Apostilla. Hablábamos arriba de familias y de equilibrios y recordé una película argentina que me encanta. Se llama Las siamesas, la dirigió Paula Hernández y hasta el 29 de julio, quienes se encuentren en Argentina, la pueden ver online gratis en la plataforma Lumiton. 

En un momento del año en el que no hay mucha gente y hacia una localidad improbable de la costa atlántica argentina viajan Clota y Stella, las protagonistas del largometraje que está basado en un cuento del escritor Guillermo Saccomanno. Son madre e hija, son dos mujeres que viven juntas, un poco hartas y en fricción. Por acá les cuento más de esta historia y en este enlace pueden mirar la película gratis.

Banda sonora. Arrancamos hablando del documental de los hermanos Vega y se me ocurrió agrupar canciones que interpretan o compusieron algunos hermanos célebres de la música. Así que esta semana entran sin ton ni son a nuestra banda sonora compartida temas de The Carpenters, Jackson Five, Haim, Mi Pequeña Muerte, The Bangles, y Virus, entre otros y otras. Se escucha, como todos los viernes, por acá.

Bonus track. Hace un tiempito les comenté en este espacio que estaba por salir Los cuidados, un libro de cuentos que escribí y publicó en junio Paripé Books (con mucha amabilidad, la colega Claudia Regina Martínez me entrevistó acá en el diario y también Alexandra Kohan comentó el libro en una columna armada, como todas las veces, a partir de ese tipo de lectura siempre reveladora que nos suele regalar). El viernes 2 de agosto, a partir de las 18.30, voy a presentar el libro en la librería Dain, de Palermo, rodeada de amigos y grandes lectores. Si andan por Buenos Aires y tienen ganas de darse una vuelta, aunque sea para chusmear un rato, dejo los detalles por acá.

¡Hasta la próxima!

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DM/AL